Introducción al Trastorno del Espectro Autista
CURSO QUE ESTOY REALIZANDO EN ENERO DEL 2014
Curso realizado por: Alicia Madueño Cerm.
Diplomada en Educación Primaria por la Universidad de Granada. Postgrado en Educación Especial y especialista en Espectro Autista.
Diplomada en Educación Primaria por la Universidad de Granada. Postgrado en Educación Especial y especialista en Espectro Autista.
La comunicación consiste en la transmisión de información entre personas, que da lugar mediante el lenguaje verbal y no verbal. El verbal abarca todo tipo de información mediante el sonido y el no verbal mediante gestos, signos o señales.
Pero el propósito realmente del lenguaje es la comunicación, con el cual se favorece la interrelación entre humanos facilitando la integración social de las personas dentro de una comunidad.
El lenguaje incluye la composición de palabras y las normas lingüísticas acompañado del mensaje que se quiere trasmitir. Pero para poder realizar todo esto correctamente, es necesario hacer uso de la capacidad de explicar una necesidad utilizando tanto el lenguaje verbal, como el no verbal.
La comunicación también se refiere a una relación social entre personas, el emisor que sería la persona emisora del mensaje junto con el receptor, aquel que recibe el mensaje.
En estos intercambios comunicativos, ambos cambian opiniones con una necesidad en concreto. Sin embargo, cuando una de las personas no entiende lo que quieren decirle o no sabe explicar algo en concreto por carencia lingüística, no es capaz de relacionarse del todo, por lo tanto no se produciría la comunicación.
Cuando la comunicación no es fluida, puede existir algún tipo de trastorno afectando dicha capacidad innata del ser humano. Es en este momento cuando deberíamos pensar y profundizar en el tema.
Para ello, se ha elaborado este curso cuyo objetivo es dar a conocer más detalles sobre las personas con esta afectación. Trataremos aspectos educativos, biológicos, de tratamiento y diagnóstico.
¿Qué es el autismo?
Pero antes de iniciar el curso habría que resolver una aclaración…
¿Qué es el autismo?
El autismo es un trastorno neurobiológico que afecta a cuatro de cada mil niños y su mayor característica se debe a las limitaciones relacionadas con aspectos básicos del desarrollo, entre ellas: la imaginación, la comunicación e interacción social y el comportamiento. Este último aspecto es difícil de reconocer, ya que el niño no presenta ninguna conducta específica hasta bien alcanzada la formación de su personalidad.
Existen múltiples definiciones para describir el trastorno autista. Es por ello que me gustaría aporta otra definición sencilla y que completaría la idea general que podamos tener sobre el autismo, ésta sería la siguiente“Grave trastorno de origen multifactorial y orgánico, de afectación profunda a las aptitudes, capacidades y conducta más humana por definición (comunicación y socialización) y que viene acompañado de alteraciones neuropsicológicas que afectan a las funciones superiores de pensamiento, lenguaje, memoria e inteligencia” (Ana Asensio, Facultad de Medicina UCM, 2010).
Pero como en todos los trastornos, habría que tener en cuenta ciertos factores, los cuales serían importantes para determinar un posible caso de autismo.
Factores a tener en cuenta
- Aparente sordera.
- Falta de complicidad con personas de su entorno.
- Falta de comunicación cuando requiere un objeto o llamada de atención ante una necesidad.
- Dificultad para compartir acciones o sentimientos.
- Perturbaciones en el lenguaje o comunicación.
- Respuestas anormales ante casos de estimulación.
- Ecolalia: lenguaje basado en la repetición literal sobre palabras previamente escuchadas.
Características del Autismo
Una vez conocido el concepto y los factores a tener en cuenta, vayamos más allá pensando en aquellas características propias de este trastorno que bien se podrían agrupar dentro de tres grupos:
- Comunicación: esta es una de las características en las que las personas con autismo presentan dificultad. Cada persona tiene una capacidad innata para la comunicación, la cual se convierte en una tarea complicada para aquellos que padecen este trastorno. Si un niño no inicia una comunicación sería importante que aquellas personas del entorno del éste (padres, maestros o terapeutas) organicen actividades donde se desarrolle la disposición a comunicarse para “forzarles” la adquisición del concepto de estimulo-respuesta con el medio ambiente. Un ejemplo muy sencillo sería ofrecerle un plato de comida sin el cubierto, en este caso la persona en cuestión pediría aquel instrumento necesario que le permita llevar la comida del plato a la boca. Es a partir de este momento, cuando sería necesario no permitir que el niño produzca sonidos para comunicarse, en lugar en lugar de usar el lenguaje. Es muy importante que nos pongamos al mismo nivel del niño para entender todas sus indicaciones verbales y no verbales.
- Comportamiento: los comportamientos caracterizados variarían desde movimientos repetitivos corporales hasta síntomas conductuales. Otra característica común es adoptar un mal comportamiento debido a la falta de comprensión de lo que está sucediendo en su entorno, es por ello que sería importante no ceder a sus necesidades, sino ofrecerle la posibilidad de tener otra visión ante esa misma situación. También ayudaría a mejorar esta actitud hacer un seguimiento al mal comportamiento para ver las posibles causas que pudieron llevarlo a aquello, al mismo tiempo que se pueda llegar a la solución mediante un refuerzo positivo (como las recompensas ante las buenas actitudes).
- Socialización: probablemente sea el más difícil de afrontar, ya que les resulta casi un reto, puesto que existe la posibilidad de que sufran estrés o frustración en el momento que se comuniquen socialmente. Para la solución a dicha dificultad existen múltiples variantes basadas en objetivos individualizados como por ejemplo, actividades cooperativas en grupo.
Historia y Antecedentes
La palabra autismo tiene su origen del griego “autos” que significa “propio, uno mismo”. Este término fue utilizado por primera vez en su historia por el psiquiatra Eugene Bleuler en 1912.
Etapas del autismo
El autismo siempre ha sido un tema a tratar en muchas investigaciones, las primeras se basan en los años 40 y podríamos clasificarlas en varias épocas:
- La primera se clasificaría entre los años 1943-1963, donde se pensaba que el autismo era producido por factores de relación entre el niño y el medio ambiente que le rodeaba.
- La segunda época sucedía entre los años 1963-1983, en la cual se pensaba que las deficiencias de los aspectos básicos del desarrollo se debían a una alteración neurológica.
- La tercera época avanzó hasta el año 1989, donde se creía que el autismo lo causaba la propia educación que recibía el niño en su entorno familiar.
Investigaciones y conclusiones
Realmente fue en el año 1943 cuando se hizo la primera clasificación de autismo por el doctor Leo Kanner, su estudio consistió en el siguiente experimento: escogió un grupo de once niños y tras realizar una serie de pruebas, identificó que tres de ellos no hablaban y el resto no hacía uso de la variedad lingüística que realmente poseían.
El doctor austriaco Hans Asperger por su parte, utilizó por primera vez el término de psicopatía autista en niños que se comportaban de una manera parecida, pero su labor no fue reconocida hasta 1981; debido a que todos sus avances fueron escritos en alemán.
Por su parte, Asperger descubrió en sus investigaciones que los niños con autismo tuvieron intereses profundos por un tema en específico y sobre todo con mucha intensidad, haciendo uso de la repetición en ciertas rutinas diarias y apego a objetos de su entorno.
También indicó que estos niños eran unos auténticos profesionales cuando tenían que hablar de aquellos temas que realmente dominaban y propuso que para poder ganar éxito en las ciencias, arte o investigación era útil ser un poco autista.
Aunque ambos llegaron a la misma conclusión sobre su concepto de autismo con sus propias características, diferenciaron un síndrome dentro del autismo llamado Asperger (del que hablaremos posteriormente) y lo que se denomina autismo de Kanner cuando hablamos de autismos de relativo funcionamiento.
Ya avanzado en los años 70 y 80, aparecen las nuevas tecnologías como un importante avance en cuanto a la exploración neurológica de este trastorno y supuso un importante avance en el descubrimiento de síntomas producidos por este trastorno.
Finalmente en la actualidad, a pesar de que se tenga una clara descripción sobre el término de autismo, hay una gran tendencia a tener en cuenta el término originario a forma de feedback.
Causas del Autismo
El autismo es un trastorno que se relaciona con una anomalía en el cerebro cuyas causas actualmente se desconocen, a pesar de que haya constantes investigaciones acerca de ello. Sin embargo, hay una posible combinación que parece causar este trastorno, los factores involucrados serían los siguientes:
- Agentes genéticos: la ciencia evidencia que en un mayor porcentaje de casos el autismo es un trastorno heredable, tanto como puede ser la personalidad o el cociente intelectual. Los estudios en gemelos han demostrado que si uno de ellos padece autismo, el otro tendría el 60% de posibilidades de padecerlo también. Este hecho demostraría una clara influencia genética.
- Agentes neurológicos: se han demostrado alteraciones neurológicas en aspectos relacionados con el aprendizaje y la conducta.
- Agentes ambientales: existe una posibilidad de que personas con este trastorno padezcan una afección causada por agentes ambientales parecidos al autismo. Es por ello que sería importante no exponerse ante agentes ambientales perjudiciales que pudieran ocasionar una complicación en la gestación.
- Agentes alimenticios: se ha comprobado que el comportamiento de ciertos niños con autismo puede empeorar o mejorar modificando la alimentación; esto se debe a la bioquímica de los alimentos. Es por ello que sería recomendable cuidar la ingesta de ciertos alimentos consultando previamente una posible dieta con un especialista.
- Otros agentes: en estos últimos años se desarrollaron teorías sobre la posible afectación entre el autismo y otros factores, como la crianza (donde se demostraría que un pasotismo por parte de los padres en el niño podría desarrollar una conducta parecida al autismo) y el estrés (donde se piensa que un estado de estrés continuo afectaría negativamente el comportamiento del afectado. No se han constatado científicamente, sin embargo, se le ha dado cierta importancia.
Síntomas e indicios de padecer el trastorno
A pesar de que existan factores subjetivos de comportamiento que sean difíciles de detectar, es posible encontrar síntomas comunes que nos lleven a pensar que una persona padezca autismo, como por ejemplo.
- Que evite el contacto visual y prefiera la intimidad.
- Dificultad en la comprensión de sentimientos ajenos o expresar los propios.
- Retrasos en el habla y la adquisición del lenguaje.
- Repetición de palabras o frases previamente escuchadas (ecolalia).
- Irritación ante cambios mínimos.
- Interés obsesivo en temas específicos.
- Cambios conductuales, tales como girar en círculo o mecer el cuerpo.
Dentro de las tres características del autismo mencionadas previamente, también podemos encontrar síntomas específicos surgidos a causa de la deficiencia en dichos campos, que podríamos clasificar en los siguientes grupos.
Destrezas sociales:
- No reaccionar por su nombre.
- Preferencia por el juego individual.
- Inexpresivo facialmente
- No respeta límites en cuanto a nivel personal.
- Evita el contacto físico.
- Dificultad para comprender el entorno.
Comunicación:
- Invierte pronombres.
- Contesta erróneamente preguntas.
- No reacciona ante señales.
- Utiliza pocos gestos.
- Habla de forma monótona o con tonalidad rítmica (como un robot).
- No juega alimentando su imaginación.
- No entiende normas o sarcasmo.
Conductas:
- Coloca juguetes en línea.
- Interés en objetos específicos (por ejemplo ruedas).
- Tendencia a seguir el orden con rutinas.
Otros síntomas:
- Rabietas.
- Poca atención.
- Agresividad.
- Perdida de atención.
- Hiperactividad.
Diagnóstico
El término de diagnóstico hace referencia a la acción de diagnosticar, el cual se refiere a recopilar información y a partir de ahí analizar los datos facilitados para evaluar la naturaleza de los problemas, desde una base con puntos comunes y tomando en cuenta los síntomas mencionados.
A pesar de que una conducta individualizada no puede llevar a la conclusión de que el niño padezca autismo, es necesario para su completa evaluación un análisis de sus conductas y comportamientos.
El diagnóstico se realiza hoy en día por profesionales relacionados con el psicoanálisis y se lleva a cabo en centros asistenciales como ambulatorios de diagnóstico, centros de día, centro de asesoramiento pedagógico o consultas privadas.
Este diagnóstico consistiría en dos etapas: la primera se basaría en una observación y examen del comportamiento del niño y la segunda en una evaluación exhaustiva que determinaría la causa y el grado en el que se encuentra.
Dependiendo del grado de afectación, serían diagnosticados de un tipo u otro, de forma que aquellos con habilidades lingüísticas desarrolladas, podrían pertenecer al grupo de “Síndrome de Asperger”, mientras que aquellos que no lo poseen, se podrían agrupar en el “síndrome de Rett”.
Actualmente existen diferentes niveles acorde a su grado de inteligencia. Se podrían distinguir entre nivel alto, medio y bajo. Veamos sus diferencias y los síntomas encontrados en cada uno de los grados:
- Nivel alto: su conducta se basa en la búsqueda de necesidades y presentan conductas obsesivas. Hay poco uso de las habilidades lingüísticas, en ocasiones no usadas a propósito o mencionando solo frases ya citadas previamente (ecolalia). A pesar de todo esto, pueden llegar a desarrollar habilidades académicas y se pueden llegar a relacionar socialmente en un próspero futuro.
- Nivel medio: se relacionan de forma limitada y planeada (ya que no son capaces de improvisar) y su aprendizaje se basa en la rutina. Es repetitivo tanto en su lenguaje como en su actitud (cuando juega puede llegar a girar un objeto del mismo modo durante un periodo determinado de tiempo). Sin embargo, entiende todo tipo de lenguaje concreto de forma sencilla.
- Nivel bajo: apenas mantiene relaciones sociales, ya que prefiere mantenerse aislado mientras que mantiene su intimidad. No utiliza el lenguaje (ya que adquiere una actitud estereotipada y repetitiva)ni tampoco adquiere una comprensión de éste.
Diagnóstico según el comportamiento
A parte de analizar el grado de afectación en el que se encontraría la persona autista, se ha demostrado que existen algunos tipos de diagnóstico para estos niños que tienen su base en comportamientos excesivos y deficientes, los cuales tienen su raíz neurológica.
Si nos encontramos una persona con síntomas autistas, deberíamos de tener en cuenta estas acciones:
- Comportamientos excesivos: Agresividad (agresivo hacia otras personas, dañarse físicamente…), auto estimulación, incumplimiento (puede reaccionar de forma constante, intermitente en las que incumpla las normas parcialmente o pasivamente), aislamiento (se aislaría en ciertas situaciones) e hiperactividad (exceso de energía en ciertas ocasiones).
- Comportamientos deficientes: Comunicación (sería muda, utilizando lenguaje repetitivo y en ocasiones incomprensible), visualización (evitan mirar a los ojos directamente), social (falta de tolerancia o rechazo hacia los demás), auditivo (falta de respuestas ante estímulos conocidos) y juego (se basarían en un juego repetitivo).
El diagnóstico temprano sería de máxima importancia para el comienzo de la intervención. Al mismo tiempo que el niño va creciendo, están en constante proceso de construcción y por ello puede encontrarse con dificultades que determinen su vida.
Es por ello, que esas dificultades podrían ser la causa de una enfermedad, justo en ese momento se debería de pasar al diagnóstico. Sería recomendable que esto sucediera antes de que el niño tuviera cinco años, ya que los principales años para la corrección de su conducta serían entre los dos y tres años de edad.
Tipos de Autismo
El autismo identifica una serie de manifestaciones diversas donde podríamos encontrar desde niños aislados hasta otros con un lenguaje muy desarrollado. Es por ello que a partir de esto se elabora una clasificación para diferenciar cada uno de ellos, con sus propios síntomas o características. Veamos en qué consisten:
-Síndrome de Kanner: fue llamado así debido a su fundador Leo Kanner, quien presenta los síntomas más comunes del autismo. También es conocido como Autismo Infantil Precoz. El síntoma más importante es la deficiencia de interacción social y el empeoramiento progresivo de las habilidades lingüísticas. Sin embargo, el síntoma más grave es la agresión a sí mismo u otras personas, tales como golpes o autolesiones.
-Síndrome de Rett: principalmente afecta a las mujeres aunque también afecta a una minoría masculina y por regla general se manifiesta a los dos años de vida. Es uno de los tipos en el que el desarrollo de las habilidades lingüísticas supone un obstáculo (en casos muy severos, peligra la independencia de los afectados por cuidarse de sí mismos). Es posible que las personas que padezcan este síndrome, también tengan cierto retraso mental (aunque el grado dependerá de la persona). Este síndrome perduraría durante toda la vida deteriorando estas habilidades, aunque afortunadamente existen tratamientos para alargar estas situaciones.
-Trastorno de desintegración infantil: generalmente aparece al tercer año de vida y su mayor característica consiste en el deterioro de todas las habilidades adquiridas hasta el momento. Normalmente si el afectado sufre un grado avanzado, podría perder el contacto total con la sociedad.
-Trastorno generalizado del desarrollo no especificado: se caracteriza por la dificultad en el desarrollo de las habilidades sociales y lingüísticas. Es una de los tipos de Autismo infantil existente, pero que con una buena detección a tiempo el paciente podría llevar a cabo un buen desarrollo de sus capacidades.
Síndrome de Asperger
Como un tipo de autismo bastante frecuente y que podríamos profundizar en él para conocer todas sus características es el Síndrome de Asperger. Se debe a Hans Asperger, un pediatra austriaco que en 1944 descubrió una serie de comportamientos que pudo comprobar en sus pacientes masculinos. Observó que algunos pacientes presentaban dificultades en las relaciones sociales, a pesar de contar con un lenguaje desarrollado y una inteligencia normal. Es a partir de este momento cuando se planteó la idea de que podría resultar un trastorno aún sin analizar.
Pero realmente, ¿qué es el Síndrome de Asperger? , ¿tiene las mismas características que el autismo?
Este síndrome es un trastorno severo que conlleva una alteración neurobiológica que, cuando procesa la información recibida, existen varias dificultades en los siguientes aspectos básicos del desarrollo:
- Habilidades sociales.
- Dificultad motora.
- Uso del lenguaje como medio comunicativo.
- Comportamientos repetitivos.
- Intereses específicos y limitados.
Los niños que padecen este síndrome pueden encontrar serios obstáculos en cuanto a lo social y conductual. Es por ello que habría que tomar en cuenta dichas características:
- No suelen ser capaces de mantener una relación de manera fluida con iguales.
- Uso del lenguaje literal.
- Sensibles al medio que le rodea, colores, sonidos o sabores.
- No comprenden del todo los sentimientos de los demás.
- Suelen ser expertos en un objeto o tema.
- Tienen dificultades para mantener relaciones con niños de su edad.
- Memoria para recordar detalles mínimos.
- Problemas de sueño.
- Tienen dificultades para entender cosas que han leído.
- Hablan con un tono de voz monótono y constante.
- El juego es repetitivo y poco social.
- Tienen tendencia a balancearse cuando están planteándose alguna idea.
El síndrome de Asperger afecta actualmente a 7 de cada 1000 niños. La persona que padece este síndrome suele tener un aspecto e inteligencia de lo más normal, tan solo les restringen aspectos sociales; en los que presentan obstáculos para mantener relaciones sociales y presentan comportamientos inadecuados en ocasiones.
Las personas con este síndrome tiene un estilo cognitivo distinto del habitual, ya que piensan de forma elocuente, concreta y realista. Su trastorno en este sentido no sería apenas visible, tan solo tendrían dificultades en los comportamientos sociales que pueden dificultar otras áreas del desarrollo integral del afectado como persona.
Enfermedades relacionadas con el trastorno
En esta parte del curso, pasaremos a explicar los distintos tipos de enfermedades que se relacionan estrechamente con el autismo, tanto por sus similitudes como sus diferencias.
Las enfermedades a las que nos referimos consistirían en una lista con las siguientes:
- Esquizofrenia: es una enfermedad mental en la que se sufre una dislocación de la personalidad. Se relaciona comúnmente con el autismo, a pesar de existir diversas diferencias, como por ejemplo en la edad de comienzo; mientras el trastorno autista comienza en la infancia, la esquizofrenia puede aparecer en la adolescencia o adultez.
Otra de sus diferencias se basa en las fases de la enfermedad, mientras que en la esquizofrenia puede llegar a tener episodios de normalidad, el autismo sería constante, ya que dentro de este trastorno no existe periodos.
- Retraso mental: entre dichas enfermedades también existen diferencias relevantes, aunque la mayor parte de niños autista también adquieren un pequeño retraso mental. La diferencia con mayor importancia es aquella en la que el niño autista tiene una mayor dificultad para el desarrollo del lenguaje o a identificar señales de su entorno, de manera que esto no le afectaría a un niño que posee retraso mental.
- Trastornos del desarrollo del lenguaje (trastorno lingüístico): la mayor diferencia se distingue en el comportamiento de la persona afectada. Cuando se trata de una persona autista, hay un comportamiento de incomprensión social, mientras que esta actitud no se ve muy afectada por aquellos que padecen trastornos del lenguaje.
- Sordera: algunas personas afectadas por autismo pueden parecer que tuvieran algún grado de sordera, ya que pueden no atender cuando se les llamas por su nombre. Es por ello que es imprescindible hacerle un test auditivo para ver la base real del problema.
- Trastorno de Heller: trastorno que se identifica por desarrollar una actitud de ansiedad, agresividad y deterioro del lenguaje. Con lo cual sería frecuente que se pueda confundir en algún momento con el autismo.
- Síndrome de Tourette: es de origen genético y causa tics nerviosos involuntarios. Esta enfermedad se ha diagnosticado en personas autistas, aunque no existe un origen científico de que estén relacionadas entre sí.
- Hiperlexia: se refiere al desorden del lenguaje adquirido, debido a su vez a la falta de relaciones sociales. Existen varias teorías en las que se relaciona como un posible tipo de autismo, aunque no está confirmado.
Etapas del autismo
Antes de empezar la lección sobre las etapas del autismo, me gustaría mencionar una frase de un famoso autor que dice así: “El autismo es la sombra que deja en el desarrollo una dificultad o imposibilidad para construir ciertas funciones psicológicas cuyo momento crítico se extiende entre el año y medio y los 5-6 años” (Rivière, 1997).
Sabiendo esto, debemos ser precavidos antes y después del diagnóstico para tratarlo según sus necesidades.
A pesar de que es complicado generalizar los síntomas y la progresión del trastorno ya que depende de la persona en concreto), es posible describir como éste cambia a medida que el niño autista se desarrolla. Por lo tanto, podríamos clasificar este proceso en etapas, las cuales se desarrollarían de esta forma:
- De los cuatro a cinco meses: no aparece ningún tipo de actitud anticipatoria cuando alguna persona va a cogerle. Los balbuceos no aparecen e incluso pueden retrasarse de forma tardía.
- Los primeros seis meses: el bebe puede ser un tanto exigente en sus necesidades y no suele aparecer la sonrisa como satisfacción a las mismas.
- De los seis meses al año: el bebe muestra una actitud de negación ante ciertos alimentos, se niega a masticar o tragar algunos alimentos sólidos que se les ofrece. En este caso y sin intervención de especialistas, se mantiene al niño mediante alimentos propios de bebes durante un largo periodo de tiempo. Suele existir ciertos retrasos o aceleración en el proceso de gatear, andar o sentarse y en esta edad, ya se podría observar una actitud de miedo ante aquellos hechos que suceden a su alrededor. Tampoco existe la comunicación no verbal.
- Segundo y tercer año: el niño busca estimulación en su entorno y adquiere una actitud peculiar, como por ejemplo rechinar los dientes. El juego no sería imaginativo, ya que se basaría en la colocación de objetos dando vueltas sobre sí y perdería cierta autonomía, pues requeriría a alguien para que pueda coger algún objeto que realmente desea.
- Cuarto y quinto año: durante estos años, el niño producirá pocas palabras y se limitará a producir frases simples, por lo que en esta etapa sería un síntoma que identificaría que padece dicho trastorno.
- Quinto o sexto año: los niños seguirían desarrollando progresivamente los síntomas descritos anteriormente, aunque también puede aparecer un cambio leve de actitud, ya que se podrían desarrollar nuevos síntomas que debería de analizar un especialista.
- Sexto año: si el lenguaje no se ha formado lo suficientemente como para formar frases elaboradas, es muy probable que no se pueda avanzar de la misma forma en un futuro, ya que el desarrollo de éste durante los primeros años de vida es crucial. Si esto ocurre, es posible que el desarrollo intelectual del niño disminuya y se cree actitudes de un retraso mental.
- Posterior al sexto año: cuando el niño posee ya los seis años de edad, va creando su propia personalidad (sus preferencias y gustos) y es aquí cuando sería más fácil identificar que el niño tiene autismo. Por lo tanto, sería muy importante que se identifiquen las anteriores fases, ya que para este tipo de trastorno es fundamental una buena detección temprana.
Autismo Infantil
El autismo infantil es un trastorno que surge desde el nacimiento, aunque no suele identificarse con seguridad seis años de edad. Uno de los primeros síntomas es la deficiencia del lenguaje, la falta de interés ante estímulos que se le presentan y a simple vista, parece que padecieran sordera al ignorar ciertos sonidos o llamadas. Es por ello que debemos alertarnos si surgen algunas de estas señales.
Por otra parte, el niño afectado por autismo se caracteriza por una serie de acciones repetitivas y dificultad para enfrentarse a situaciones cotidianas, por lo que sería conveniente aportarle un ambiente estable donde poder desarrollarse individual y grupalmente en dicho entorno.
Los síntomas del autismo infantil serían muy parecidos a los de la esquizofrenia, pero se diferencian entre otras cosas, en los tipos de tratamientos que se emplean. Aunque realmente la persona que puede explicar esto con más claridad, sería un especialista en autismo después de haber analizado al niño y establecer un diagnóstico claro.
Desde este momento, deberíamos mantener una relación entre los profesionales terapéuticos, los profesores y nosotros como apoyo familiar, ya que sería fundamental que cada uno aporte su parte de apoyo para que el niño pueda avanzar en todos los ámbitos (educativo, social, conductual y comunicativo).
Inicialmente sería importante que aquellos que padecen este trastorno puedan acudir a terapias ocupacionales, donde se les estimule correctamente al mismo tiempo que aprenden a convivir dentro de un grupo social. Al mismo tiempo, se pasaría a analizar los tratamientos y terapias que mejor se adecuan a cada persona y sus propias características.
Para que el autismo se desarrolle de una forma esperanzadora, es necesario identificar estos síntomas lo antes posibles, ya que su detección es fundamental a la hora de llevar a cabo la resolución del trastorno de una forma eficaz, y como se ha mencionado anteriormente, acudir a los profesionales para que puedan aportarnos las herramientas necesarias con las que combatir ante este trastorno.
Evaluación Psicológica
La evaluación psicológica conlleva una observación del niño en situaciones cotidianas, ya que eso nos proporcionara una información decisiva sobre las causas y el mejor diseño del programa de intervención a aplicar.
Esta evaluación debe proporcionarnos el grado de inteligencia mediante pruebas comunes y la evaluación del nivel de desarrollo. Normalmente, también es importante al mismo tiempo una evaluación neuropsicológica.
Este examen nos aportaría la información que necesitamos para elaborar un tratamiento individualizado y adaptado a las necesidades de cada persona, siempre apoyado de una implicación por parte del afectado para que esto se pueda realizar de forma exitosa.
Pero realmente para la realización de dicha intervención psicológica es necesario ser exhaustos y que éste se cree acorde a su diagnóstico. Para ello habría que tener en cuenta las distintas funciones psicológicas importantes, que serían las siguientes:
- Interacción social: habría que ver al niño en el intento de mantener una relación social y que intereses girarían en torno a esto. Para ello veríamos de importante relevancia responder preguntas como: ¿está el niño interesado en mantener conversaciones con otros?, ¿mantiene el contacto visual si las realiza?, ¿hace el niño uso del lenguaje no verbal para apoyarse en la interacción social?
- Habilidades de comunicación: este factor sería muy importante e iría unido junto a la interacción social, ya que son las habilidades de comunicación las que permiten que se produzca la interacción. Para ello deberemos analizar si posee estas habilidades y hasta qué punto. Es conveniente responder a varias preguntas que podrían surgir para el análisis de esta función. ¿Qué medios de comunicación utiliza?, ¿qué características tiene el lenguaje?, ¿es capaz de comprender bromas o un lenguaje no literal?
- Juego: la forma de jugar también sería un dato revelador para la intervención, ya que mostraría si el juego es monótono o si utiliza la imaginación que en tantas ocasiones el autista encuentra como un obstáculo por resolver, por ello habría que analizar dos puntos: si el juego es repetitivo y si usa juguetes haciendo uso de la imaginación.
- Intereses restringidos: como ya hemos conocido, las personas con espectro autista, suelen tener intereses sobre gustos específicos. Por ello, es muy importante averiguar los temas que les interesan, ya que es una forma de aproximación y motivación personal para ayudar a las personas con este trastorno.
- Conductas inadecuadas: las conductas inadecuadas son frecuentes en este trastorno, es por ello que sería conveniente analizarlas y estipular un nivel para que a partir de ese momento se tomen las medidas oportunas al respecto.
Cuestionario de detección
Para que la detección sea profunda y exitosa, es necesario realizar una prueba estereotipada que nos ayude a crear un diagnóstico claro. Es por ello que se podría realizar este cuestionario de detección para obtener resultados objetivos al respecto.
S: Siempre AV: a veces CN: casi nunca N: nunca.
No responde a su nombre
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S AV CN N
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No habla o ha dejado de hablar
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S AV CN N
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El lenguaje empleado es repetitivo
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S AV CN N
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No señala para referirse a algo
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S AV CN N
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Usa a las personas como medio para lograr algo
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S AV CN N
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Se comunica para agredir, no para intervenir positivamente
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S AV CN N
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No reacciona ante lo que ocurre en el entorno
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S AV CN N
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No muestra interés en relacionarse con su entorno social
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S AV CN N
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No mantiene un contacto visual directo (no mira a los ojos del que le habla)
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S AV CN N
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No se relaciona con otros niños, ni los imita
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S AV CN N
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Tiene una buena habilidad de visión espacial (son buenos en cuanto a construcción o visualización)
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S AV CN N
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Cambia de actitud sin motivo aparente
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S AV CN N
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Tiene apego a ciertos objetos o estímulos
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S AV CN N
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Presenta resistencia ante cambios
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S AV CN N
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Tiene una conducta repetitiva e inusual
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S AV CN N
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Es sensible a olores, sonidos o sabores
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S AV CN N
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Alinea objetos sin motivo aparente
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S AV CN N
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Su forma de jugar es repetitiva
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S AV CN N
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Ausencia de juego social o simbólico
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S AV CN N
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Falta de imaginación para el juego
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S AV CN N
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Falta de observación hacia donde señala
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S AV CN N
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En el caso de que diez de las cuestiones sean afirmativas total o parcialmente, podemos encontrarnos en un caso de detección de autismo, es ahí cuando sería conveniente ponernos en caso de un especialista para su posible afirmación y recomendación ante dicho tema.
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