Tanto los padres como el personal escolar y las organizaciones juegan un rol fundamental.
Asegúrese de que el niño sepa qué comportamiento se considera problemático. Los jóvenes que acosan deben aprender que su comportamiento es equivocado y que lastima a otros.
Demuestre a los niños que el acoso es un tema serio. Con tranquilidad, dígale al niño que no se tolerarán situaciones de acoso. Muestre un comportamiento respetuoso cuando aborde el problema.
Trabaje junto al niño para comprender algunas de las razones del acoso. Por ejemplo:
- A veces los niños acosan para integrarse. A estos niños podría beneficiarlos participar en actividades positivas. Participar en distintos deportes y clubes puede permitirles asumir roles de liderazgo y hacer amigos sin sentir la necesidad de acosar.
- En otras ocasiones, los niños optan por el acoso porque están atravesando otra problemática en su vida como problemas en el hogar, abuso, estrés, etc. También es posible que ellos mismos hayan sido acosados. Estos niños podrían necesitar apoyo adicional como el brindado por los servicios de salud mental.
Use las consecuencias para enseñar. Las consecuencias que involucran el aprendizaje o la generación de empatía pueden ayudar a prevenir el acoso escolar en un futuro. El personal de la escuela debe recordar la necesidad de seguir las pautas del código de conducta de los alumnos y otras políticas al desarrollar consecuencias e impartir disciplina. Por ejemplo, el niño que ejerció el maltrato puede:
- Liderar una discusión en clase sobre cómo ser un buen amigo.
- Escribir una historia sobre los efectos del acoso escolar o los beneficios del trabajo en equipo.
- Realizar una actuación o representación sobre la importancia de respetar a otros, los efectos negativos del chisme y cómo cooperar.
- Realizar un proyecto sobre los derechos civiles y el acoso.
- Leer un libro sobre el acoso escolar.
- Hacer afiches para la escuela sobre acoso por Internet y cómo protegerse en línea.
Involucre al niño que ejerció el maltrato para compensar o enmendar la situación. El objetivo es ayudarlo a ver cómo sus acciones afectan a otros. Por ejemplo, el niño puede:
- Escribir una carta de disculpa al alumno acosado.
- Realizar una buena acción para la persona acosada o para otros integrantes de la comunidad.
- Limpiar, reparar o pagar por cualquier pertenencia que haya dañado.
Evite estrategias que no funcionan o que tienen consecuencias negativas.
- Las estrategias de tolerancia cero o de "la tercera es la vencida" no funcionan. Suspender o expulsar a los alumnos acosadores no reduce el comportamiento de acoso. Es posible que los alumnos y maestros no informen ni aborden el tema del acoso si la consecuencia es la suspensión o expulsión.
- La resolución de conflictos y la mediación de pares no funciona en situaciones de acoso. El acoso no es un conflicto entre personas de igual poder que comparten la misma culpa. Tener que enfrentar a quienes los han acosado podría perturbar aun más a los niños acosados.
- El tratamiento de grupo no funciona en el caso de alumnos que acosan. Los miembros que integran un grupo tienden a reforzar el comportamiento de acoso de forma recíproca.
Realice un seguimiento. Una vez resuelto el problema del acoso, continúe buscando formas de ayudar al niño que ejerció el acoso a comprender de qué manera lo que hace afecta a otras personas. Por ejemplo, elogie las acciones amables o hable sobre lo que significa ser un buen amigo.
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