Fotos de Psicipedagogo A Su Órden Acarigua Araure https://t.co/MMAaeC69MO— CARMEN TERESA MOLINA (@CARMENLacatira) 16 de diciembre de 2016
Fonoaudióloga Tamara Allende
En nuestro país, es bastante común encontrarnos en las escuelas y liceos con niños a los que les cuesta pronunciar determinados sonidos del habla. Estos niños tienden a reemplazar aquel sonido que le es más difícil por uno que le sea más fácil, o simplemente intentan pronunciarlo correctamente, sin lograrlo. Es así como podemos observar a Juan, quien cursa 4° año básico y que cambia el fonema /rr/ por el fonema /g/ en todas sus emisiones, es decir, palabras como /ratón/ o /rueda/ se transforman en /gaton/o /gueda/, respectivamente. En segundo lugar tenemos a Claudio, quien cursa 1° de enseñanza media, y que en vez de reemplazar el sonido /rr/ por otro, intenta decirlo pero, se aprecia un sonido extraño que se acerca a la /rr/ original, pero sin llegar a serlo.
En ambos casos podemos estar presentes frente a una dislalia de la etapa escolar.
Según Pilar Pascual, el concepto de dislalia corresponde al trastorno en la articulación de los fonemas, ya sea por ausencia o alteración de algunos sonidos concretos, o, por la sustitución de estos por otros de forma improcedente. Se trata entonces de una incapacidad para formar correctamente ciertos fonemas o grupos de fonemas, tanto vocálicos como consonánticos.
Cabe destacar que se habla de dislalia, sólo cuando estas dificultades persisten más allá del periodo de adquisición de cada fonema; por ejemplo, en chile el fonema /rr/ se adquiere normalmente hasta los 5 años de edad, por lo tanto, un niño de tres años con dificultades en la pronunciación del mismo, se considera dentro del periodo de adquisición. Sin embargo si el mismo menor, continúa con dichas dificultades a los 6 o 7 años de edad, ya estamos frente a una dislalia. El periodo de adquisición es distinto para cada sonido del habla y para cada cultura. En nuestro país, el último sonido en adquirirse es la /rr/ por lo que un niño de 6 años ya debería ser capaz de pronunciar adecuadamente todos los sonidos de nuestro idioma.
Se debe separar entre dos grandes tipos de dislalia, dependiendo de cuál sea la causa de la misma. Tenemos así, que cuando la dificultad en la articulación se encuentra dada por una alteración anatómica de los órganos que participan en el proceso de habla, estaremos frente a una dislalia de tipo orgánico. Sin embargo cuando, a pesar de que todas las estructuras implicadas en el habla no presenten alteración anatómica, el menor no es capaz de manejar correctamente dichas estructuras para emitir los fonemas, hablaremos de una dislalia funcional.
Es importante señalar que si estas dificultades nunca se han corregido a través de terapia formal, la dislalia puede permanecer incluso durante la adolescencia y adultez.
¿Qué se puede hacer? Será el tema que trataremos en un próximo post.
Dislalia en etapa escolar (parte 2)
Fonoaudióloga Tamara Allende
¿Qué se debe hacer?
Una vez que nos damos cuenta que nuestros niños, en etapa escolar, presentan dificultades en la emisión de uno o varios fonemas, debemos acudir de forma inmediata al profesional especialista en el tema; en el caso de nuestro país, al fonoaudiólogo. Dicho profesional será el encargado de determinar las posibles causas y el tipo de error específico que se comete, para que, de esta manera, se genere el plan de intervención que guie al menor hacia la adquisición adecuada del fonema con dificultades.
Es importante señalar que las dislalias pueden traer una gama importante de consecuencias negativas para el escolar al no ser tratadas. La primera de estas consecuencias, y en muchos casos la más importante para el menor, es el rechazo o las burlas de parte de sus pares, lo que puede repercutir en la apreciación de sí mismo y en la autoestima. Pero no debemos olvidar, que la emisión de un fonema de manera incorrecta se relaciona con una mala posición de la lengua al momento de la producción, lo que repetido en el tiempo durante la niñez y la adolescencia, puede desencadenar en alteración en el equilibrio de los músculos de cara y boca, provocando dolor e incluso cambios patológicos en la estructura de de la arcada dentaria, siendo el cambio más frecuente; mal posición de dientes en proceso de crecimiento y mordida abierta.
En resumen, la dislalia es una patología que se caracteriza por una manera de hablar con errores en la articulación de uno o varios fonemas, impresionando el habla como la de un niño menor a la edad real. Se presenta en etapas tempranas de la niñez, pero al no ser tratada puede mantenerse hasta la vida adulta, acarreando consecuencias negativas en distintas esferas del desarrollo.
Bajo Rendimiento Escolar (parte 2)
Psicóloga Denisse Ramírez
¿CUANDO INTERVENIR?
No hay que apresurarse y establecer un diagnóstico prematuro. Antes del segundo semestre del segundo básico no se puede hablar de trastornos de aprendizaje. En el proceso de aprendizaje es posible que veamos que nuestro hijo presenta escritura en carro, hace cambios de letras, omite o agrega letras; quizás tenga dificultades de lectura, problemas con el tamaño y la organización de la información escrita o haga números invertidos. Estos son problemas propios del proceso de adquisición de la lectoescritura y el cálculo: no debemos alarmarnos. En el segundo año básico ya es posible hacer un diagnóstico más específico. Y es ahí cuando tenemos que estar muy atentos a los:
SINTOMAS
Si notamos que, a pesar de su esfuerzo el rendimiento de nuestro hijo no mejora, estamos ante los primeros indicios. Es importante entonces estar atentos a si nuestros hijos:
- tarda más que la mayoría de los niños en hablar,
- presenta problemas de pronunciación,
- tiene vocabulario pobre,
- muestra dificultad para aprender colores, formas, números,
- presenta dificultades en la coordinación visomotora (dibujos pobres, mal realizados de acuerdo con su edad),
- presenta dificultades de concentración y atención (por ejemplo, no termina las tareas),
- su atención es variable,
- no recuerda instrucciones,
- le cuesta organizar su actividad,
- actúa como si tuviese un “motor” interno que no para (caso de hiperactividad).
SUGERENCIAS GENERALES
En primerísimo lugar, claro, debemos observar. Como un cazador atento, nunca dejar de estar alerta. Así podremos detectar rápidamente si nuestro hijo tiene algún tipo de problema que afecta su rendimiento escolar. Para hacer más fácil la práctica, presentamos un punteo de los síntomas generales. En los casos de bajo rendimiento escolar sucede que el niño:
- Se esfuerza y no obtiene una mejoría,
- Presenta angustia o rechazo hacia la tarea escolar,
- Está perdido en las clases,
- Tiene “cuadernos en blanco”, no tiene su material,
- No logra mantener la información relativamente ordenada,
- Muestra sentimientos de incapacidad frente a las obligaciones.
Una vez que observamos que nuestro hijo presenta problemas de aprendizaje, debemos intervenir. Algunas acciones que podemos emprender:
- Definir el problema. (ya vimos que los hay de distinto tipo: sensoriales, emocionales, o más específicos de aprendizaje);
- Acompañar al niño en su estudio, observar cómo resuelve las dificultades y cuánto está atendiendo;
- Conversar con profesores y pedirles información;
- No enjuiciar; el rendimiento escolar es sobrevalorado en nuestra cultura, el bajo rendimiento en un niño pequeño no determina su futuro;
- Buscar ayuda psicológica y psicopedagógica para apoyar al niño en el desarrollo de sus destrezas;
- Reconocer las áreas en las que es competente y alentarlo, estimularlo: es importante renovar la autoestima del pequeño;
- Adecuar las expectativas a la realidad del niño sin dejar de estimular y sin presionar.
- Buscar un establecimiento apropiado para sus necesidades;
- Y siempre que tengamos dudas consultar a especialistas.
Enseñanza de la Escritura en los Niños
Psicopedagoga Nadia Olivares
La escritura es un sistema de comunicación y expresión complejo de adquirir. El nivel de madurez necesaria para comenzar dicho aprendizaje es a los 6 años aproximadamente, siempre y cuando se hayan realizado actividades preparatorias, abarcando el lenguaje, motricidad, lateralidad y grafomotricidad, las anteriores entrenarán al niño a manejar útiles como el lápiz, pincel y /o tiza y, de esta manera, ejercitar la coordinación oculo-manual. Los menores que se encuentren privados de esta etapa y son ingresados a la enseñanza formal de la escritura, requerirá de un período inicial de desarrollo de los factores antes mencionados.
Cabe destacar que el aprestamiento para la escritura, depende de la madurez física y la experiencia escolar y no sólo de la edad mental. Tomando en cuenta el desarrollo de la musculatura gruesa y fina, así como también el interés por comunicarse por escrito.
Debemos tomar en cuenta al momento que el menor realice tareas grafomotrices:
-Postura corporal.
-Toma del lápiz.
-Motivación y al momento de realizar la escritura.
Para padres que se están separando
Psicóloga Paula Valdebenito
Mensajes para los padres:
- No caer en la sobreprotección de los hijos por pena, hay que tratar de tratarlo como un niño “normal” de su edad, sino no lo ayudamos a crecer, acabará comportándose de forma inmadura y más infantil de lo que corresponde.
- Todas las personas tienen virtudes y defectos; también los padres
- Es preferible que los días de encuentro con el padre, no se llenen excesivamente con actividades, si se ocupa todo el tiempo con demasiadas cosas, no habrá tiempo para hablar, ni comunicarse.
- Los puntos más conflictivos de los padres tras la separación suelen ser los hijos, el dinero y las nuevas relaciones. Intente ser objetivo y no intentar poner el hijo de su parte. Hay que intentar solucionar estas cosas, sin involucrar a los hijos.
- No hacerle creer a los hijos que se “separarán momentáneamente” ya que esto crea esperanzas en los hijos y cualquier actitud cariñosa entre los padres la interpretará.
- No es recomendable (antes de los 14 o 15 años) que se le haga escoger con qué padre desea vivir ya que ellos aman a ambos padres y provoca sentimientos de culpa.
- Evitar hacerle la petición aunque sea sutil, que tome partido a favor o en contra de una de los padres, igual no hablar mal del otro progenitor, ni que la familia cercana lo haga.
- Es un proceso doloroso y hay que vivirlo y ellos se dan cuenta de que los padres sufren
Lo más importante no discutir, pelear ni desautorizarse delante de los hijos, ponerse de acuerdo en privado sin que los hijos lo noten, manifestando su punto de vista de manera tranquila, escuchando también la opinión del otro.
El Lenguaje en los Adultos Mayores
Fonoaudióloga Tamara Allende
“Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena”
Características del lenguaje en envejecimiento normal
El envejecimiento es un proceso continuo, universal e irreversible, que lleva a un decaimiento de las funciones de nuestro cuerpo.
Así como se ven afectados nuestros sistemas sensoriales, como la visión y la audición, o nuestro sistema motriz, debido a alteraciones musculares y óseas; nuestro cerebro también sufre cambios importantes, entre los que destacan la disminución del tamaño de nuestras neuronas, de las conexiones existente entre ellas y del metabolismo basal con el cual trabajan. Debido a lo anterior todas aquellas funciones que se alojan en nuestro sistema nervioso central tales como la memoria, la atención y el lenguaje, entre otras, sufren un enlentecimiento y no funcionan de manera tan eficiente como en nuestra juventud.
En lo que al lenguaje se refiere, el adulto mayor presenta dificultades principalmente para encontrar las palabras que quiere pronunciar, a pesar de conocerlas, fenómeno conocido como “de la punta de la lengua”.
Dicho fenómeno lleva a que se demore mayor cantidad de tiempo en responder a preguntas o que comience a dar vueltas al tema como instrumento compensatorio.
Además de lo anterior, los adultos mayores presentan dificultades para comprender estructuras gramaticales más complejas y discursos, y para elaborarlos. Dichas dificultades más que deberse a una alteración del lenguaje propiamente tal ,se debe a alteraciones que ocurren en otros sistemas cognitivos y que influyen en el rendimiento lingüístico, entre ellos: la atención, la memoria, y la capacidad de manejar y organizar información de mayor complejidad.
¿No hay nada que hacer para revertir esta situación?
Por supuesto que podemos tomar cartas en el asunto y favorecer un envejecimiento con mayor funcionalidad a nivel cognitivo.
Cuando nos imaginamos un cerebro debemos hacerlo como un órgano que tiene vida dentro de nuestro cuerpo y que responde a la estimulación que el medio le entrega. Si realizamos una analogía podemos clarificar este hecho. Aquella persona que se debe quedar en cama por una gran cantidad de días, puede notar que cuando desea ponerse de pie, las piernas se sienten muy débiles, evidenciando un pequeño grado de atrofia. De igual manera, aquel cerebro que no se entrena comienza a sentirse más débil, y a responder de manera menos eficiente; Por lo tanto la mejor manera de enfrentar los cambios producidos por la edad, es precisamente esa; entrenar a nuestro cerebro.
Cómo reconocer alteraciones del lenguaje patológicas?
Debemos poner atención frente a las siguientes características en el lenguaje, las cuales nos alertan de una patología mayor:
- Dificultades para comprender oraciones sencillas.
- Cambia las palabras o inventa palabras nuevas para referirse a objetos cotidianos.
- Realiza oraciones cortas y omite artículos, preposiciones.
- No conjuga verbos al hablar.
- Presenta dificultades importantes para articular los sonidos.
- No logra repetir palabras u oraciones.
¿Qué debo hacer si reconozco alteraciones del lenguaje en mis adultos mayores cercanos?
En el adulto mayor con envejecimiento normal, podemos lograr un lenguaje más eficiente, mejorando considerablemente la calidad de vida, al trabajar en paralelo con otras funciones cognitivas.
En el adulto mayor con patología, la estimulación lingüística logrará en algunos casos revertir ciertas dificultades del lenguaje y en otros retardar la aparición de nuevos síntomas; con el fin de lograr un sistema de comunicación funcional con el medio que lo rodea.
En ambos casos, el camino comienza con una visita al neurólogo ó al fonoaudiólogo, los que sabrán orientarlo en relación a las características particulares que presente su familiar.
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