propuestas de una docente de Fe y Alegría

fuente: CFIPJ - Fe y Alegría

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Para mejorar la conflictividad y violencia en las escuela y liceos.

Primero: He visto escuelas con entornos muy difíciles, que han logrado bajar sus niveles de violencia interna. Comenzaron por reconocer que en sus aulas, patios, y entradas las cosas estaban mal. No sólo por las peleas, sino también por las amenazas e insultos. La directora de uno de esos colegios tiene un lema: "De la puerta para dentro, los muchachos son nuestra responsabilidad", o sea, reconocieron el problema y asumieron la responsabilidad. Ese equipo entendió que el asunto no se arreglaría con acciones aisladas, sino con trabajo permanente y mucha paciencia. Cuando no saben qué hacer, piden ayuda.

Segundo: Le recomiendo que todos los planteles contemplen horas de guiatura fijas, de manera que los adolescentes tengan tiempo para ser escuchados -miedos, sueños, tentaciones- y también para que los profesores guías -previamente formados- puedan enseñar de manera sistemática a los alumnos a pensar antes de actuar, sus derechos y sus deberes, elaborar sus proyectos de vida, ponerse en el lugar del otro. 

Tercero: Es necesario un protocolo para que se puedan enfrentar los problemas serios de disciplina. La impunidad no se debe reproducir en las aulas. La Red de Defensa de los Derechos de los Niños y Adolescentes le ha pasado al MPPE comunicaciones al respecto. Léalas y conversamos después. Hay que fortalecer a la escuela.

Cuarto: El tiempo libre. ¡Cuánto talento desperdiciado! ¡Cuánto tiempo en manos de esquinas y a merced de las bandas delictivas! La ONA tiene recursos, las comunidades educativas y los mismos alumnos pueden proponer proyectos de uso sano del tiempo libre y seguro que los consejos comunales apoyarían. 

Quinto: Los padres y las madres son serán los mejores aliados. Propongo la creación de escuelas con padres y madres -y no "para"- porque tanto la familia como docentes tenemos que aprender a ser pacíficos.