Capítulo 4Método de aprendizaje perceptivo-discriminativo
CLASIFICACIÓN
Las actividades de clasificación son aquellas actividades de selección, asociación y agrupamiento de varios objetos pertenecientes a una misma categoría o que tienen una cualidad o propiedad común a todos ellos.
De un conjunto grande de objetos es preciso elegir y poner juntos todos los que tienen una o más cualidades compartidas. Un ejemplo sería llenar un cesto o caja con varios objetos mezclados, como animalitos de plástico, cochecitos y lápices. El niño tendrá que separar en tres grupos, los animalitos, los coches y los lápices. Esta tarea es muy sencilla para los niños que han hecho tareas de asociación uno a uno. Inicialmente se le ofrecerán objetos iguales para cada uno de los grupos. Pronto será capaz de agrupar todos los animales aunque sean diferentes entre sí y haya gatos, perros, gallinas, agrupará todos los coches aunque sean de diferentes tamaños, colores y marcas, y pondrájuntos todos los lápices aunque sean gruesos, delgados y de varios colores. Estas tareas también pueden realizarse con maderitas o cartulinas con imágenes pegadas o dibujadas. Esto permite variar más la clase de objetos a clasificar y cambiar el criterio de clasificación. Será preciso que este material no ofrezca dificultades manipulativas que le distraigan del objetivo fundamental que es la clasificación.
Puede suceder que el niño no haya aprendido aún los nombres de todas las cosas que clasifica, pero sabe el concepto y ha captado cuáles pertenecen a un mismo grupo. La reiteración de las tareas correctamente realizadas en los diversos ejercicios de asociación, selección y clasificación hace posible que el alumno con síndrome de Down amplíe su lenguaje comprensivo de un modo muy notable. De hecho, los niños aprenden los nombres de muchas cosas que nunca han visto en el mundo real y comprenden que esas representaciones gráficas, fotos, dibujos y "objetos" pequeños (coches, animales, etc.), evocan algo real que existe y que podrán reconocer cuando lo vean. También aprenden de este modo los nombres de los objetos familiares que asocian y clasifican.
Estas actividades facilitan la generalización porque permiten atribuir el mismo nombre a varias cosas diferentes, pertenecientes al mismo grupo. Por ejemplo el nombre «mesa» sirve para todo tipo de mesas: ovaladas, cuadradas, rectangulares, camillas, grandes, pequeñas, de una pata central o de varias patas. El nombre de «perro» sirve para todos los perros de las distintas razas, o el de «coche» para coches de distintas marcas, colores y tamaños.
La clasificación facilita una flexibilidad mental en virtud de la cual se comprende que un objeto determinado puede pertenecer a grupos diferentes en función del código de clasificación que se establezca. Por ejemplo, si se tiene un triángulo grande, amarillo, grueso y rugoso, podrá agruparse con los triángulos, con los objetos grandes, con todo lo que es amarillo, con lo grueso o con los que son de superficie rugosa. El niño realiza una actividad mental cuando abstrae la cualidad común compartida por varios objetos que son diferentes entre sí y realiza una clasificación atendiendo a ello. Cada vez que se le pide que ponga juntos todos los objetos que son rojos, todos los objetos que son grandes o los que son juguetes, sus capacidades de atención, observación, percepción y discriminación se enriquecen con el desarrollo de la capacidad de abstracción.
MODO DE TRABAJAR
Para las actividades de clasificación se utilizarán varios grupos de objetos, cada uno de una «familia» determinada. Siempre que sea posible se tendrán en 2 tamaños y en varios colores, para que puedan agruparse según diferentes cualidades o propiedades, como la familia o grupo al que pertenecen (animales, frutas, juguetes), el tamaño, el color y la forma.
La tarea clasificatoria se realiza de un modo más fácil y organizado si se dispone de cestos, cuencos o platos, encima o dentro de los cuales van colocándose los objetos que deben agruparse.
También puede hacerse sobre cartulina o simples hojas de papel en las que, si es necesario, se puede trazar un pequeño dibujo que sirva de referencia sobre los objetos que deben colocarse encima, como puede ser un arbolito, un coche, un muñeco, una forma geométrica o unas manchas de color. Esta ayuda se retirará pronto para que el niño recuerde mentalmente las órdenes verbales.
Los objetos más útiles para realizar este tarea en el trabajo de mesa son los bloques lógicos, las fichas, los cubos y esferas de madera o plástico, las colecciones de animalitos domésticos de plástico o madera, los juguetes pequeños como casas, árboles, coches, muñecos, platos, vasos, tazas, cucharillas. Todo esto permite realizar actividades de clasificación muy variadas. De este modo el alumno comprenderá y sabrá transferir a situaciones diferentes y a la realidad de la vida ordinaria, la capacidad de agrupar o clasificar según un criterio dado. Muchos trabajos que podrá realizar después como adulto en fábricas, almacenes, oficinas, tiendas, hoteles, etc., contienen diversas tareas de selección y clasificación.
Es muy conveniente que la familia colabore incorporando al niño en las diferentes actividades que se realizan en el hogar, entre las que están incluidas muchas de clasificación como son las de recoger la vajilla y los cubiertos, separar los grupos de ropa que se meten en la lavadora, ordenar cuentos y juguetes, vaciar y guardar en su sitio la compra del supermercado, etc. Esta práctica en un ambiente natural es un medio valiosísimo para conseguir la transferencia, la generalización y la consolidación de los aprendizajes que se realizan en el aula.
Es muy importante darse cuenta de que con este tipo de actividades el alumno desarrolla también sus capacidades de orden y de organización, muy útiles en circunstancias variadas de la vida ordinaria. De hecho, conforme van creciendo, es una de sus características personales.
DENOMINACIÓN
La denominación es una actividad de lenguaje expresivo en la que el alumno nombra los objetos así como sus propiedades, cualidades y posiciones espaciales.
Conocidas las dificultades de articulación y lenguaje expresivo de los alumnos con síndrome de Down, no debe exigirse al niño la perfección articulatoria, dado que el objetivo aquí no es la inteligibilidad del habla. Es suficiente que emita sonidos distintos para los diferentes estímulos, de modo que un mismo sonido lo utilice siempre y sólo para un mismo objeto o una propiedad. Por ejemplo, si se trata de denominar una fila de cubos de 2 tamaños y varios colores, es posible que el niño con síndrome de Down de 4 años vaya haciendo una «lectura»: «ande - azul», «eño - rojo» y el profesor la dará por válida, sin exigirle mejor pronunciación, porque entiende muy bien que el alumno quiere decir «grande - azul», «pequeño - rojo». Lo que interesa en ese momento es la fluidez cognitiva y mental, más que la claridad del habla. Este objetivo ya se trabajará en otros momentos, como una parte específica y concreta del aprendizaje del lenguaje expresivo.
Las actividades de denominación pueden enfocarse directamente como ejercicios de pre-lectura, facilitando al niño que adquiera el hábito de seguir la dirección visual correcta, de fijarse en cada objeto o dibujo y de decir al mismo tiempo la palabra o palabras que corresponden. De este modo, cuando llegue el momento de leer una frase o palabra, tendrá adquirido el hábito de empezar por la izquierda y de seguir hacia la derecha. La señalización con el dedo es una estrategia de ayuda que el niño descubrirá y utilizará pronto, o que el educador deberá enseñarle para evitar que pase de un estímulo al siguiente sin haber terminado de nombrar el anterior o de definir sus propiedades. Como hemos dicho, es frecuente que la actividad motora preceda a la verbal, por lo que es preciso ayudar al niño a realizarlas de un modo simultáneo, lo que supone que es necesario inhibir el movimiento si su tendencia es la de anticiparse.
GENERALIZACIÓN
Un aprendizaje es útil cuando está consolidado, no se olvida y puede hacerse uso de él en otros contextos diferentes al de la situación de enseñanza. En este caso, la generalización supondrá que el alumno con síndrome de Down aplicará sus conocimientos de "aula" a su ambiente natural, ordinario, asociando, seleccionando, clasificando e incluso explicando las semejanzas y diferencias de las cosas, por qué van juntas, etc. Habrá adquirido la capacidad de observar el ambiente y de percibir cuáles son los estímulos para actuar de un modo coherente y lógico ante lo percibido. Para conseguirlo, desde el comienzo de este programa, se intentará que el alumno haga uso de las habilidades y capacidades desarrolladas en el aula en otras situaciones ambientales naturales.
La dificultad para transferir y generalizar conocimientos a contextos diferentes es común en las personas con dificultades de aprendizaje por capacidad intelectual disminuida. Este es el caso de las personas con síndrome de Down. Por ello, si se tiene en cuenta siempre, se procurará darles oportunidades variadas para practicar lo aprendido en otros momentos y lugares. El niño con síndrome de Down es bastante hábil para captar visualmente y darse cuenta de lo que ve, aunque no pueda expresarlo. Sus capacidades visuo-perceptivas son suficientemente buenas como para darse cuenta de muchos detalles que localiza y que puede encontrar y señalar. Por ello, conviene aprovechar las situaciones ordinarias del hogar, de los paseos y de las compras, para que el niño se fije en determinados estímulos y, de acuerdo con los objetivos elegidos previamente, sea capaz de nombrar, de señalar o de actuar de un modo correcto cuando aparezca una de esas señales. El niño tiene que darse cuenta de que asociar 2 cochecitos iguales en la clase es el mismo tipo de tarea que la de poner 2 latas de tomate iguales una al lado de la otra, o la de emparejar calcetines.
Por ello se le pedirá, habitualmente, que ayude a recoger los juguetes, que guarde los cubiertos en sus cajetines, que vacíe el lavavajillas, que ordene el armario de los zapatos. En las tareas ordinarias, vividas con el niño, haciéndole un participante activo en el hogar y en el colegio, se le dará una información verbal precisa, correcta y concreta. Así aprenderá, de un modo natural y vivido, conceptos y nociones como dentro, fuera, encima, debajo, lejos, cerca, al lado, delante, detrás, grande, pequeño, vacío, lleno, y otros muchos. Tardará tiempo en dar explicaciones de sus acciones, pero habrá aprendido conceptos que podrá expresar en cuanto madure su capacidad verbal. De este modo, aprovechando la etapa evolutiva de un niño pequeño con síndrome de Down, se sale al frente de algunas de sus dificultades y va preparándose para progresos posteriores más complejos.
APÉNDICE 1: Material para el aprendizaje perceptivo-discriminativo
CARACTERÍSTICAS GENERALES
Una de las características más importantes de la enseñanza en general, y que reviste mayor trascendencia en la enseñanza especial, es la necesidad de disponer de abundante material y de que el material sea de excelente calidad. Consideramos que el material la tiene si está bien diseñado para el objetivo que se pretende alcanzar, si es atractivo para el alumno, si está realizado para que dure, si no es peligroso por la pintura o las piezas que contiene y si es fácil de manejar. El material que se utiliza para el desarrollo de la atención, la observación y la percepción debe ser seleccionado o preparado atendiendo de un modo especial al color, a la calidad y a la claridad de las imágenes o dibujos, que deben ser reconocibles, con contornos nítidos, destacables fácilmente del fondo, tanto si es un solo dibujo como una escena o un paisaje. También es preciso cuidar la calidad artística que fomente el gusto estético.
Debe evitarse aquello que pueda confundir al niño e inducirle a errores, o exigirle esfuerzos sensoriales y perceptivos exagerados. Se buscará lo que atraiga la atención e interés del niño, lo que le guste y le predisponga a mirar, a mantener la atención, a observar, a percibir y a distinguir.
Para llevar a cabo un correcto programa de aprendizaje y desarrollo discriminativo no es preciso comprar muchos juguetes comerciales y caros. Tampoco es imprescindible disponer de todo el material que aquí enumeramos. El programa de aprendizaje discriminativo, por sus características y por los objetivos que se persiguen puede realizarse con eficacia utilizando objetos de uso común en la escuela y en el hogar, y preparando "artesanalmente" las tarjetas, las láminas y las hojas de trabajo de cada alumno. El objetivo del listado, de los ejemplos que presentamos y de los consejos prácticos que damos, es el de facilitar a los educadores que comienzan -sean profesionales o familiares del niño- una serie de ideas que les permitan usar, elaborar y crear los materiales y los ejercicios adaptados expresamente para su alumno.
MATERIAL RECOMENDADO
De uso común
- Calcetines, zapatos, zapatillas, botas, guantes.
- Vasos, tazas, cucharas, cucharillas, tenedores, cuchillos.
- Cuencos, cazuelas, tapaderas.
- Botes, frascos, cajas, tubos, con sus tapas y tapones.
- Botones, corchos, tornillos y tuercas, monedas, pinzas, clips, chinchetas, palillos.
- Nueces, avellanas, garbanzos, alubias, lentejas.
- Cestos, bandejas, platos. Cualquier recipiente que sirva para meter o para poner encima.
Conviene disponer como mínimo de 2 objetos iguales de cada uno de ellos, para que puedan emparejarse.
MATERIAL RECOMENDADO
Otros objetos
- Cubos de madera o de plástico, de tres tamaños (3, 2,5 y 2 cm. de lado), de colores rojo, amarillo, verde y azul. Pueden tener un agujero para ensartarlos.
- Fichas circulares de plástico o de madera, de tres tamaños (3, 2,5 y 2 cm. de diámetro) de colores rojo, amarillo, verde y azul.
- Bolas de plástico o madera de tres tamaños (3,5, 2,5 y 1,5 cm. de diámetro), de colores rojo, amarillo, verde y azul, con un agujero que permita ensartarlas en palos y enfilarlas en un cordón grueso.
- 4 palos verticales, individuales, sobre soporte de madera, de 14 cm. de alto, pintado cada uno de un color, en rojo, amarillo, verde o azul.
- Soportes rectangulares, con 4 palos verticales, de alturas decrecientes, pintado cada uno de un color, rojo, amarillo, verde y azul. El diámetro del cilindro vertical debe permitir que puedan insertarse las bolas antes citadas.
- Anillas de madera o de plástico, de 2 o 3 tamaños.
- Platos y vasos de plástico, de 2 tamaños, de colores rojo, amarillo, verde y azul.
- Tableros agujereados de madera o de plástico en los que puedan insertarse cilindros, tarugos pequeños o tachuelas de plástico (el llamado juego "colorines"), con las piezas correspondientes para meterlas en los agujeros.
- "Plantillas" de formas geométricas diversas, de 2 tamaños cada una, realizadas en casa, en tablas de madera. Estas plantillas facilitan la preparación rápida del material siguiente: formas geométricas en papel de charol y en cartulina para recortar y pegar, los perfiles de esas formas realizadas en una hoja de trabajo para colorear, asociar, componer encima una pieza recortada en 2 o 3 trazos, etc.
- Sellos de caucho para estampar, con dibujos que puedan reconocerse bien. Estos sellos con sus correspondientes tampones de tinta, son muy útiles para la preparación rápida de material de trabajo en hoja de papel.
- Pinturas gruesas de cera, lápices y rotuladores de diferentes grosores y varios colores.
- Folios, cuartillas, cartulinas, papel charol, etiquetas autoadhesivas blancas y de colores, pegamento de barra, tijeras, regla, sobres de plástico de varios tamaños para meter y proteger las tarjetas y láminas que se preparan.
MATERIAL RECOMENDADO
Juegos educativos comerciales
- Tableros de madera con excavados («encajes») de formas geométricas y de otros dibujos, que se encajan en los huecos del tablero.
- Huchas, buzones y cajas con huecos de formas variadas para meter por ellos diferentes volúmenes: esfera, cubo, cilindro, pirámide, paralelepípedo.
- Vasos y aros en tamaños decrecientes para encajar uno dentro de otro o para apilarlos haciendo torres.
- Pirámides con aros u otras piezas de distintos tamaños para meterlos por un soporte vertical.
- Toneles, cilindros, cajas, huevos, muñecas rusas, para abrir-cerrar, meter-sacar y guardar todos. También sirven para asociar por tamaños o colores.
- Juegos de encajar a presión como legos, tente, bambino, cuentas de ensamblar u otros semejantes.
- Juegos memory de madera y cartón con dibujos reconocibles, cuyos contornos destaquen para que sea fácil percibir la figura sobre el fondo.
- Juegos loto de madera y de cartón, con dibujos que reúnan las mismas características que los memory.
- Puzzles de madera o de cartón grueso, de 2, 3, 4, 5, 6 o más piezas. El nivel de dificultad esta en función del número de piezas, de la imagen que debe componerse, del tamaño de las piezas a unir, de los cortes que tengan, etc.
- Rompecabezas de cubos, de 4 a 9 piezas, de cartón plastificado o de plástico pintado. Conviene disponer siempre de las láminas-modelo que facilitan al niño la búsqueda y localización del lado del cubo que necesita. Este material es un magnífico complemento de los puzzles porque añade la dimensión espacial.
- Barajas infantiles para formar "familias", de animales, de profesiones, de personas de distintas razas, de cuentos conocidos, etc.
- Tarjetas o barajas preparadas para el área de lenguaje con dibujos conocidos por el niño. Conviene que los nombres de los objetos contengan todo tipo de sílabas y sonidos iniciales.
- Bloques lógicos (triángulo, círculo, cuadrado, rectángulo) de madera, de plástico o de cartulina, de 2 tamaños, 2 grosores, 2 texturas, de colores rojo, amarillo, verde y azul. A veces es difícil encontrarlos con todas las cualidades que se señalan. Pero como no es totalmente imprescindible, pueden usarse los que se encuentren.
- Plantillas de plástico con formas geométricas de varios tamaños. Sirven las que usan los dibujantes.
- Juguetes variados, pequeños, de plástico o de madera como animalitos, cochecitos, muñecos, árboles, canicas, etc. de varios tamaños y colores. Todos deben estar repetidos al menos una vez.
MATERIAL RECOMENDADO
Material artesanal que puede prepararse en clase o en el hogar
Este material tiene la ventaja de que puede adaptarse muy bien a las características de cada niño, al nivel en el que está en un momento dado y a los objetivos que se pretenden alcanzar.
Material artesanal que puede prepararse en clase o en el hogar. Juegos memory
Pueden realizarse en maderitas, en cartón o en cartulina y pegando fotos, cromos, recortes de revistas, de catálogos, de anuncios comerciales o de libros viejos, e imprimiendo dibujos de internet o del archivo. Si es posible, se barnizarán o se plastificarán para que se mantengan limpios y duren más.
Material artesanal que puede prepararse en clase o en el hogar. Lotos
Pueden fabricarse del mismo modo que los memory, con ayuda de las plantillas y de los archivos o de internet, o de los sellos de caucho. Conviene meter las tarjetas en sobres de plástico para que el niño pueda manipular bien las piezas y duren más tiempo.
Material artesanal que puede prepararse en clase o en el hogar. Láminas de atención, de observación, de vocabulario y de errores
Estas láminas se preparan pegando recortes de revistas o de cuentos viejos. Se pueden fotocopiar y ampliar los «dibujos con errores» que aparecen habitualmente en los periódicos. También pueden pegarse cromos o hacerse dibujos, o imprimirlos a partir de archivo o internet.
Conviene preparar láminas con:
- Escenas iguales que tengan diferente algún pequeño detalle.
- Escenas completas, con detalles pequeños de las mismas presentadas por separado, para que el niño localice su lugar en la imagen.
- Escenas en las que faltan trozos de algunos dibujos, que se ofrecen al niño por separado, para que los coloque en su sitio completando la imagen.
- Escenas con dibujos «ocultos» que el niño debe descubrir y señalar.
- Escenas con «absurdos» para que el niño descubra el error, y si es posible lo explique.
- Láminas con escenas de interior y de exterior, con los objetos, animales o personas, que corresponden a una u otra situación, presentados por separado, para que el niño seleccione y atribuya lo que corresponda al espacio interior o al exterior.
- Láminas con escenas de verano-invierno, playa-montaña, trabajo-descanso o cualquier otro tipo de contraste de situación y con los objetos que corresponden a cada una de ellas presentados por separado.
- Personas-profesionales, con la indumentaria o instrumentos de trabajo que les corresponden presentados en tarjetas individuales.
- Dibujos en positivo y en negativo para reconocer los que se corresponden y asociarlos.
- Dibujos que representen a la misma persona, animal u objeto, colocados en diferente posición o realizando una actividad distinta. El alumno debe reconocer y asociar los que son iguales.
Material artesanal que puede prepararse en clase o en el hogar. Puzzles
Para conseguir los objetivos que se pretenden con los puzzles, es preciso que el niño realice muchos, todos diferentes y con una adaptación precisa a sus niveles perceptivo y manipulativo.
Como el objetivo es el de desarrollar la percepción y discriminación, con los puzzles artesanales que pueden ser muy variados, se evita que el niño se los aprenda «de memoria», como suele suceder cuando sólo tiene unos pocos puzzles comerciales que ya ha realizado varias veces.
Una tarea sencillísima de realizar y muy barata es utilizar fotos o ilustraciones de revistas viejas para que el niño haga el puzzle en un papel. En la fase inicial se entrega al niño una imagen conocida, por ejemplo un coche, recortada en dos trozos. Debe componerla y pegarla en una hoja blanca de papel. El objetivo es que el niño desarrolle la capacidad de recomponer una figura concreta, que tiene interiorizada porque se la muestra antes de recortarla ante él. No se trata de poner una pieza al lado de la otra a ver qué sale... Poco a poco se cortarán las imágenes en mayor número de piezas, los cortes serán irregulares y las imágenes a componer más difíciles.
Si el niño tiene dificultades con el uso del pegamento se le puede ayudar, ya que el objetivo es de carácter perceptivo. Conforme mejore su habilidad manual, no sólo pegará él solo las piezas, sino que incluso las recortará por las líneas, rectas, curvas o quebradas que el educador haya marcado previamente en ese dibujo, foto o recorte de revista.
Esta lista de material «comercial y casero» podría ser interminable. La interrumpimos aquí porque con las ideas expuestas, cada educador elaborará y creará las suyas propias, que serán las más eficaces en su trabajo personal.
Como se deduce fácilmente, para facilitar la preparación de este material de percepción, conviene ir guardando fotos, revistas, libros que no se usan, cuentos estropeados, catálogos de ventas y de ofertas de supermercados, etc. Pueden seleccionarse y recortarse los dibujos en el momento en que se necesiten.
Otra idea útil es fotocopiar muchos dibujos y hacer un archivo en hojas, metidas en carpetas de anillas. De este modo se tienen a mano modelos diferentes de vacas, perros, coches, mesas, y objetos en general, que pueden recortarse de la hoja cuando se necesiten. Con la fotocopiadora podrán ampliarse o reducirse, según las necesidades del niño y el tipo de trabajo a realizar.
Los niños con síndrome de Down trabajan mejor si los dibujos están enmarcados con espacios delimitados con rayas. Por este motivo, también es muy útil disponer de las llamadas hojas-plantilla, con diferentes espacios delimitados. En el momento de usarlas, sólo habrá que pegar, estampar, hacer un dibujo o escribir alguna palabra o frase en los lugares adecuados.
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