FUENTE: http://www.maestroysociedad.rimed.cu/temp/10/miriam.pdf
Autor: MsC. Miriam Duany Timosthe.
Prof. Auxiliar del Dpto de Educación Especial.
Fac. Educación Infantil.
ISP. “Frank País G.”
Autor: MsC. Miriam Duany Timosthe.
Prof. Auxiliar del Dpto de Educación Especial.
Fac. Educación Infantil.
ISP. “Frank País G.”
La familia es la primera institución en la que el niño desarrolla sus sentimientos y
adquiere inicialmente los patrones de moral y convivencia social que influirá en la
formación de su personalidad.
Para todos los niños, adolescentes y jóvenes, la familia y la escuela son dos
contextos ambientales de aprendizaje más significativos, y ambos tendrán una
influencia decisiva en la orientación de su proyección personal. Con bastante
frecuencia estos ambientes se superponen y se complementan, afectando la
conducta de los alumnos, por lo que no se puede abordar el desarrollo y la
educación de los niños sin tenerlos en cuenta.
Muchas son las investigaciones que han demostrado la importancia de la familia
en el desarrollo de los niños. Se ha podido constatar que cuando los padres
ejercen influencia en la educación de los hijos, estos tienden a rendir más en la
escuela y sus progresos son mayores, aún teniendo en cuenta la diferencia tanto
en lo social como en lo cultural de las familias y las aptitudes de los niños.
En la familia de los niños retrasados mentales encontramos múltiples
complejidades y barreras que no favorecen el desarrollo integral de su
personalidad; entre las que podemos destacar las riñas frecuentes, falta de
autoridad, falta de preocupación por la educación de sus hijos, maltratos, rigidez,
riñas intrafamiliares, inadecuados métodos educativos, comunicación inadecuada,
entre otras características, tipifican las familias de los niños retrasados mentales.
Consideramos necesario el estudio minucioso de la problemática familiar para un
mejor manejo y entendimiento de la misma; así como, la búsqueda de soluciones
a los problemas que en ella se presenta.
Esta problemática no es exclusiva de nuestro país, muchos países se han
preocupado y ocupado de las familias con hijos discapacitados, constituyendo la
misma objeto de investigaciones y reflexiones teóricas que tiene un punto en
común: la comprensión de las necesidades de articulación e integración de los
esfuerzos de la familia y la escuela en aras de lograr el desarrollo integral del niño
retrasado mental leve.
Sin embargo, aunque se ha escrito sobre el área concreta de acción educativa
familiar, considero que es necesario continuar profundizando sobre las acciones
de las familias es su desempeño educativo, para esto debemos abordar temas tan
variado como la descripción de las manifestaciones psicológicas de los retrasados
mentales, los motivos de su comportamiento, que piensan los padres de sus hijos
y su futuro, o qué idea tienen respecto a cómo influir en su formación integral.
La preparación de la familia como institución formadora y potencializadora de los
hijos es sumamente necesaria, por ello debemos tener en cuenta que
independientemente de que la labor educativa puede ser ejercida por varias
instituciones sociales, su agente principal es la escuela, que cuenta con un caudal
de experiencias y el personal con adecuada preparación psicológica y pedagógica
para encauzar esta actividad en la cual median otros sistemas de influencias que
pueden apoyarlas en su función, de ahí que se necesite más dinamismo de esta
institución sobre la educación familiar. Si la escuela es capaz de dirigir
correctamente su labor educativa, puede entonces llegar a convertirse realmente
en el centro de influencia cultural en la comunidad donde esté enclavada.
De lo expuesto hasta ahora se desprenden tres aspectos fundamentales a tener
en cuenta cuando hablamos de intervención en las familias con hijos retrasados
mentales:
1. Cuando nos planteamos trabajar con estas familias no podemos perder de vista
el contexto familiar del que forma parte, por tanto, la familia de cada uno de
ellos será una fuente informativa de primer orden para los profesionales.
2. Dada la importancia que juega la familia en el proceso de desarrollo de sus
hijos y dado que pueden tener dificultades serias al intentar enfrentarse con la
situación del niño, es necesario considerarlos como sujeto de intervención.
3. Puede ser considerado el más importante para los profesionales de la
educación. Los padres y los maestros comparten las principales tareas de
socialización, educación y preparación de los niños, pero en el caso del
retrasado mental, deben existir mucho más objetivos comunes, pues ambos
pretenden ayudarlo a ser independiente en las tareas de la vida cotidiana, que
aprendan a comunicarse, a entenderse con los demás, y que logren adaptarse
a las demandas y expectativas de la sociedad en la medida de sus
posibilidades.
La escuela a través de la orientación familiar debe propiciar la adecuada
preparación de la familia para el ejercicio de su función educativa; entendida la
orientación familiar como un proceso de influencias educativas que presupone un
sistema de ayuda, dirigido al mejoramiento humano de los miembros de la familia
a partir de acciones socio - psico - pedagógicas intencionalmente planificadas en
función de la elevación del nivel de preparación de la familia para asumir (desde
una posición participativa y protagónica) las funciones que la sociedad le ha
encomendado para la formación de sus descendientes.
La orientación brinda apoyo a los padres da la posibilidad de descubrir formas de
relaciones más funcionales de garantizar mejor convivencia en el hogar, así como
promover un modo de vida que respondan a las normas sociales establecidas.
A través de la educación familiar de niños discapacitad.
A través de la educación familiar de niños discapacitados, se les brinda
conocimientos y ayuda para adquirir cultura de cómo atender a seres diferentes.
La escuela le suministra conocimientos con vistas a ayudarlos a desarrollar
actitudes y convicciones, estimular intereses y consolidar motivaciones y de esta
forma lograr la integración de los padres en una concepción constructiva sobre las
personas deficientes y sus posibilidades en la sociedad.
Para esto la escuela traza las estrategias, con vistas a la preparación de la familia
para llevar a cabo la atención y preparación de sus hijos dada la gran
responsabilidad que esta tiene en la educación y socialización de estos escolares.
A través del acercamiento de la escuela con la familia se debe:
1. Conocer el clima familiar en que se desarrolla la vida del escolar.
2. Unificar criterios y acciones en la educación de los hijos.
3. Aumentar la cultura pedagógica y psicológica de los adultos que tienen
responsabilidad directa en la educación de los menores.
4. Acercar a los padres al conocimiento de las actividades que realiza la institución
escolar en la dirección del proceso docente - educativo.
5. Lograr la vinculación de los padres a la vida de la escuela.
Sin estos elementos, consideramos que el trabajo que la escuela planifica con la
familia dirigido a la orientación familiar, no surtiría efecto, ni tampoco se lograría
cumplir los objetivos previstos.
La orientación familiar permite sensibilizar y documentar a la familia sobre la forma
más correcta posible de educar a sus hijos, de ir adentrándose en el conocimiento
de los principios científicos relacionado con el desarrollo psíquico, aspecto este
que es fundamental para que puedan comprender las verdaderas causas que
originan los problemas de estos y las medidas correctas que se deben tomar.
Por tanto, al capacitar a la familia es importante que se les enseñe a cómo
Por tanto, al capacitar a la familia es importante que se les enseñe a cómo
desarrollar una observación positiva analizando las habilidades, aptitudes,
intereses y valores del niño, así como la forma de estimularlo en su desarrollo
cognitivo, en la postura y valoraciones que ellos realicen de aspectos
fundamentales de su vida familiar y escolar están configurando la personalidad del
niño y de esta forma estaríamos ayudándolo a emplear sus habilidades como
compensación de sus limitaciones o alteraciones; debemos enseñar al niño a
desarrollar su autoconfianza y autoestima por competencia consigo mismo primero
ante que con los demás.
La concepción sistémica del trabajo de la escuela con la familia reviste una gran
importancia para la educación de los niños retrasados mentales en las escuelas
especiales, dado que ambos subsistemas deben integrase en la tarea común de la
formación del niño, esto es doblemente necesario, primero por las exigencias de la
sociedad y en segundo lugar por las propias demandas educativas del menor, el
cual necesita de todo un conjunto de apoyos familiares y escolares que le
posibiliten su formación y desarrollo. Al considerar a la familia y a la escuela
especial con un enfoque sistémico vemos cómo debe potenciarse todas las
posibilidades que en el orden educativo tienen ambas instituciones sociales, cuyo
objetivo es común, pero que cuentan con recursos e historias diferentes y con un
grado diverso de desarrollo, todo lo cual debe tenerse en cuenta en las estrategias
de trabajo a desarrollar para la orientación familiar.
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