DEFINICIÓN DE diversidad
La diversidad (del latín diversitas) es una noción que hace referencia a la diferencia, la variedad, la abundancia de cosas distintas o
la desemejanza.
La diversidad cultural refiere
a la convivencia e interacción entre distintas culturas. La
existencia de múltiples culturas está considerada como un activo importante de
la humanidad ya que contribuye al conocimiento.
Diversidad
funcional es un término alternativo al de discapacidad que ha comenzado a utilizarse en España y ahora en
Venezuela, por iniciativa de los propios afectados. El término fue propuesto en
el Foro de Vida
Independiente, en enero de 2005, y pretende sustituir a otros cuya semántica puede
considerarse peyorativa, tales como "discapacidad" o
"minusvalía". Se propone un cambio hacia una terminología no
negativa, no rehabilitadora, sobre la diversidad funcional. Con el
término diversidad funcional se propone una nueva visión que no es negativa,
que no implica enfermedad, deficiencia, parálisis, retraso, etc. con
independencia del origen patológico, genético o traumático de la diversidad en
cuestión. No obstante, no se niega el hecho de que se habla de personas que son
diferentes a la norma estadística y que por ello realizan algunas de sus
funciones de manera diferente a la media de la población. Para las
personas con diversidad funcional, el modelo médico rehabilitador considera la
inclusión en la sociedad de este colectivo únicamente a través del trabajo (Centros
Especiales de Empleo) o el estudio (Educación
Especial), dictando desde fuera lo que debe hacer la
persona. Bajo la perspectiva ideológica de la Diversidad Funcional se
considera esencial apoyar la independencia en todos los ámbitos de la vida
cotidiana: educación, trabajo, edificación, transporte, comunicación,
información, ocio, etc. dando a cada persona las herramientas que precise para
desarrollarse en esos ámbitos, de manera que tome el control de su propia vida.
Las
diferencias individuales
Sabemos, sin necesidad de hacer
profundas y complejas reflexiones, que todos y cada uno de nosotros somos
portadores de una historia y personalidad que nos hace únicos, especiales. No
hay dos personas iguales, nuestras biografías difieren radicalmente a pesar de
estar inmersos en una misma sociedad regida por los mismos valores y objetivos.
Las diferencias en un salón de clases
constituyen hoy y siempre una realidad cotidiana. Trabajamos día a día con un
grupo formado por alumnos de la misma edad, con condiciones sociales
semejantes, con historial académico proveniente de la misma institución o bien
de otras similares, y sin embargo identificamos en ellos diferencias radicales,
diferencias relacionadas con su personalidad, sus conocimientos previos, el
sexo, el carácter.
- Diferencias relacionadas con la experiencia
previa
Muchos de
los niños que hoy en día van a al jardín de niños pasarán a primero de primaria
luego de haber cursado tres o hasta cuatro años de educación preescolar. Sin
embargo, actualmente todavía hay muchos niños que tienen sólo un año de
educación preescolar, sin contar aquellos que ni siquiera tienen la oportunidad
de asistir.
Al hablar de
diferencias relacionadas con la experiencia previa, no solo se hace referencia
a sí un niño recibió o no algún tipo de instrucción, sino también a la
calidad de la instrucción recibida, por ejemplo: en muchas escuelas que están
lejos de centros urbanos se manejan aún con un solo maestro/a para todos los
grupos de primaria, lo que puede demeritar la calidad. También interviene
la ubicación geográfica, ya que no es lo mismo las vivencias y oportunidades de
un niño en una zona rural a las experimentadas por un niño proveniente de una
zona urbana. Además de la
diferencias de personalidad, experiencia previa y género, Guild y Garger (1998)
también sugieren tomar en cuenta las diferencias culturales. En este mundo globalizado, en algunos colegios no resulta
extraño que en un salón de clases haya alumnos de diversas nacionalidades, cada
uno con sus rasgos culturales particulares. No se debe pedir a estos alumnos
que dejen a un lado su cultura para integrarse al grupo. Los valores culturales
y las expectativas de aprendizaje están directamente relacionadas con el éxito
académico, social y emocional del alumno en el ámbito escolar. Es
responsabilidad del maestro comprender estas diferencias culturales y propiciar
un ambiente que acoja a todos los perfiles de alumnos.
El docente frente a
la diversidad y las diferencias
Cada niño que ingresa a la escuela presenta
características bio-psico-sociales diferentes, originadas en diferencias
familiares, económicas, culturales y sociogeográficas. Allí encuentra un
sistema de enseñanza bastante uniforme, a cargo de maestros que han sido
formados para estar al frente de un grupo de niños con determinadas características
stándares. Este contraste entre la realidad de los alumnos y la práctica
docente provoca desajustes, problemas que complejizan el escenario de la acción
educativa. En tal sentido, nos parece pertinente reflexionar y conceptualizar
algunos de estos planteamientos, tomando como base la posibilidad de conocer y
reconocer la heterogeneidad de los grupos de alumnos, reconceptualizando de
esta manera las prácticas docentes. Es importante precisar que todos los alumnos, tengan o no discapacidad,
son diferentes, cada uno con sus propias fortalezas y necesidades. Además, se
debe nuevamente resaltar que al interior de una misma discapacidad existen
grandes diferencias individuales, así se comparta la misma condición biológica. Es
posible que los maestros regulares nos sintamos tan nerviosos y ansiosos sobre
el regreso de alumnos con capacidades diferentes a nuestro salón y a nuestras
escuelas que erróneamente asumamos que esos niños están deseosos de ser
incluidos. La siguiente carta ayuda a explicar la ansiedad a través de los ojos
de una niña que ha estado escolarizada en salones de educación especial.
El éxito de la integración no puede ser impuesto por una Ley. Para que la
Integración escolar sea una realidad uno de los componentes más poderosos es la
actitudinal. El modo en que el profesorado responde es fundamental para
transformar la educación. Tener una actitud abierta hacia la diversidad es una
de las claves para el nuevo milenio en el campo educativo. Son numerosas las investigaciones
que han tratado el tema de las actitudes del profesorado hacia la integración
del alumnado con deficiencias y nuestro interés se centra en abordar este tema
desde una perspectiva socioeducativa, que permita analizar y reflexionar sobre
cuáles son las actitudes hacia las N.E.E. de los docentes de Infantil y de
Primaria.
El docente hace un aporte a partir de su experiencia y saber pedagógico; sin
embargo, requiere ser apoyado con herramientas y estrategias adecuadas, que le
permitan atender una población diversa dentro del aula. Consideramos que para que la escuela pueda
responder a la heterogeneidad de la población que educa, más cuando personas
con discapacidades diversas van a ingresar a ella, se deben dar a los maestros
herramientas, criterios, estrategias y capacitación acordes a esta nueva
escuela que se pretende crear a partir de nuevos paradigmas y leyes educativas. Maestro itinerario y servicios relacionados
En un programa inclusivo el maestro de educación especial y los profesionales en servicios relacionados (terapista de lenguaje, terapista ocupacional, terapista físico entre otros): Experimentan en el mayor cambio en cuanto a roles y funciones. Experimentan el cambio de trabajar en un "salón de educación especial" a trabajar en un salón donde la mayoría de los niños son típicos. El maestro de educación especial no tiene "su propio salón" sino que ahora tiene un rol de colaborador y consultor en el aula regular. Los profesionales en servicios relacionados ya no proporcionan servicios directos con el niño sino que deben proporcionar cualquier combinación como entrenamiento de personal, consultor, monitor etc. Los roles del profesor no son solamente numerosos y variados, sino que el docente debe cambiar de un rol a otro en forma espontánea., fluida y profesional. En mi opinión, la inclusión de estudiantes con discapacidades cognitivas en una clase regular no crea nuevos roles para el profesor. Requiere, sin embargo, afilar las habilidades existentes y reevaluar prácticas y actitudes tradicionales. Enseñar a una clase integrada requiere dedicación personal y profesional. No es suficiente que el personal directivo del plantel apoye la filosofía de la integración escolar. El éxito o fracaso del proceso depende de las creencias y prácticas del profesor en el salón. De hecho, el principal indicador que caracteriza un proceso de integración con posibilidades de éxito es el grado de convencimiento que el profesor demuestre en torno a este modelo educativo. El profesor debe creer que el profesor demuestre en torno a este modelo educativo. El profesor debe creer que el colegio es el ambiente más natural para que todos los estudiantes crezcan y aprendan unos de otros y también de los adultos. Las necesidades educativas especiales de un niño pueden ir más allá de la experiencia del profesor. Por lo tanto tendremos que hacer a un lado algunos de nuestros métodos tradicionales y buscar técnicas innovadoras. Probablemente descubriremos que todos nuestros estudiantes se beneficiarán con estos cambios en nuestra práctica pedagógica... Para muchos niños con necesidades especiales, los objetivos académicos regulares no son apropiados. Los programas necesitan ser modificados, poniendo mayor énfasis en ayudar a los estudiantes a desarrollarse como miembros funcionales y activos de su comunidad. Los profesores deben tener una visión general de los resultados que se desean obtener y evitar limitarse a una lista de objetivos preestablecidos para determinado nivel o grado de escolaridad. Lo que el profesor planifique para el estudiante deberá encajar con la visión que el profesor, los padres, y en muchos casos el estudiante mismo, tengan para su futuro. Apoyo y colaboración. Debido a que los profesores con frecuencia consideran el tener un niño especial como una gran responsabilidad, es aconsejable promover el espíritu de colaboración.
En un programa inclusivo el maestro de educación especial y los profesionales en servicios relacionados (terapista de lenguaje, terapista ocupacional, terapista físico entre otros): Experimentan en el mayor cambio en cuanto a roles y funciones. Experimentan el cambio de trabajar en un "salón de educación especial" a trabajar en un salón donde la mayoría de los niños son típicos. El maestro de educación especial no tiene "su propio salón" sino que ahora tiene un rol de colaborador y consultor en el aula regular. Los profesionales en servicios relacionados ya no proporcionan servicios directos con el niño sino que deben proporcionar cualquier combinación como entrenamiento de personal, consultor, monitor etc. Los roles del profesor no son solamente numerosos y variados, sino que el docente debe cambiar de un rol a otro en forma espontánea., fluida y profesional. En mi opinión, la inclusión de estudiantes con discapacidades cognitivas en una clase regular no crea nuevos roles para el profesor. Requiere, sin embargo, afilar las habilidades existentes y reevaluar prácticas y actitudes tradicionales. Enseñar a una clase integrada requiere dedicación personal y profesional. No es suficiente que el personal directivo del plantel apoye la filosofía de la integración escolar. El éxito o fracaso del proceso depende de las creencias y prácticas del profesor en el salón. De hecho, el principal indicador que caracteriza un proceso de integración con posibilidades de éxito es el grado de convencimiento que el profesor demuestre en torno a este modelo educativo. El profesor debe creer que el profesor demuestre en torno a este modelo educativo. El profesor debe creer que el colegio es el ambiente más natural para que todos los estudiantes crezcan y aprendan unos de otros y también de los adultos. Las necesidades educativas especiales de un niño pueden ir más allá de la experiencia del profesor. Por lo tanto tendremos que hacer a un lado algunos de nuestros métodos tradicionales y buscar técnicas innovadoras. Probablemente descubriremos que todos nuestros estudiantes se beneficiarán con estos cambios en nuestra práctica pedagógica... Para muchos niños con necesidades especiales, los objetivos académicos regulares no son apropiados. Los programas necesitan ser modificados, poniendo mayor énfasis en ayudar a los estudiantes a desarrollarse como miembros funcionales y activos de su comunidad. Los profesores deben tener una visión general de los resultados que se desean obtener y evitar limitarse a una lista de objetivos preestablecidos para determinado nivel o grado de escolaridad. Lo que el profesor planifique para el estudiante deberá encajar con la visión que el profesor, los padres, y en muchos casos el estudiante mismo, tengan para su futuro. Apoyo y colaboración. Debido a que los profesores con frecuencia consideran el tener un niño especial como una gran responsabilidad, es aconsejable promover el espíritu de colaboración.
El docente de educación inicial un
estratega integral
En Realidad Todos los
Docentes Que trabajamos en el Nivel Básico somos Estrategas integrales ya Que
el Propósito de la Educación es Formar Alumnos íntegros, es Decir, Que Reciban
de Igual Manera Conocimientos COMO Formación Humana, CAPACES de Alumnos en
Práctica PONER SUS Conocimientos Pero basados en
Valores y Una Actitud Positiva, Lo Que pasa es Que en la Educación Inicial les corresponde dar inicio con la Educación
Integral. La
Educación inicial, en este continuo humano, tiene la gran tarea de iniciar los
procesos en el SABER, a través del desarrollo
de la inteligencia, el CONVIVIR, a través del afecto y, el HACER, a través del juego. , la educación inicial debe estar conformada por un
contingente de maestras y maestros ESTRATEGAS
que lejos de llenar de contenidos a los niños y las niñas, PROPICIEN el
desarrollo de la inteligencia sacando lo mejor que tienen. Bombardear al
niño con contenidos no sólo no desarrolla la inteligencia sino que la mutila,
entrenando a nuestros niños a responder a exigencias sin comprenderlas y
adaptándose a circunstancias que se escapan de su edad. el docente de Preescolar es
el encargado de crear, proveer y mediar situaciones donde los niños adquieren
aprendizajes a través del juego. los docentes requieren de un entrenamiento
pedagógico, que les permita actuar más como estrategas, directores o mediadores
del aprendizaje que como transmisores de información" (Ruiz, 1998, p. 17).
El maestro es el líder y
promotor social que actúa en función de la nación, por tanto tiene la ardua tarea
de renovar el pensamiento, planificar el futuro del educando y de la sociedad,
razón por la que debe entregar lo mejor de su espiritualidad, desenvolviéndose
como gestor del movimiento de transformación educacional y nacional. Debe
ejercer, por lo consiguiente, una acción revolucionaria que caldee los
espíritus, rompa la indiferencia y tenga un amanecer magnifico, concretar la libertad
del hombre, lo que quiere decir, ajustar el proceso educativo a Revista ORBIS /
Ciencias Humanas Daisy Fuenmayor, Dulce Guerra Como el Líder de la Comunidad la
ideología del Estado venezolano, la cual debe surgir de los ciudadanos, los
hechos y las necesidades de la patria (p. 232
Desde esa perspectiva, el
maestro es constructor de futuro social, viabilizador de la convivencia, quien
debe proporcionar la participación social de las familias en las comunidades.
Es un líder. El maestro de educación inicial de Venezuela “es un docente que se
le considera mediador de experiencias de aprendizajes, quien centra su labor en
la realización de procesos, mediante el cual deberá generar interacción social”
(Ministerio de Educación y Deportes, 2003), para producir conocimientos. Actúa
en dos ámbitos integrados: la escuela y ambiente socio-cultural (integrado por
la familia y la comunidad). Esa concepción del educador, está vinculada al
concepto de desarrollo, zona de desarrollo próximo, formulada por Vigotsky (1973),
el cual permite estimar las diferencias entre el desarrollo psicointelectivo y
los procesos de desarrollo realizado. El maestro de educación inicial, en esta
perspectiva, enfatiza la comprensión y significación, como factores fundamentales
de aprendizaje, cuyo trabajo laboral debe estar orientado a superar el memorismo,
para lograr aprendizajes significativos, orientando el que los niños aprendan a
conocer, hacer, convivir. Aunado a lo antes explicado, Ramírez y Jáuregui (2000), expresaron que
el docente del siglo XXI, debe tener un perfil conformado por las siguientes competencias:
1. Transformador de la
cultura, al lograr una identidad como educador donde el enfoque de su formación
no sólo sea instruccionista, sino que se caracterice por una dimensión político-pedagógica
comunitaria. 2. Comunitario, porque debe conocer las características
socioculturales de los educandos y del contexto particular en el que se
encuentra laborando (p.18). El liderazgo del maestro de educación inicial, de
acuerdo con Freites (2004), no se está logrando porque se sigue instaurando en
diversas naciones, prácticas tradicionales en la conducción de los aprendizajes
de los niños, desaprovechándose las ventajas que le ofrece la tecnología
educativa; en tanto que Ramírez (2005), reportó: el maestro de educación
inicial, no está desarrollando el liderazgo en las Revista ORBIS comunidades
adyacentes a los centros educativos y tampoco su actuación laboral se circunscribe
a las formas de aprender del niño y necesidades del entorno familiar.
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