FUENTE: http://www.maestroysociedad.rimed.cu/index.php/volumen-9-2012/vol9-no-1/107-maria-a-nunez-valerino
Autores: MSc. María A. Núñez Valerino
Centro de Procedencia: Universidad de Ciencias pedagógica “Frank País García” Dpto. Marxismo – Historia.
Lic. Roberto Carthy Correa
Centro de Procedencia: Universidad de Oriente.
Centro de Procedencia: Universidad de Ciencias pedagógica “Frank País García” Dpto. Marxismo – Historia.
Lic. Roberto Carthy Correa
Centro de Procedencia: Universidad de Oriente.
Recibido noviembre 2011 - Aprobado diciembre 2011
Resumen
El período de tránsito constituye una necesidad histórica que no debe ser obviado por ningún país que emprenda la construcción de socialismo independientemente del nivel de desarrollo con que se inicie, en este lapso se crean las bases económicas y se instauran las nuevas relaciones sociales de la nueva formación socioeconómicas, se agudizan cada vez más las grandes contradicciones por esto se afirma que es precisamente el Marxismo aplicado como un todo al análisis del proceso de transición revolucionaria al socialismo, como una teoría económica, política, social. Cuba país subdesarrollado que transita en esa cuerda, le urge conformar no solo en la teoría sino en la práctica una economía en general y en particular la política como eslabón esencial para el perfeccionamiento del su modelo económico, a partir de la experiencia cubana, con el propósito de preparar al futuro profesional
El período de tránsito constituye una necesidad histórica que no debe ser obviado por ningún país que emprenda la construcción de socialismo independientemente del nivel de desarrollo con que se inicie, en este lapso se crean las bases económicas y se instauran las nuevas relaciones sociales de la nueva formación socioeconómicas, se agudizan cada vez más las grandes contradicciones por esto se afirma que es precisamente el Marxismo aplicado como un todo al análisis del proceso de transición revolucionaria al socialismo, como una teoría económica, política, social. Cuba país subdesarrollado que transita en esa cuerda, le urge conformar no solo en la teoría sino en la práctica una economía en general y en particular la política como eslabón esencial para el perfeccionamiento del su modelo económico, a partir de la experiencia cubana, con el propósito de preparar al futuro profesional
Palabras claves: Transición, Economía, Estado, Marxismo, Proceso, globalización neoliberal, capitalismo, construcción del socialismo.
Títle: the political economy, Marxism and the socialist construction of in today CUBA and necessary reflection in the training of the new professional.
Authors: MSc. María A. Núñez Valerino
Place of work: Place of work: University of Pedagogical Sciences Frank País Garcia.
Lic. Roberto Carthy Correa
Place of work: University de Oriente.
Place of work: Place of work: University of Pedagogical Sciences Frank País Garcia.
Lic. Roberto Carthy Correa
Place of work: University de Oriente.
Abstract:
The period of transit constitutes a historical need that should not be obviated by no country that stats the construction of socialism independently of the level of development with which it starts, in this lapsus there are created economical basis and there are implemented the new social relations of the new socio economical formations, the grat contradictions are acuted that is why it is stated that it is precisely Marxism applied as a whole to the analysis to the process of revolutionary transition towards socialism , as an economical ,political and social theory, Cuba an underdeveloped country that travels on that stream ,is urged to to conform not only the theory ,but also in the practice of a general economy and in particular politics as an essential link nfor the perfection of the economical model , starting from the cuban experience, with the purpose o0f preparing the future professional.
The period of transit constitutes a historical need that should not be obviated by no country that stats the construction of socialism independently of the level of development with which it starts, in this lapsus there are created economical basis and there are implemented the new social relations of the new socio economical formations, the grat contradictions are acuted that is why it is stated that it is precisely Marxism applied as a whole to the analysis to the process of revolutionary transition towards socialism , as an economical ,political and social theory, Cuba an underdeveloped country that travels on that stream ,is urged to to conform not only the theory ,but also in the practice of a general economy and in particular politics as an essential link nfor the perfection of the economical model , starting from the cuban experience, with the purpose o0f preparing the future professional.
Key words: Transition,economy, State, Marxism, process, new liberal globalization, capitalism, construction of socialism.
Introducción
La construcción del socialismo constituye un aspecto de esencial significación para la comprensión, hecho de gran significación pues diversos factores han incidido en este proceso que tiene sus antecedentes en las aspiraciones de alcanzar una sociedad más justa y equitativa, elementos aportados por la teoría marxista leninista, un tema de gran valor en el contexto de la globalización y las políticas neoliberales enarboladas por los defensores del régimen capitalista para quienes resulta ya un tema pasado de época y que la experiencias de países subdesarrollados, tercermundista han mostrado que con la inteligencia, creatividad y disposición es posible hacer realidad lo expresado por los clásicos del marxismo de que este tránsito constituye una necesidad histórica para iniciar la nueva formación socioeconómica comunista
La construcción del socialismo constituye un aspecto de esencial significación para la comprensión, hecho de gran significación pues diversos factores han incidido en este proceso que tiene sus antecedentes en las aspiraciones de alcanzar una sociedad más justa y equitativa, elementos aportados por la teoría marxista leninista, un tema de gran valor en el contexto de la globalización y las políticas neoliberales enarboladas por los defensores del régimen capitalista para quienes resulta ya un tema pasado de época y que la experiencias de países subdesarrollados, tercermundista han mostrado que con la inteligencia, creatividad y disposición es posible hacer realidad lo expresado por los clásicos del marxismo de que este tránsito constituye una necesidad histórica para iniciar la nueva formación socioeconómica comunista
Para los profesionales de las distintas especialidades, en especial los de la educación resultan de gran importancia pues permite la adquisición de los conocimientos desde lo político-ideológico para así estar preparados en relación con conceptos y categorías fundamentales que les permita la comprensión de la construcción de la sociedad socialista en nuestro país, es propósito de estas breves notas, reflexionar entorno a abordar relación necesaria entre la economía política, el marxismo y la construcción socialista en la Cuba como fundamento teórico para la preparación del futuro profesional que asegure la defensa a ultranza de este nuevo régimen social
Desarrollo
Acerca de la teoría de la construcción del socialismo resulta imprescindible preguntarse ¿Qué es tránsito?; etimológicamente lo anterior permite plantear que transitar es pasar, vías sitio por donde se pasa de un lugar a otro, a nivel de la sociedad; es transitar de un modo de producción a otro, tránsito histórico que se da en el nivel de una determinada formación socio-económica. Momento inicial de ésta en el coexistan rasgos de ambas formaciones socioeconómicas, precisamente Carlos Marx y Federico Engels en su obra Crítica al Programa de Gotha exponen genialmente el lugar histórico del período de tránsito del capitalismo al socialismo
Acerca de la teoría de la construcción del socialismo resulta imprescindible preguntarse ¿Qué es tránsito?; etimológicamente lo anterior permite plantear que transitar es pasar, vías sitio por donde se pasa de un lugar a otro, a nivel de la sociedad; es transitar de un modo de producción a otro, tránsito histórico que se da en el nivel de una determinada formación socio-económica. Momento inicial de ésta en el coexistan rasgos de ambas formaciones socioeconómicas, precisamente Carlos Marx y Federico Engels en su obra Crítica al Programa de Gotha exponen genialmente el lugar histórico del período de tránsito del capitalismo al socialismo
En este proceso de interpenetraciones, interinfluencias, y contradicciones entre el viejo y el nuevo régimen, aparecen tipos de relaciones que van desde el establecimiento de compromisos de coexistencia temporal que pueden incluir diversas formas de entrelazamiento, de convergencias y de síntesis orgánica, hasta las formas más excluyentes e irreconciliables de lucha, razón por la cual los períodos transicionales, a diferencia de los que no lo son, abarcan un amplio espectro de posibles modificaciones, constituyendo un proceso de búsquedas permanente de las soluciones a las contradicciones y conflictos que se generan entre la vieja y la nueva cualidad.
La conformación de una teoría sobre la transición al socialismo en la actualidad no puede ser concebida, si no como un proceso de múltiples aproximaciones teóricas tal y como esto fue concebido por los clásicos del marxismo, quienes destacaban que la teoría del socialismo no debería ser una doctrina basada en elucubraciones teóricas de lo que sería la sociedad futura, sino como un método de análisis basado en todo el conjunto de ideas filosóficas, económicas, políticas, que unidos sintetizaban el marxismo y que en fin de cuentas orientaban hacia el análisis del proceso de subversión revolucionaria de la sociedad capitalista.
Partiendo de tal comprensión es que concebimos a la teoría de la transición al socialismo como el Marxismo aplicado como un todo al análisis del proceso de transición revolucionaria al socialismo, como una teoría económica, política y sociológica que estudia las condiciones, vías y formas de este proceso, es una etapa obligatoria en el desarrollo de la sociedad y su duración depende de múltiples factores tanto de índole nacional e internacional.
En tal sentido aseguramos que la sociedad cubana demanda hoy, de una economía política que refleje en toda su dinámica, la diversidad, contradicciones, complejidades, y tendencias, en ese proceso de tránsito, como eslabón importante en la construcción del socialismo, es este precisamente el gran propósito de estas breves notas, pues ello resulta vital y urgente dentro del pensamiento económico cubano sobre todo en la preparación del futuro profesional que asegure la defensa a ultranza de este nuevo régimen social.
La nueva economía política cubana en formación, parte de la herencia teórica marxista leninista y de la síntesis crítica de su práctica histórica como país del tercer mundo, subdesarrollado, bloqueado por la mayor y más agresiva potencia imperialista, que juega a cualquier precio para hacerla desaparecer, como nación independiente, por eso se debe tener en cuenta como paradigma el pensamiento económico del Che, cuando ubicó en el contexto cubano que: “no estamos frente al período de tránsito puro, tal como lo viera Marx en la Crítica al Programa de Gotha, sino (...) una nueva fase no prevista por él, primer período de transición al comunismo o de la construcción del socialismo”.
La dialéctica del comunismo en tanto que proceso práctico: “no es un estado que debe implantarse, un ideal al que haya de sujetarse la realidad. Nosotros llamamos comunismo al movimiento real que anula y supera al estado de cosas actual” o en otros términos: “la llamada sociedad socialista no es una cosa hecha de una vez y para siempre, sino que cabe considerarla como todos los demás regímenes históricos, una sociedad en constante cambio y transformación”. Es una tesis central de la teoría del desarrollo aplicada al comunismo de una enorme trascendencia para la conducción de la praxis histórica: formación y desarrollo de su economía política.
Engels presta gran atención a lo relacionado con la economía política, al considerarla en el sentido amplio como la ciencia de las leyes que rigen la producción y el intercambio de los medios materiales de vida en la sociedad humana”, y por consiguiente, “no puede ser la misma para todos los países ni para todas las épocas históricas (...)”, justifica su necesidad en las sociedades en transición. Ya lo había hecho Marx en sus estudios sobre el modo de producción asiático y la acumulación originaria del capital.
La puesta en práctica de la concepción leninista de la transición deriva de la teoría general del desarrollo marxista: predominio de la propiedad socialista, heterogeneidad económico-social, mecanismo económico plan-mercado y superestructural (política, democracia, cultura y otras) bajo el mando del proletariado. Lenin defiende la necesidad de la economía política del comunismo.
La era de Stalin dio al traste con la transición. Este proceso y su dinámica crearon condiciones para deformaciones del ideal socialista y humanista del marxismo: “dogmatismo intransigente”, “pragmatismo inconsistente” y la “apologética” en la economía política entre otras.
La experiencia previa y postderrumbe dan pie para subrayar, que el Che y Fidel, constituyen una fórmula particular, extraordinaria, de desarrollo desde el subdesarrollo, comandada por fuerzas que expresan el ideal de liberación de la clase obrera (en gestación, minoritaria o determinante) en alianza con otras clases y grupos sociales desde el poder político. La negación del gran capital no implica el rechazo a la presencia de otras formas de propiedad y producción en que se decide quién vence a quién y se centran las contradicciones y expectativas de esta formación económica social.
La acumulación originaria socialista, teoría general del desarrollo, está llamada a promocionar el salto histórico en el largo plazo de las fuerzas productivas atrasadas a la altura de la Revolución Científica Técnica, bajo formas socializadas que promuevan la identificación de los propietarios sociales como productores propietarios, aun en las difíciles condiciones de una base económica heterogénea con el máximo de igualdad, justicia social y equidad en que se forje un hombre nuevo, culto y libre, solidario, patriota e internacionalista.
El nuevo entorno de la transición en los países subdesarrollados, el derrumbe del socialismo y el paso a la restauración del capitalismo, la potenciación de la globalización neoliberal capitalista, la dictadura político-militar norteamericana, proletarización mundializada, unido a “teorías posmodernas” y del pensamiento único agudiza el conflicto del mundo que como expresara Fidel “la humanidad no tiene otra alternativa que cambiar de rumbo, es algo que no puede dudarse. ¿Cómo cambiará? ¿Qué formas de vida política, económica y social adoptará?”
El marxismo está obligado a dar las respuestas científicas de su tiempo que contribuya a la concientización cada vez más creciente de las masas populares en el ideal solidario, su organización y lucha por el poder.
La economía política de la formación económico-social de transición al socialismo en la periferia o como suavemente suelen llamarnos países subdesarrollados o en vías de desarrollo entre los que se encuentra Cuba, aún no existe como ciencia totalmente constituida.
El Che y Fidel están entre los pocos que en el mundo enfrentaron la apologética de la economía política del socialismo: rebeldes añejos exigieron una revolución en la teoría socialista, muchos quedaron en los diferentes escenarios pasmados por las “verdades” que aquella Economía Política “revelaba”, incluso algunos dieron por cierta la conclusión de la transición en Cuba.
El Guerrillero Heroico caló bien temprano en las insuficiencias de la teoría económica socialista, en que la “economía política aún no se ha desarrollado”, a la que hay quededicarse a investigar sus características primordiales, antes de elaborar una teoría económica y política de mayor alcance cuestión, decisiva en el contexto de la globalización neoliberal, que pretende acabar con las economías nacionales.
Cuba no es una excepción en los planes imperialista, hoy es una necesidad inexorable recurrir al Che, quien hace casi 50 años nos convocó a aplicar con el mayor rigor científico posible, y con la máxima honestidad todas nuestras energías, para desarrollar y aplicar correctamente los resortes de la economía política, reconocer su validez e importancia como parte inseparable del marxismo como ciencia y aplicar a su vez el método dialéctico consciente y creativamente.
La nueva economía política, entre nosotros, asume la tesis de Federico Engels respecto a la economía política en su sentido amplio y de la conciencia particular de su existencia, que Guevara nos propone desde Cuba con la pretensión de “darle valor de cierta universalidad a nuestros planteamientos”.
Su objeto de estudio real en estos tiempos se caracteriza por una base económica, que descansa en un sistema con dominio y predominio del tipo socialista de economía, el cual comanda el movimiento económico-social y espiritual de la sociedad, donde existen relaciones de propiedad heterogéneas sobre los medios de producción. Este proceso se desarrolla en íntima y multilateral interdependencia interna con la superestructura en unidad dialéctica. La construcción socialista promueve el desarrollo en las más difíciles condiciones de un mercado mundial transnacionalizado.
Cuba no avanzó lo que se espera en este terreno, a pesar de los grandes aportes prácticos de la Revolución Cubana y del pensamiento económico y político de Fidel Castro para su desarrollo sistemático, muestra de lo anterior son los errores cometidos en el período 1986, en que convocados por Fidel se decide buscar alternativas, se puso de manifiesto la creatividad e inteligencia de las amplias masas, para así rescatar la autenticidad de la revolución y nuestro proceso de construcción del socialismo en general, cuestión que hubo de interrumpir dado la debacle del modelo socialista eurosoviético en los inicios de la década de los 90 del siglo pasado, iniciándose así el período especial
El proceso de ajustes y reformas en China, Vietnam y en Cuba a partir de estos años, con sus particularidades nacionales tiende a la búsqueda de un modelo económico con características su- génesis correspondiente a países que proceden del subdesarrollo, las nuevas relaciones de producción se despliegan en un marco estructural y funcional dinámico y cambiante; en consecuencia, las leyes económicas son diversas, se yuxtaponen y contradicen dentro de la totalidad.
La nueva economía y sociedad en construcción colocan al factor subjetivo, a la superestructura, especialmente a la política, al mando del movimiento social como “expresión concentrada de la economía“, como bien expresara Lenin en una de su brillante obra.
A las complejidades prácticas y metodológicas antes expresadas se deben añadir: la inserción de proyectos al sistema capitalista transnacionalizado, por el momento minorías y en oposición, los impactos de las interdependencias mundiales, guerras locales, bloqueos, crisis sistémica global manifestada en la especulación financiera, crisis ecológica, políticas, alimentaria, bancaria etc., Así también las dinámicas y peculiaridades del Tercer Mundo, más los cambios sustanciales multilaterales que provoca la acelerada Revolución Científico-Técnica, sustento de la globalización neoliberal, que hace que la brecha sea cada vez más profunda y se agudice la contradicción entre los países del norte y del sur, entre pobres y ricos.
Se comprende que el potencial humano revolucionario altamente calificado, la elevación de la eficiencia, la calidad y la competitividad son vitales para enfrentar los retos del desarrollo, pero muchas tecnologías económicas empleadas necesariamente, no son neutrales; son un Caballo de Troya sumamente peligroso a estos proyectos sociales.
Hay que añadir, con premura, la teoría económica socialista desde los países subdesarrollados de manera, renovadora y crítica, para poder enfrentar la situación global del capitalismo y contribuir a desarrollar las ciencias económicas, sociales y por supuesto a la educación ideológica de nuestro pueblo en especial, a partir de que son los pueblos lo que hacen su propia historia, pero no a su libre albedrío, sino teniendo en cuenta las leyes del desarrollo social.
La teoría de la transición al socialismo debe ser concebida como una teoría económica de la transición, al considerar la dinámica que caracterizan a los procesos de producción, distribución, uso y consumo, como componente múltiple de la economía, ello exige que debe ser examinada como un supuesto sociológico de transición, en tanto sistema de métodos para penetrar en dicha realidad, que posibilite el análisis de los fenómenos que en ella acontecen y a partir de éste, llegar a las conclusiones y recomendaciones que fundamenten el ulterior desarrollo de un proyecto social concreto como es el caso de Cuba.
Las diferentes estrategias y políticas económicas, el papel de las relaciones monetario mercantiles y sobre todo la ley del valor en este período histórico permite comprenderla como una teoría política de la transición, que como sistema contribuya a la elaboración de los principales postulados que sirvan de guía e instrumento a la vanguardia política, en función de crear un nuevo tipo de relaciones sociales.
Y sobre todo tener en cuenta el contexto histórico internacional que acompaña a cada experiencia de transición socialista, este aspecto incluye además el análisis de los diversos modelos alternativos a la opción socialista en especial los de América Latina que coexisten hoy en el escenario mundial.
Estamos pues obligados a desarrollar el Marxismo de nuestro tiempo ael que nos llamaba el Che: “retomar la buena senda (...) desde este pequeño país en desarrollo” precisamente el Sexto Congreso del Partido Comunista, celebrado en el mes de abril 2011, convocó a todo el pueblo a la actualización del Modelo Económico.
Al trazar una serie de lineamientos políticos económico y social, analizado, discutido y enriquecido no sólo por su miembros sino por todo el pueblo, en aras de garantizar la continuidad e irreversibilidad del Socialismo Cubano como única alternativa de supervivencia, para alcanzar de este modo el necesario desarrollo económico social del país, que al decir de Fidel sigue siendo una deuda para con la Revolución Cubana
Ante los luchadores sociales por un mundo mejor, necesario y posible, sustentado en la prevalencia de la propiedad social sobre los medios de producción, se les presenta un gran reto en la que tendrá inexorablemente que hacer cumplir el principio de distribución socialista “de cada cual según su capacidad a cada cual según su trabajo” máxima muy bien expuesta por los clásicos del marxismo plasmado en sus escritos.
Esto es posible si hay capacidad nacional de resistencia, de adoptar un camino diferente, si hay democracia, justicia, equidad, participación creativa del pueblo, si hay planificación flexible, conjugada con eficiencia social, si hay inserción exitosa en el entorno mundial, y si además existe unidad interna en la defensa del proyecto. Otro aspecto importante es también si se cuenta con liderazgo y autoridad basado en el prestigio y en los valores éticos, culturales y humanos, si hay organización para esa resistencia tanto en las distintas esferas del desarrollo económico, político, ideológico, ético e incluso militar,
Y si hay además no solamente organización, sino organizaciones que estructuren esa capacidad de resistencia y realmente la movilicen y la hagan efectiva en todos los niveles, precisamente Cuba, cuenta a nuestro modo de ver con esas armas, que con la unión de voluntades y la disposición de dar todo lo mejor de los cubanos se podrá materializarse el proyecto social socialista que se aspira.
Conclusiones
La opción socialista de desarrollo debe partir de un factor decisivo, y es que en última instancia lo determinante es el factor económico, sin el cual, no se puede sustentar ningún proyecto social. No se debe ignorar que sin "economía sólida todas las aspiraciones políticas y sociales se convierten en un sueño utópico.
La opción socialista de desarrollo debe partir de un factor decisivo, y es que en última instancia lo determinante es el factor económico, sin el cual, no se puede sustentar ningún proyecto social. No se debe ignorar que sin "economía sólida todas las aspiraciones políticas y sociales se convierten en un sueño utópico.
Esto se mantiene en el hecho de que tanto la construcción de un socialismo anticipado o retardado son dañinos para el desenvolvimiento de la sociedad, el primero, atrofia el adecuado desenvolvimiento de las fuerzas productivas, con la particularidad de que su crisis es visible en el largo plazo, el segundo, tiende a frenar la efectiva socialización socialista, lo cual avanza cuando no se logra democratizar el proceso de gestión social y a esto habrá que prestar una exhaustiva atención elemento esencial para la preparación del futuro profesional encargado de materializar con sus conocimientos preservar este proyecto socialista.
Es entendible entonces que el Marxismo como doctrina teórica coloca como problemas económicos de primer orden, el rendimiento del trabajo, en especial la utilidad individual, y la creación de condiciones para eliminar del reino humano el egoísmo e individualismo para sentar las bases de la cooperación y la fraternidad entre los miembros de la nueva sociedad
Esta es precisamente la alerta de la teoría Marxista Leninista y por supuesto el desafío que debe enfrentar la dirección política de cualquier país, si realmente quiere perfeccionar su modelo económico como es el caso de Cuba en el que todas las condiciones están dadas para el logro exitoso de ese noble empeño sobre todo de los futuros profesionales.
Bibliografía:
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Guevara, E. (1977). Escritos y Discursos. T. 8. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales.
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Lecciones de la Economía Política de Construcción del Socialismo. (1991). Escuela Superior del Partido “Ñico López”
Lineamientos de la política económica y social del Partido y la Revolución. Periódico Granma 18 abril, 2011.
Martínez Martínez, O. Cuba y la globalización de la economía mundial. Intervención en seminario de Globalización de la Economía Mundial. Memorial “José Martí”, La Habana, 30 de abril 1997. Disponible en:http://www.redem.buap.mx/acrobat/martinez1.pdf.
Rodríguez R, C. (1979). Cuba en el tránsito al socialismo. 1959-1963. La Habana: Editora Política.
Vilá Blanco, D. (2000). Las reformas y su lugar en la transición al socialismo, en: Teoría Socio-política. Selección de temas tomo I. La Habana: Editorial Félix Varela.
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