La Atención Educativa de las personas
ciegas y deficientes visuales, en la
década de los 90, se lleva a cabo en Institutos de Educación Especial (IEE)
donde se brinda atención a la población en edad escolar en los niveles de
preescolar y Básica, éstos se encuentran ubicados en Caracas, Barquisimeto, San
Cristóbal, Mérida y Maracaibo; por otra parte, en la ciudad de Valencia, se
cuenta con el Equipo Integrado Carabobo para atender la población integrada a
la escuela regular y en Caracas, el
Centro de Rehabilitación de Ciegos atiende la población mayor de 15
años, residenciada en esta ciudad y sus
alrededores. La atención brindada en las referidas instituciones son ejecutadas
por equipos de profesionales a través de
acciones de carácter interdisciplinario.
Paralelamente,
en otras regiones del país, donde no se cuenta con los Institutos de Educación
Especial (IEE), ni otras instituciones destinadas a la atención educativa de
personas ciegas y deficientes visuales, tal atención se realiza a través de la figura de Aulas Integradas,
las cuales funcionan desde diferentes ámbitos, como son: Escuelas Regulares, Centros de Desarrollo
Infantil, Equipos de Integración y Talleres de Educación Laboral. Estas Aulas
Integradas atienden a la población de ciegos y deficientes visuales de todas
las edades, sin embargo, en la mayoría de los casos, no garantizan la
escolaridad, ni la integración social de la población atendida; esta atención,
mayoritariamente se realiza sin el apoyo de los equipos interdisciplinarios.
Las
debilidades encontradas en el tipo de atención que prestan las Aulas
Integradas, plantea una revisión de las mismas y en consecuencia la conversión de
éstas, en Centros de Atención Integral (CAI) a fin de garantizar una atención
integral, continua, sistemática, con una orientación interdisciplinaria que
cubra las necesidades de la población con deficiencia visual en las Entidades Federales donde no existan otros servicios
del Area de Deficiencias Visuales. En
tal sentido, para 1995, se crean Centros de Atención Integral en los Estados:
Trujillo, Portuguesa y Mérida, así como el Centro de Atención Integral al Sordociego
en Caracas.
En
el 1995, se retoman los lineamientos políticos en lo referente a la atención de
la población de alto riesgo y con necesidades especiales y es así como la Unidad Programática de Deficiencias
Visuales, conjuntamente con el Programa de Prevención e Intervención Temprana de
la Dirección de Educación Especial, y el apoyo de organismos internacionales,
lleva a cabo cursos de capacitación y actualización para el personal en
servicio de los Centros de Desarrollo
Infantil, Equipos de Integración, Talleres de Educación Laboral y servicios
propios del área de deficiencias visuales, con la finalidad de fortalecer los
recursos profesionales, a objeto de poder garantizar a esta población la
continuidad en el proceso educativo desde las edades tempranas hasta la
adultez.
En lo que respecta
a la integración escolar de los alumnos ciegos y deficientes visuales en
Venezuela, es importante destacar que la situación actual es producto de las
experiencias aisladas y asistemáticas que se han venido realizando,
inicialmente en los niveles de educación
media superior y posteriormente en los niveles de preescolar y básica. Para el año de 1996, a través de la
resolución 2005, de fecha dos de diciembre, se establecen las normas
que regulan la integración escolar de los alumnos con necesidades educativas
especiales.
Cabe
destacar que a pesar de los logros a nivel de Integración Educativa en el país,
así como otros a nivel laboral, sin embargo, hay todavía muchas barreras por
vencer.
Del análisis de la retrospectiva y situación
actual de la atención educativa de las personas ciegas y deficientes visuales
en Venezuela, se desprende que del modelo de atención segregacionista,
eminentemente clínico con una concepción
atomista del individuo, centrado mas en el déficit que en la condición de persona
se pasa a un modelo psicoeducativo, orientado hacia el trabajo
interdisciplinario, que incorpora aspectos necesarios en la formación de la
persona ciega y deficiente visual, tales como Actividades de la Vida Diaria y
Orientación y Movilidad de manera asistemática, mas no integral. Así mismo, la
orientación curricular está centrada en el contenido programático.
Lo
antes expuesto plantea una revisión de las experiencias desarrolladas en el
área, atendiendo entre otros elementos, la persona ciega en su contexto
socio-histórico como ente participante en su comunidad, así como la demanda de
atención educativa integral del
individuo ciego y deficiente visual en función de las exigencias de la
educación regular y de las especificidades del área, en aras de buscar vías
cónsonas para la efectiva integración social de esta población, por lo cual se
propone un Modelo de Atención Educativa Integral
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