La familia, la escuela y la comunidad son
tres contextos que ejercen influencias importantes en el desarrollo psicológico
de los niños.
La educación no se inicia
en las escuelas; de verdad empieza en el seno familiar. La transmisión de
valores, hábitos, rutinas, patrones de crianza, creencias falsas y verdaderas
etc., es fomentada, en primer lugar, por los padres de familia. Los hijos, más
adelante, estarán inmersos en una educación formal en centros escolares
básicos, medios y profesionales. Lo importante de esta continua educación es la
congruencia e integración del desarrollo humano, considerándose éste como el
proceso por el cual una persona en crecimiento adquiere una concepción más
amplia, diferenciada y válida y se vuelve capaz de realizar actividades propias
de su ambiente. El desarrollo humano supone un cambio en las características de
la persona, una constante reorganización en su vida que influye tanto en su
percepción como en su acción. La persona va más allá de la situación inmediata
para tener una imagen de otros entornos en los que ha participado activamente
(Bronfenbrenner 1987). En ese continuo desarrollo humano la educación juega un
papel importantísimo que no se debe perder de vista. Debe tomarse en cuenta la
perspectiva filo y ontogenética del desarrollo humano lo que significa el
reconocimiento y transmisión de las bases científicas, y la consolidación del
contexto cultural, político, económico, social, emocional y moral en el que se
desarrolla la educación y la instrucción a través del proceso de
enseñanza-aprendizaje. De ahí la importancia de reflexionar, analizar y
describir las principales influencias de la educación y su relación con el
desarrollo humano.
La familia
Es adecuado iniciar este trabajo con una descripción de la
concepción de lo que es o representa la familia, su importancia, sus funciones
etc. La familia constituye el primer entorno educativo de los hijos, y tiene
por objetivo llevar a cabo un conjunto de experiencias estructuradas de una
determinada manera, a través de las actividades que se relacionen promueven,
alientan, y apoyan a la propia familia, Rodrigo y Palacios, 2001, también hay
que tomar en cuenta que el principal entorno de los individuos es el núcleo
familiar dado que los padres aportan una acción continuada y estable, y su
papel es indiscutiblemente muy significativo. La principal función de la familia es
el guiar el desarrollo y crecimiento del niño y por ello se convierte en el
primer agente educativo y socializador (Huguet, 1999). La escuela
Igualmente importante
es la escuela o los centros escolares los cuales se convierten en el escenario
central donde se van a desarrollar las experiencias de formación y educación de
los niños-alumnos, que se iniciaron en el seno de la familia.
Durante la infancia y
la adolescencia, la escuela va constituir un punto de referencia importante,
convirtiéndose en una de las principales fuentes de influencia sobre el
desarrollo a excepción de la familia ninguna otra institución social va a gozar
de una posición tan privilegiada (Oliva y Palacios, 2001).
La escuela es un
sistema básico y determinante que apoya y complementa la función educativa de
la familia, de ahí la importancia de que ambos sistemas pueden coordinarse y
colaborar conjuntamente en beneficio de los niños-alumnos-adultos, y con eso
favorecer el desarrollo de las sociedades modernas.
Es posible la
interacción coordinada entre ambas, a pesar de que en ambos sistemas tienen
problemas difíciles de solucionar, sufren conflictos en función de presiones
internas, por ejemplo, en la escuela existen cambios en el profesorado,
individuos que plantean cambios al sistema etc. Y presiones externas, la
sociedad, las familias, las reformas educativas etc.
Al igual en la familia
se presentan problemas como serían la necesidad de cohesión afectiva y
emocional, la pobreza, el que el hogar sea un espacio desprotegido de tensiones
y violencia para los niños, que el contexto inmediato sea un ambiente social
tóxico en el que puede funcionar como una forma de trasmisión de la violencia y
por último que la familia cuente con escasos servicios y apoyos comunitarios de
carácter lúdico y cultural.
La relación familia y escuela
La familia y la
escuela son los contextos principales en los que transcurre la existencia de
los más pequeños, tales ámbitos dejarán una fuerte huella en el futuro del
alumno. Ambos sistemas mantienen una relación complementaría bajo un común
denominador y objetivo primordial: el lograr una educación de calidad para los
hijos y alumnos respectivamente. Para ello es necesario llegar a acuerdos y
aunar esfuerzos, no sólo con el fin de aprovechar mejor los respectivos
recursos, sino también para conseguir la continuidad que tal objetivo requiere.
Es una opción la
relación eficaz y productiva entre la familia y la escuela, para los alumnos,
siempre y cuando se cumpla como un compromiso a largo plazo que supone un
respeto mutuo, un asumir conjuntamente responsabilidades y una amplia
implicación de unos a otros en las distintas actividades, esto es, una
continuada colaboración a lo largo de toda la escolaridad (Palacios y Paniagua
1992).
CONCLUSION
La educación inicial se basa en una relación interactiva e integrada
entre los padres de familia y sus hijos; por lo tanto, es una educación
incluyente de la familia y la sociedad.
La perspectiva holística, integral y sistemática del diseño curricular
del nivel inicial incorpora la transversalidad, orientada a las áreas de
desarrollo, aspectos de primordial consideración en los años de la vida,
caracterizados por cambios vertiginosos, a través de los cuales el niño conoce
el mundo que lo rodea, afianza su propia personalidad y establece actitudes
sociales de comunicación, cooperación y respeto por el otro.
La educación inicial trabaja directamente con las familias como primer
entorno de socialización del niño. Ese entorno debe estar caracterizado por
relaciones de profundo afecto, de aprendizajes para comunicarse, para cumplir
con ciertas pautas de comportamiento y practicar normas y valores, a respetarse
a sí mismo y a los demás.
La concepción del ambiente de aprendizaje en la educación inicial,
involucra tanto a las aulas y otros espacios en las instituciones educativas,
la familia, la comunidad, la escuela, una biblioteca y otros ambientes de
aprendizaje.
El ambiente de aprendizaje en la educación inicial
considera la realidad niño-familia-comunidad-escuela y se interpreta en un
sentido amplio, incluye todos los ámbitos donde el niño crece y se desarrolla,
que forman parte de su cotidianidad y que condicionan su aprendizaje natural.
Se define como una comunidad de aprendizaje, donde el papel del adulto es
decisivo para que ocurran las interacciones de los niños con los otros niños,
con los materiales y con las personas de su entorno para favorecer su
desarrollo integral (GPANP, 1986). El docente debe adaptar las áreas
académicas, en atención a las características de desarrollo de los niños y al
entorno social, cultural e histórico de la comunidad.
Esto va a permitir un adecuado proceso de socialización del niño
Igualmente, estos actores comunitarios, al mismo tiempo que inciden en el
ambiente familiar y en el ambiente de cuidado infantil, inciden en el entorno
comunitario, procurando su desarrollo social y cultural, además, promueven y
organizan redes comunitarias e institucionales para la atención integral
infantil.
La educación inicial trabaja directamente con las familias como primer
entorno de socialización del niño. Ese entorno debe estar caracterizado por
relaciones de profundo afecto, de aprendizajes para comunicarse, para cumplir
con ciertas pautas de comportamiento y practicar normas y valores, a respetarse
a sí mismo y a los demás. Es en este entorno familiar, donde las estrategias no
convencionales adquieren su verdadero significado al promover el desarrollo y
el aprendizaje infantil.
“La educación es una responsabilidad que compete a la
sociedad en su conjunto… “, por tanto creo que el aprendizaje pasa a ser
responsabilidad de todos y no sólo de la escuela (“…no basta con el compromiso
de la escuela y de los profesionales que trabajan en ella: se requiere además
el compromiso y la responsabilidad compartida de la sociedad y de la comunidad
en la que se inserta la escuela”).
Es cierto que para la mayoría de las personas el escenario esencial en donde se genera el aprendizaje es la escuela, culpando muchas veces a estas de la educación y actitudes que los niños tienen. Sí, las escuelas son una de las instituciones más trascendentales en el desarrollo de las personas, pero no las únicas en donde los menores interactúan. Los niños pasan gran parte del tiempo en sus hogares, en donde el entorno social repercute e influye en los procesos de aprendizaje. Es por esto que los docentes deben conocer y hacer uso del entorno social de donde provienen los alumnos y en donde se encuentra ubicada la escuela, integrando estas características en el proceso de aprendizaje, para así adquirir un desarrollo más significativo en los educandos. Además debemos, como futuros educadores, persuadir e ir en busca del compromiso de parte de las familias, dejando en claro a estos últimos que su interés y participación en el desarrollo académico de sus niños genera un mejor rendimiento en ellos y compromiso con la institución, es por esto que coincido con la siguiente cita “La comunidad tiene una labor importante en la formación de la personalidad a través de las influencias educativas formales e informales. (Arias 1995).” Dentro de las influencias formales tenemos las generadas por las Escuelas, Institutos, Universidades, Jardines Infantiles, entre otros, y entre las influencias informales encontramos las otorgadas por la familia y las personas que socializan con los menores fuera de las horas de clases. Me parece que ahí están las principales causas de las falencias académicas de los educandos, las cuales impiden un adecuado desarrollo del aprendizaje de los alumnos. Las influencias del entorno social, muchas veces no son las más adecuadas, principalmente en el caso de las familias pertenecientes a un nivel sociocultural bajo, los cuales muchas veces actúan como barrera en el proceso de enseñanza – aprendizaje.
Es por esto que puedo concluir que el conocimiento del contexto comunitario, donde residen los estudiantes, le permitirá a los docentes llevar a cabo un mejor uso de los recursos educativos para el desarrollo pedagógico, de manera tal que logre preparar a los alumnos para la vida, siendo orientado en función de lo cotidiano.
Es cierto que para la mayoría de las personas el escenario esencial en donde se genera el aprendizaje es la escuela, culpando muchas veces a estas de la educación y actitudes que los niños tienen. Sí, las escuelas son una de las instituciones más trascendentales en el desarrollo de las personas, pero no las únicas en donde los menores interactúan. Los niños pasan gran parte del tiempo en sus hogares, en donde el entorno social repercute e influye en los procesos de aprendizaje. Es por esto que los docentes deben conocer y hacer uso del entorno social de donde provienen los alumnos y en donde se encuentra ubicada la escuela, integrando estas características en el proceso de aprendizaje, para así adquirir un desarrollo más significativo en los educandos. Además debemos, como futuros educadores, persuadir e ir en busca del compromiso de parte de las familias, dejando en claro a estos últimos que su interés y participación en el desarrollo académico de sus niños genera un mejor rendimiento en ellos y compromiso con la institución, es por esto que coincido con la siguiente cita “La comunidad tiene una labor importante en la formación de la personalidad a través de las influencias educativas formales e informales. (Arias 1995).” Dentro de las influencias formales tenemos las generadas por las Escuelas, Institutos, Universidades, Jardines Infantiles, entre otros, y entre las influencias informales encontramos las otorgadas por la familia y las personas que socializan con los menores fuera de las horas de clases. Me parece que ahí están las principales causas de las falencias académicas de los educandos, las cuales impiden un adecuado desarrollo del aprendizaje de los alumnos. Las influencias del entorno social, muchas veces no son las más adecuadas, principalmente en el caso de las familias pertenecientes a un nivel sociocultural bajo, los cuales muchas veces actúan como barrera en el proceso de enseñanza – aprendizaje.
Es por esto que puedo concluir que el conocimiento del contexto comunitario, donde residen los estudiantes, le permitirá a los docentes llevar a cabo un mejor uso de los recursos educativos para el desarrollo pedagógico, de manera tal que logre preparar a los alumnos para la vida, siendo orientado en función de lo cotidiano.
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