AUTORES:
Ariza Eva CI: 19.902.529
Bompart Mónica CI: 14.568.960
Castillo
Yosmary CI: 16502788
Parra Yhosmarelis CI: 14.251.856
Rodríguez Anlinsb CI: 14.571.206
En los últimos años, la Educación Especial
ha alcanzando una gran relevancia teórica y práctica desde el punto de vista
pedagógico, médico, psicológico y social. Hoy por hoy, se presenta como una
disciplina y saber práctico inevitable en el cuadro general de las Ciencias de
la Educación y en el marco de los saberes educativos en general. Con todo,
estamos ante una disciplina joven, en cierto modo divididas.
Algunos niños con problemas en la escuela pueden necesitar ayuda
adicional a través de educación especial dependiendo del caso. La misma es para
niños y niñas que sufren alguna necesidad educativa.
En este caso se busca integrar a estos niños y niñas con Síndrome
Down y hacer constar que, a medida que
se ha ido profundizando en este síndrome,
ha ido desechándose la idea del
niño mongólico como el niño o niña “idiota”, portador de estigmas, separado de la sociedad y sin
capacidad para aprender, pasando a considerarse a la persona con síndrome de
Down como aquel individuo con una configuración cognitiva diferente y
característica que, con una educación adecuada, podrá convertirse en un ser
autónomo.
Lo importante es tener en cuenta que todo niño
y niña, con síndrome de Down o sin él, es una persona individual, cuyo
desarrollo de su personalidad y de su ser físico y mental, dependerá de los
factores genéticos hereditarios y de las influencias culturales y ambientales
que, unidas, distinguen a toda persona de cualquier otra. Todos los factores mencionados van a componer
un potencial con el que contamos los educadores para hacer que el aprendizaje
sea lo más efectivo posible, ya que nada
se puede hacer para cambiar el hecho de un niño o niña nacido trisómico-21 a
nivel médico, pero mucho se puede hacer para mejorar a estos infantes a fin de
que puedan ser más capaces de ser ellos mismos, tanto físico como emocional o
intelectualmente.
La presente investigación, estudiara en su capítulo I, en el
planeamiento del problema en donde se planteara los posibles caminos
hacia la integración social de los niños o niñas con síndrome de Down. En el
capitulo II, en el marco teórico explicaremos, todo lo concerniente a los niños
y niñas con síndrome de down, con sus competencias y habilidades sociales, sus
relaciones interpersonal, así como su integración social y escolar, luego
en el capitulo III, en el marco
metodológico en el mismo explicaremos el tipo de metodología de la investigación,
población, muestra, técnica e
instrumento de recolección de datos,
validez y confiabilidad.
Capítulo I
El Problema
Planteamiento del
Problema
Generalmente cuando se habla de educación se piensa inmediatamente
en niños y niñas desde sus primeros años
o quizás desde el mismo momento de su nacimiento, cuando comienza ese proceso natural,
complejo y en ocasiones hasta contradictorio de transmisión a las nuevas generaciones de habilidades, actitudes,
conocimientos, técnicas, valores morales, religiosos, así como pautas de
conductas social de la comunidad a la cual pertenecen.
La educación es un proceso de vinculación y concienciación
cultural, moral y conductual. Así, a través de la educación, las nuevas
generaciones asimilan y aprenden los conocimientos, normas de conducta, modos
de ser y formas de ver el mundo de generaciones anteriores, creando además
otros nuevos.
En este sentido, la modalidad de educación especial es aquella
destinada a alumnos con necesidades educativas especiales debidas a
sobredotación intelectual o discapacidades psíquicas, físicas o sensoriales. La
educación especial en sentido amplio comprende todas aquellas actuaciones
encaminadas a compensar dichas necesidades, ya sea en centros ordinarios o
específicos.
En los últimos años del siglo XX se ha propuesto en España y otros
países la sustitución del término educación especial por el de necesidades
educativas especiales siguiendo las recomendaciones del informe Warnock,
publicado en 1978 y difundido a lo largo de la década siguiente. Esta nueva
definición supone hacer énfasis en la concepción de la educación básica como un
servicio que se presta a la ciudadanía para que alcance sus máximas
potencialidades y por tanto en la obligación del sistema de proporcionar apoyos
y medios técnicos y humanos para compensar los déficit del alumnado en el
acceso a los aprendizajes básicos imprescindibles para afrontar la vida adulta.
En Venezuela, en la nueva Ley Orgánica de Educación se establece en el literal C de su artículo 6,
lo siguiente:
El acceso al Sistema Educativo a las personas con necesidades
educativas o con discapacidad, mediante la creación de condiciones y
oportunidades. Así como, de las personas que se encuentren privados y privadas
de libertad y de quienes se encuentren en el Sistema Penal de Responsabilidad
de Adolescentes.
De acuerdo a lo establecido en el literal C del citado artículo,
específicamente en la parte de integración de personas con necesidades
educativas especiales, el país busca la integración de estos niños y niñas con el fin de integrarlos a la sociedad y que
ellos se puedan desenvolver por si mismo en su entorno sin ningún tipo de
impedimento.
En nuestro país las personas que padecen algún tipo de necesidad
educativa especial tienen dos opciones formativas: la educación integrada y la
educación especial. Ante estas dos alternativas la elección no siempre está
clara para la familia. Dependerá de la necesidad del niño o niña y del entorno
socio-cultural en el que esté inmerso.
Al abordar el tema de la integración escolar de niños con
necesidades educativas especiales es complejo, ya que existen de un lado unas
leyes y reglamentaciones muy claras, pero mirando las realidades educativas,
nos damos cuenta que reina la improvisación por falta de preparación,
investigación, de apoyo económico y de sensibilización. La integración como
principio, es el reconocimiento del derecho a la plena participación de todos
los seres humanos, en la dinámica social, cultural, política, económica y
educativa de la comunidad a la que pertenece, sin distinciones de ninguna
índole.
La faceta más polémica con respecto a la integración, en esta década ha sido indudablemente la
integración escolar de niños, niñas y
jóvenes con discapacidad o necesidades educativas especiales. Permitir la
integración escolar de estos individuos, la cual debe ser el mayor objetivo de
la comunidad educativa.
Es obvio que la sociedad tiene en parte la necesidad de integrar a
las personas con necesidades educativas especiales, puesto que una sociedad
sana no excluye a los suyos. Pero a la vez debería ser evidente que la sociedad
debe adaptar los medios y condiciones de vida a las necesidades de las personas
con discapacidad o con necesidades educativas especiales.
En nuestro medio se confunde la igualdad de oportunidades con la
absoluta identidad de las mismas y a pensar que la simple ubicación del niño en
el aula regular permitirá integración automática sin que sea necesaria ninguna
adecuación particular. Se ha llegado a posiciones extremas tales como afirmar
que ya no será necesario formar educadores especiales, puesto que los maestros regulares
asumirán la integración en las aulas a su cargo sin ningún problema.
Es ahí
donde se encuentra uno de los problemas centrales respecto a la integración
escolar de niños y niñas con necesidades
educativas especiales y surgen las siguientes interrogantes:
¿Se está haciendo lo suficiente preparando al
docente para recibir adecuadamente a un niño con problema en su desarrollo?
¿Qué se está haciendo a nivel de las Universidades? ¿Cuando un alumno con
síndrome de Down se incorpora a un centro educativo ordinario, ¿qué
profesionales ayudan al maestro del aula en la integración de esos alumnos? ¿Es
en general positiva la actitud de los maestros cuando les toca un caso de
integración?
La
integración escolar de niños con necesidades educativas especiales a las aulas
convencionales debe ser objetivo, pero
se necesita un concepto claro con proyección y etapas definidas.
El inconveniente está es, en que los padres no saben
lo referente al centro educativo adecuado,
dependerá de muchos factores, y todos
los expertos coinciden que cada caso es diferente que conviene ser analizado y
atendido de una forma individualizada. Más aún, cuando la educación es en la
actualidad una pieza fundamental para poder coexistir con éxito en una sociedad
cada vez más competitiva y preparada, en la que todos, no sólo los niños con
necesidades especiales, tienen dificultades para salir adelante.
Para los niños con problemas de tipo psíquico o con Síndrome de
Down la experiencia en escuelas regulares, indica que es posible una educación
integrada cuando los niños son más pequeños, porque sus intereses son
parecidos, además de contar con los apoyos apropiados de educadores y
profesionales afines que intervienen en el proceso. Sin embargo, a partir de la
adolescencia es necesaria una especialización en los contenidos educativos.
Cabe señalar que lo anterior, no es aplicable a todos los casos.
En el caso de los que sufren este Síndrome, se consigue su
integración en la sociedad enseñándoles, además de los aspectos educativos
elementales, tareas básicas de la vida cotidiana y formas de relacionarse con
los demás.
Los niños con Síndrome de Down podrán desarrollar todo su
potencial de aprendizaje y seguirán los mismos pasos de desarrollo que el resto
de los niños, sólo que lo harán más lentamente. Dependerán fundamentalmente de
una familia sólida que les brinde amor y pertenencia y de profesionales de
apoyo que crean primero en ellos como "personas" y luego como
"personas con Síndrome de Down".
En este sentido la presente investigación, estudiara las
incidencias de las habilidades sociales en las relaciones interpersonales como
un camino hacia la integración social de los niños o niñas con síndrome de
Down. Debido a las diferencias individuales de estos niños o niñas es
importante que las familias y los miembros del equipo escolar no
impongan limitaciones en cuanto a las capacidades de cada individuo.
“El educador deberá conseguir que el niño deficiente
sea una persona, antes de lograr que sepa leer o cualquier otra cosa, debiendo
en su educación, cuidar desde lo más rudimentario hasta el aprendizaje de un
oficio. En definitiva, lograr una formación de acuerdo a las necesidades del
niño como ser que vive en sociedad, subrayando la autonomía, la comunicación,
la socialización, y la ocupación que, complementándose entre sí, cubren las
necesidades del niño.” (Pérez-Portabella F., 2000: 42)
Es
decir les permitirá vivir en condiciones
y formas de vida lo más normalizada posible de acuerdo con su edad y cultura.
El trabajo en conjunto permitirá que se hagan y sientan parte de la sociedad,
tomando en cuenta que el ser humano es un ente que vive en constante relación e
interacción con el medio.
Considerándose
al niño o niña con síndrome de Down en su valor total como persona, también
debe ser considerado como un niño o niña con necesidades especiales, para esto,
es primordial tener conocimiento del principio de identificación, logrando así
la consideración de los discapacitados en integridad y su valor como persona,
promoviendo su dignidad humana.
OBJETIVO GENERAL
Fomentar la
integración de niños y niñas con necesidades educativas especiales (síndrome de
Down) en ambientes convencionales.
v Determinar las posibles causas que impiden el ingreso del niño
especial en ambientes convencionales.
v Sensibilizar a la comunidad educativa hacia la aceptación del niño
especial en su entorno escolar.
v Organizar campañas de difusión y concientización dirigidos a los
padres y a la comunidad en general, relacionadas con la importancia de que el
niño especial asista a la escuela.
Justificación
La lectura, la escritura, el habla y la
escucha como procesos comunicativos facilitan en el sujeto la posibilidad de
expresar lo que piensa, siente y desea, para así poder transformarse y transformar su contexto
social y cultural de manera significativa. Dichos procesos no solamente son
importantes en el niño que posee todas sus capacidades físicas y mentales sino
en aquellos que no, es decir el niño con NEE.
En la actualidad se están gestando cambios importantes dentro del
ámbito educativo, uno de ellos, quizá el
más relevante, se refiere a que la noción de discapacidad no puede centrarse
sólo en la descripción de las características personales, sino que, empieza a
reconocerse en la presencia, mantenimiento y/o erradicación de ella, a la
interacción que existe entre las características individuales y las demandas
especiales que el ambiente ejerce sobre el individuo. De esta manera, desde que
se acepta que el medio influye en el modo de conceptuar la discapacidad, el
campo de la educación especial se ha modificado, estudiándose a las personas
con necesidades educativas especiales,
con o sin discapacidad, dentro de una compleja interacción con las fuerzas
ambientales que las rodean.
La
escuela constituye un entorno creado por el hombre, ubicado de manera
particular en un ecosistema conformado por aspectos políticos, sociales,
jurídicos, económicos, culturales y educativos. El reto actual es lograr la integración educativa y social de
niños y niñas, que requieran de la
colaboración entre los diferentes profesionales que de manera conjunta,
propicien que los niños con necesidades educativas especiales, reciban la
educación apropiada al interior de la escuela regular durante su permanencia en
la educación básica y favorecer los procesos de transición a otros niveles
educativos y de desarrollo. Buscando la inclusión integral de estos niños y
niñas en la sociedad.
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