MARCO CONCEPTUAL Y POLÍTICO
El Modelo de Atención Educativa
Integral, para las personas ciegas y deficientes visuales, responde a una concepción de hombre, sociedad y de vida previamente
establecidos, centrado en una concepción del hombre como integridad
bio-psico-social que propicie la
interacción armónica entre el hombre y su medio circundante.
Esta
concepción del modelo, confiere un valor preponderante a la Educación en
términos de su finalidad; la cual, se
enmarca en un contexto de una sociedad en constante cambio. Razón por la cual,
frente a las necesidades de una sociedad de hoy
y de mañana, en cuanto al
desarrollo personal y social del hombre, los fines de la educación deberán
perfilarse en lograr personas creativas, críticas, conocedoras y sensibles a la realidad, con
una valoración de la responsabilidad social y una capacidad de comunicación y
de relación con los demás.
De
acuerdo con lo antes expuesto, la educación exige una concepción educativa
distinta a la tradicional, que conduzca a cambios significativos donde el
hombre recobre su valor y condición de persona (Guédez, 1987 - ME-DEE Doc
Normativo D.V. 1990), y la función de la educación es relevantemente social,
cuyo propósito será entonces, formar al hombre, como sujeto cognoscente a
intervenir en su realidad y transformarla.
En tal sentido, la normativa legal vigente en Venezuela, con énfasis en
la Constitución Nacional (1961), Ley Orgánica de Educación (1980) y su
Reglamento (1986), así como la Ley Tutelar del Menor (1974), Ley del Trabajo
(1990), entre otras, contemplan los derechos de los ciudadanos desde su
nacimiento hasta la vida adulta en lo que respeta a educación, familia, salud,
trabajo, con miras al pleno desarrollo integral del individuo, tomando en
consideración sus necesidades e intereses y características particulares de
cada quien, garantizando la formación para su independencia y activa
participación a la vida comunitaria.
De igual manera,
la Educación Especial en Venezuela, como modalidad del sistema educativo
que atiende un sector poblacional constituido por niños, jóvenes y adultos con
necesidades educativas especiales (LOE, 1980), se sustenta además, de la
normativa legal ya referida, en
documentos de carácter nacional e internacional, entre los cuales destacan:
Declaración
Universal de los Derechos del Niño. ONU 20 - 11- 59. Tabla
de los Derechos del Niño Venezolano. Primera Convención Nacional del Magisterio
Venezolano. 1936 y Primer Congreso Venezolano del Niño 1938, Declaración de los
Derechos Humanos, artículo 26 (1948), Derecho a la educación universal y
prioritaria, Comisión Internacional para el Desarrollo Educativo de la UNESCO, Propuesta de la reunión de Ministros de
Educación del Continente, México 1979, Resolución Nº.
37-52 Programa Mundial para Personas con Discapacidad en
sus artículos 120, 121, 123 y 124,
establece que “la educación de las personas especiales debe darse en la medida de lo posible dentro del sistema
escolar general”. Declaración Mundial, Educación para Todos, Artículo 3 numeral
5, establece que las
necesidades básicas de aprendizaje de las personas discapacitadas demandan
atención especial, por lo cual, es preciso tomar medidas que faciliten igualdad
en el acceso a la educación. Unesco 1990, Declaración de
Salamanca en los artículos 28, 29, 30 y 31, establece que los programas de
estudio deben adaptarse a los niños y no al
revés. ONU 1994. artículo 43, “Derecho que tienen todos
los Seres Humanos al Trabajo” ONU, 1948. Este reafirma el derecho que toda persona con
necesidades especiales tiene, a ser
respetada cualquiera que sea el
origen, naturaleza o gravedad de los
trastornos o deficiencias UNESCO, Conferencia 1976, define “la educación de
adultos como un factor que provoca cambio
social y como una acción educativa que parte de la realidad del adulto
en tanto individuo, hacia una concepción mas global de la educación con un
enfoque integral y de participación para el desarrollo socioeconómico y
cultural equilibrado e independiente”,
OIT, Convenio Nº 159 que trata sobre
“la readaptación profesional y
empleo de las personas inválidas”, cuya
finalidad es la de obtener y conservar el empleo adecuado a las necesidades
especiales y que promueva la integración social. Carta de la Década de los 80
(1980), establece lineamientos sobre el derecho al trabajo de las personas con
necesidades especiales. OIT, Recomendación 99, la cual trata sobre “ la
orientación profesional y la formación y colocación de inválidos y sobre las
medidas para aumentar la oportunidad de
empleo OIT, Recomendación 168 trata sobre “la formación del personal.
Contribución de las personas inválidas y su organizaciones al desarrollo de los
servicios de readaptación profesional y seguridad social, políticas y programas
de desarrollo social y económico.
Además
de los principios legales y doctrinarios que sustentan la educación y la
modalidad de especial, antes referidos, debemos tomar en consideración que los
problemas educativos deben ser entendidos en el conjunto de los problemas
sociales, culturales y políticos, inherentes a la existencia y convivencia
humana. En tal sentido, resulta obvio que lo educacional y lo social son
dimensiones dentro de la estructura social estrechamente conectados. De tal
manera que la educación entendida como una actividad social se cumple siempre y
en cualquier situación, siendo a la vez un agente o mediador fundamental en el
proceso de socialización de los miembros de una sociedad. La educación debe
tender no solo a la conservación de valores culturales, sino también a
propiciar el progreso y el cambio (Prieto,1985); (Esté, 1986)
(Guédez, 1987). (Citados en ME-DEE, Doc. Normativo D.V. 1990). Sobre el
particular, Prieto (1985), plantea que la educación está condicionada en todos
sus aspectos por factores ideológicos y sociales, del mismo modo que el sistema
de vida se halla determinado por el tipo de educación que le corresponda a los
individuos que participan en dicho sistema social.
Desde una perspectiva sociológica,
la sociedad en su legítimo propósito de garantizar su subsistencia y el curso
de su desarrollo, idea mecanismos y redes, correspondiéndole a la educación,
jugar un papel determinante en la transformación de poderes, valores, formas y
contenidos adquiridos.
Una
postura crítica al respecto plantea, que la educación no puede ser entendida
ajena a la realidad de los pueblos y
menos cuando éstos la demandan en su desarrollo. La educación desde un punto de vista
histórico-social, es una realidad que ha estado sometida a las condiciones del
tiempo y el espacio, manteniendo una relación de reciprocidad con los elementos
que la determinan, lo que ha garantizado su evolución orgánica y expresión
social con una connotación ideológica, ya que la educación emerge de la
sociedad, sustentada en sus postulados y manifiestos. (ME-DEE, Doc. Normativo
D.V. 1990).
En este orden de ideas, es de notar, como
la realidad socioeconómica confrontada en los últimos cuarenta años,
particularmente en los países tercermundistas de América Latina, ha demandado
en el ámbito educativo, posiciones pedagógicas mas consustanciadas con la
realidad social.
En tal sentido, educar no es solamente
transmitir conocimientos, sino crear una situación pedagógica que facilite en
el hombre el descubrirse a si mismo y a la vez aprender a tomar conciencia del
mundo que lo rodea, a descubrir las posibilidades y a actuar sobre la realidad
y transformarla (Freire, 1978. citado en
ME-DEE, Doc. Normativo D.V. 1990). Por otra parte, partimos de que el alumno es
una unidad biopsicosocial, con implicaciones emocionales, intelectuales,
físicas y sociales, dependientes de cada sujeto en particular, por lo tanto, se
plantea la necesidad de formular y definir claramente los objetivos que se
persiguen, basados en la identificación de necesidades y con miras a facilitar
la evaluación de los aprendizajes. Así mismo, se debe considerar para una mejor
comprensión del individuo, que el desarrollo humano incluye procesos de
razonamiento, transferencia, maduración y secuencia de habilidades del
pensamiento (Piaget). Según lo planteado
por Piaget (1975), quien considera que
la acción pone en marcha todos los mecanismos analíticos y pre-inferenciales,
los cuales llevan al niño a la solución de un problema, construyendo el
conocimiento a lo largo de la vida en un
proceso ininterrumpido, donde la edad
está relacionada con el ambiente cultural y social del educando.
Partiendo de que el conocimiento es un
proceso que se construye a través de la
acción, las sensaciones y percepciones son formas primarias e incompletas si no están acompañadas de la acción donde el
hombre no solo contempla la realidad, sino que puede transformar el espacio
físico y sus propias estructuras de conocimiento, situación ésta, en la cual el
papel de la educación es preponderante que considera al educando como un ser
social en constante interacción con su medio circundante. Sloan (1981 Citado en ME-DEE, Doc. Normativo
D.V. 1990). refiere que la intervención del hombre en su realidad y la
posibilidad de transformarla, está determinada por la importancia del
discernimiento en el conocer, lo cual lo lleva a identificar y a comprender lo
que es fundamental en el conocimiento y a descubrir su significado intrínseco.
Una
concepción del conocimiento y del conocer que le dé importancia al significado,
al propósito y a los valores ubica a la educación en un nivel fundamental. De allí que un auténtico cambio de premisas
en la comprensión del conocimiento, una transformación en las formas del
conocer, le da a la educación una profunda y trascendente dimensión social, que
concibe al educando como un todo, por lo cual la educación debe ser integral
que tome en cuenta el desarrollo intelectual, emocional, social y físico. En
consecuencia la educación debe darle
relevancia a la razón como objeto y medio del conocer, ya que conduce al ser humano a la
construcción de su propio conocimiento, mediante la observación del mundo
circundante, su acción sobre los objetos, la información que recibe del
exterior y la reflexión de los hechos que observa.
Según Vigostzki (1926), el aprendizaje es la función mas importante
en la evolución del pensamiento infantil y en la formación integral de la
personalidad, en el cual el lenguaje como hecho social juega un papel de suma
importancia. Según este autor, el aprendizaje puede darse en dos niveles, uno
real y otro potencial, en el primero el niño resuelve distintos problemas de
acuerdo a su capacidad y en el potencial, el niño requiere de pautas o ayudas
para la solución de problemas que no está en capacidad de resolver debido a su
grado de madurez. De aquí la importancia de la ayuda del adulto (padre,
maestro...) o la colaboración de otro compañero mas capaz.
En tal sentido, Vigotzki denomina
“la zona de desarrollo próximo; la
posibilidad del niño de realizar por si solo, lo que antes realizaba con
ayuda,lo cual se produce debido a la estimulación y activación de los procesos
internos mediadores en el marco de las interrelaciones que se convierten en
adquisiciones aprendidas. Esto lleva a la psicopedagogía moderna a estudiar
la capacidad de aprendizaje de los niños bajo parámetros mas amplios, en los
cuales, el maestro debe planificar de acuerdo a la zona de desarrollo próximo,
no solo para lograr mejor capacidad sino para la formación de un ser solidario
y participativo desde la mas tierna edad. Desde este punto de vista el
aprendizaje no equivale a desarrollo , pero puede poner en marcha una serie de
procesos evolutivos, ya que el sistema de los procesos internos es condicionado
por ciertos sistemas de acciones externas. En este sentido podemos asumir el
papel del aprendizaje, como motor acondicionante del desarrollo, requiriendo la
escolarización temprana, máxima atención ,debido a que en cierta forma el
desarrollo de los procesos internos dependerá en gran medida de la actividad
escolar. Ésta última deberá mantenerse dentro de un marco de libertad de acción
y estimulación, que permita al niño la exploración de los procesos del
pensamiento, tales como: comprensión, asociación, generalización y abstracción.
De acuerdo con lo antes planteado,
la educación desde una orientación pedagógica considera que la evolución del hombre como ser social,
está sujeta a distintos cambios de la organización social, producto de
contradicciones y condiciones propias de cada época.
La formación del niño como ser social
depende de las condiciones del medio, pero a su vez, su naturaleza orgánica y
psicológica le permiten desarrollarse de manera distinta a cualquier otro ser
viviente. Estas condiciones del niño influenciadas por el medio deben ser guiadas indirectamente por el maestro.
Desde
el punto de vista epistemológico, la educación desde una dimensión social exige
una concepción educativa distinta a la tradicional, que conduzca a cambios
significativos en la mentalidad humana, donde el hombre recobre su valor y condición
de persona (Guédez, 1987 citado en ME-DEE, Doc. Normativo D.V. 1990).
Desde
un punto de vista pedagógico, es necesario considerar en primer lugar que la
educación y la pedagogía son instancias o dimensiones estrechamente
relacionadas, siendo la instancia pedagógica un campo de aplicación del
contexto histórico, que es la educación.
Lo pedagógico traduce en fines educacionales y en estilos estratégicos,
el conjunto de demandas de la sociedad, constituyendo en si misma una dimensión
teórico-práctica. Por lo tanto la pedagogía es entendida como un recurso
teleológico y un instrumento metodológico de utilidad prospectiva a la
educación. Una acción educativa sin esquemas normativos conduciría a resultados
casuísticos, sin trascendencia heurística (Lemus, 1987; Guédez, 1987. citado en
ME-DEE, Doc. Normativo D.V. 1990).
Partiendo
de las consideraciones anteriores, tenemos que la Educación Especial como
modalidad del sistema educativo que atiende a un sector poblacional constituido
por niños, jóvenes y adultos con necesidades especiales, plantea como finalidad
la integración social en términos de la interacción del individuo con sus
semejantes, así como su participación en la comunidad, impulsando el cambio y
el desarrollo de la realidad (Gómez, 1998. citado en ME-DEE, Doc. Normativo
D.V. 1990). De esta forma la educación
entendida como un fenómeno de carácter social, es garantía del progreso de la
sociedad, de tal manera que la educación desde una óptica humanística, concibe
la naturaleza y alcance del proceso educativo como un problema de la persona,
la sociedad y la cultura.
En
síntesis, la atención educativa de las personas ciegas o deficientes visuales,
ya sean éstas, niños, jóvenes ó adultos y estén en cualquiera de los niveles y
modalidades del Sistema Educativo venezolano, se fundamenta en postulados de
órden filosófico, legal, psicológicos, sociológicos y pedagógicos, tanto de
carácter nacional como internacional, que sirven de soportes para la
conformación del Modelo de Atención Educativa Integral.
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