I -
MARCO HISTORICO
1.
1. RETROSPECTIVA DE LA ATENCION EDUCATIVA
EN E L AREA DE DEFICIENCIAS VISUALES.
La exploración de la aceptación de
grupos minoritarios en sus respectivas sociedades implica la revisión de las
relaciones de estos grupos con sus entornos,
a los fines de poder detectar distorsiones y en lo posible eliminarlas.
Al hablar de entornos se quiere significar las relaciones a nivel familiar,
escolar y comunitario, alrededor de los cuales el individuo logra su
funcionamiento vital.
Para
lograr la aceptación de grupos minoritarios se requiere de apertura a estilos
de vida diferentes al propio, así como, respeto por la diversidad, lo cual es
indicativo de valores subyacentes, constituyendo un reflejo de la permeabilidad
y democratización de las diferentes instancias sociales en un momento histórico
determinado. Pero este logro que implica cambios actitudinales profundos, no es
inmediato ni uniforme, sino lento y heterogéneo y no se alcanza con su sola
inclusión en la documentación oficial, aunque éste suele ser el primer
paso (ME-DEE, Doc. Normativo D.V. 1990).
En
lo que respecta a la educación de ciegos, desde una perspectiva histórica y universal, es de notar que la
misma respondió plenamente a las características de la sociedad en la cual se
insertó; en tal sentido, cabe mencionar
que la inserción del ciego en la sociedad ha transitado por cuatro
etapas que van desde un manifiesto rechazo, incluyendo la aniquilación hasta su
aceptación para llegar a la integración
plena, que constituye el gran reto de hoy.
Sobre el particular (Lowenfel,
1974), reconocido experto del área,
plantea las siguientes etapas relativas a la evolución de la forma como ha sido
abordado el ciego en diferentes momentos de la historia:
Primera
Etapa, de “Separación”, ésta se remonta
a los inicios de la historia occidental, en la cual los ciegos
considerados imperfectos, fueron segregados de la sociedad, bien porque se les
eliminó físicamente como en Esparta o se les obligó a deambular cual enfermos
contagiosos en bandas de mendicantes. Otras ciudades como Atenas y Roma los
segregaron reverenciándolos, cobijados aún por el manto de sabiduría e
irrealidad que les legó Homero.
Segunda Etapa, “Estado de Guardia”, la cual tuvo su origen en el advenimiento del
cristianismo y sus derivaciones filantrópicas, constituyendo un gran avance en
el sentido de haber producido cierto acercamiento del ciego a su grupo social ,
aún cuando continuaron segregados de la escasa actividad económica, educativa y
social de la Europa Medieval, al amparo de las Iglesias que le aseguraron
hospedaje y los mejores lugares para el ejercicio de la mendicidad, los ciegos lograron consolidar
hermandades y a través de estas
organizaciones incipientes, garantizarse supervivencia y conformar grupos de
presión.
Tercera
Etapa, de “Emancipación de sí mismo”, se caracterizó por el proteccionismo
social y el pionerismo en el cual, ciegos “excepcionales” lograron destacarse
como músicos, matemáticos, poetas y bardos. Este mejoramiento de la imagen del
ciego, profundamente imbuida aún por el estereotipo del mendicante, se reflejó
en importantes adelantos como el despertar de actitudes filantrópicas entre
particulares. El primer aporte de tipo educativo, ocurre en esta etapa, cuando
el francés HAÛY, impresionado por las vejaciones y el estado de miseria en la
que vivían los ciegos, funda la primera escuela para invidentes en 1784 a
imagen y semejanza de las escuelas francesas, la cual por razones
historíco-políticas, desapareció cinco años mas tarde. Haûy tuvo la iniciativa
de transferir el alfabeto al alto relieve
para facilitar el aprendizaje de los ciegos y permitirles el acceso a la
lectura.
Mas
tarde, a inicios del siglo XIX, otro francés, LOUIS BRAILLE, perfecciona el método de lecto-escritura,
creando un sistema de escritura con un código de puntos al relieve, que permite
a los ciegos apropiarse del sistema escrito, incorporarse al sistema educativo
y vencer las dificultades de comunicación a distancia.
A
pesar de todos los progresos que en materia educativa iban sucediendo en la
educación de las personas
ciegas********************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************-DEE,
Doc. Normativo D.V. 1990).
Cuarta Etapa, “Integración”, ésta, no ha respondido a
movimientos uniformes de avances continuos, sino que ha sido producto de un
devenir histórico fuertemente teñido por la segregación, constituyendo la
escuela un motivo de desarraigo familiar y comunitario, además de un modelo
altamente escolarizante y pasivo. Sin embargo, a partir de mediados del siglo
XX, se sucedieron experiencias interesantes
a nivel educativo con la incorporación de personas ciegas a la escuela regular,
en la cual el educando ciego solo requería del sistema Braille y de un maestro itinerante para competir en igualdad de
condiciones con sus pares videntes.
De igual manera, en el campo laboral, se
vislumbró la ampliación de posibilidades de empleo a nivel profesional, ya que el mismo estaba tradicionalmente restringido a cinco grandes áreas: música,
trabajos manuales, comercio informal, afinación de pianos y trabajos de “cuello
blanco” (ej. enseñanza, recepción y telefonía),
surgiendo los primeros profesionales a nivel superior, tales como
educadores, abogados, economistas (ME-DEE, Doc. Normativo D.V. 1990).
Es
importante destacar que a pesar de los avances en lo que respecta a integración
escolar , familiar y laboral; la integración plena solo será posible cuando el
individuo pueda vivir en armonía consigo mismo y con el mundo que lo rodea.
En
Venezuela, la atención educativa de la persona ciega y deficiente visual data
desde una perspectiva histórica, en concordancia con lo referente a la tercera
etapa enunciada por Lowenfel, ya
que en 1936, se funda la Sociedad Amigos de los Ciegos, cuyo
propulsor fue el señor Mevorah Florentín, con la finalidad de brindar atención
educativa y asistencial a niños ciegos y sordos de la ciudad de Caracas y sus
alrededores. La demanda de atención fue tal, que se requirió de la ayuda
oficial, dándose origen así a la Escuela Federal Primaria Nº. 1261, creada el
1º. de octubre de 1937. A ésta se agregaron posteriormente otras tres escuelas, sistematizándose el
proceso de alfabetización y asegurándose la prosecución escolar hasta el 6º.
Grado (Rossel, 1989).
Esta
escuela fue única en su género en el país y su modelo de atención educativa fue
el prototipo de escuela residencial, segregando al educando de su contexto
familiar y social; de igual manera que el modelo vigente para la educación en
el resto de la América Latina, el cual se caracterizó como modelo
segregacionista, producto de iniciativas privadas, de carácter filantrópico,
carente de una concepción integral de la educación, con prevalencia de la
atención médico-asistencial sobre la docente. En los aspectos curriculares se
evidenció una ausencia de objetivos, planes y programas propios para la
atención en el área, predominando una instrucción eminentemente academicista,
verbalista e informativa, no así, formativa e integral.
En
Venezuela (ME-DEE, Doc. Normativo D.V.
1990) para la década de los cuarenta, se
inicia la atención educativa desde el nivel preescolar, aplicándose el mismo
programa oficial establecido para la educación regular; sin embargo continúa
prevaleciendo el enfoque médico-asistencial, centrándose la atención más en
las deficiencias que en las potencialidades
del alumno. El aprendizaje de los contenidos académicos era de tipo
memorístico. El sistema Braille era
obligatorio tanto para el ciego como para el deficiente visual sin considerar
el grado de visión residual.
En
la década de los cincuenta, se crean, escuelas oficiales de carácter
residencial en los estados: Zulia, Táchira y Lara.
Es
importante señalar que al igual que en otros paises latinoamericanos, la
educación primaria impartida a los ciegos incluía clases de música, mimbrería,
telares y afinación de pianos, por ser éstos oficios considerados
tradicionalmente propios de las personas ciegas.
En
1965, el Ministerio de Educación crea la Escuela Nacional Luis Braille
integrando las escuelas unitarias que funcionaban en la Sociedad Amigos de los
Ciegos. De tal manera, se pasa de una atención uniprofesional a una atención
multidisciplinaria; para lo cual se incrementa el personal docente, se
incorpora personal técnico y maestros especialistas para la atención de
educandos multimpedidos. Por otra parte, se
implementan cursos de capacitación para el personal en servicio, a través de convenios con
organismos internacionales.
A
partir de 1975, el Ministerio de Educación crea la Dirección de Educación
Especial, la cual en 1976, en su documento de Conceptualización y Política
establece como área dentro de su campo
de acción las deficiencias visuales, razón por la cual , es responsable de los
lineamientos y políticas que deben regirla, como área de su competencia. De tal
manera que la atención de las personas
ciegas y deficientes visuales pasa a ser responsabilidad del Estado, quedando
atrás la época en la cual ésta, tanto en Venezuela como en el resto del mundo
era producto de acciones filantrópicas de iniciativas privadas.
A
finales de la década de los setenta, en lo que respecta a la atención de niños
ciegos y deficientes visuales en edades tempranas, se registran experiencias
aisladas en Prevención e Intervención Temprana, como una acción asistemática
dirigida fundamentalmente a la orientación familiar en un Centro de Desarrollo Infantil en Caracas.
La
atención educativa de la población mayor de 15 años se inicia con la creación
del Centro de Rehabilitación de Ciegos, el cual, tuvo como marco referencial
los lineamientos del grupo de estudio sobre servicios de rehabilitación y
programas de capacitación destinados a las personas ciegas y deficientes
visuales en América Latina (OPS y OMS
1975). Años mas tarde los Ministerios de
Sanidad y Asistencia Social y Trabajo crearon servicios de rehabilitación para
personas ciegas y deficientes visuales.
El
modelo de atención educativa que se aplica en la educación de las personas
ciegas y deficientes visuales en Venezuela en la década de los 80 es
escolarizante y se ejecuta a través de un equipo interdisciplinario. La
condición de residencial de las escuelas pierde vigencia y surgen intentos
de hogares sustitutos en las ciudades de
Barquisimeto y Caracas, como alternativa de vivienda para los educandos
procedentes de otras regiones. Así
mismo, se inicia la creación de aulas y equipos integrados como alternativas de
respuesta a la demanda de atención educativa de esta población, apoyándose en
la infraestructura del sistema educativo regular, fundamentalmente en el
interior del país, facilitando la permanencia de los educandos en su lugares de
orígen, lo cual favorece la calidad de la
interacción familiar (ME-DEE, Doc. Normativo D.V. 1990).
.
De
acuerdo con todo lo expuesto, se puede apreciar que la educación de las
personas ciegas al inicio del presente siglo a nivel mundial, incluyendo a
Venezuela, estuvo marcada por muchas contradicciones, estando por una parte, la
larga trayectoria segregacionista y de
minusvalía y por la otra, los logros que los ciegos habían venido alcanzando
originaron presiones sociales diferentes a las que previamente se habían
registrado. En tal sentido, las personas
ciegas reclamaban su participación en la sociedad exigiendo reconocimiento y
respeto por su diferencia, a la vez que la ampliación de su participación
económica y social.
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