Páginas que tengo en inetrnet

sábado, 28 de septiembre de 2013

Los componentes de una relación

(MARIANA TESCARI)

Las relaciones entre las personas están influidas por diversos factores, por eso es que el análisis es complejo, implica desmenuzar los componentes que se manejan en el vínculo entre dos personas. Hoy vamos a utilizar los factores propuestos por Sternberg (si desean saber más pueden buscar información relacionada con “el triángulo de Sternberg” en internet). Sternberg consideró tres elementos como constituyentes de una relación entre dos personas: la intimidad, la pasión y el compromiso, y a partir de allí clasificó las relaciones en siete tipos principales.

La intimidad: la intimidad se refiere a la faceta intelectual o mental de una relación. La intimidad determina el grado de confianza, la capacidad para empatizar y congeniar con el otro, la posibilidad de compartir pensamientos profundos y las actitudes y opiniones ante la vida. La intimidad requiere que ambas personas tengan patrones de pensamiento, valores, creencias y niveles culturales parecidos. No es necesario que dos personas piensen exactamente igual, pero si es muy importante. La relación por excelencia, en la que predomina la intimidad es la amistad. 

La pasión: la pasión es un elemento que vincula a las personas a través del aspecto físico. Es lo que muchos llaman “química”, la pasión es la atracción y vínculo que se desarrolla en el aspecto sexual. Se corresponde con el pensamiento impulsivo y un nivel de conexión más emocional que intelectual, nos gusta alguien aunque no sabemos exactamente porqué. La pasión es el ingrediente que propicia el enamoramiento, el deseo, el amor carnal. La relación en la que predomina la pasión es la relación de amantes.

El compromiso: el compromiso está relacionado con el apego, aunque contiene elementos teleológicos, es decir del “deber ser”. El compromiso es la convicción de que pase lo que pase en la relación, el apoyo y acompañamiento prevalecerá, es decir, las dos personas no se abandonan independientemente de lo que suceda. El compromiso depende de los valores y convicciones del individuo, y varía de una sociedad a otra. En culturas en las que el compromiso no es visto como valor fundamental este tipo de vínculo es menos importante. El ejemplo de relación con compromiso es la de la madre con su hijo.

En las relaciones de pareja estos tres elementos suelen estar combinados de modos muy variables. Por ejemplo, hay relaciones en las que predomina la pasión, son aquellas relaciones de amantes en las que no se puede organizar un futuro, puesto que no hay compromiso y la convivencia es inviable, puesto que el nivel de intimidad no es suficiente para generar la unión intelectual. 

Cuando la intimidad es el elemento predominante, pero la pasión y compromiso escasos la relación termina definiéndose como una “amistad” en la que se conversa cuando se da la oportunidad y aunque el entendimiento puede ser bueno ninguno se involucra en la vida del otro. Cuando la relación de intimidad se asocia al compromiso florecen las amistades profundas y entrañables, en la que se busca activamente el contacto con el otro y se involucran las vidas personales, fundamentándose en un apoyo incondicional.

El compromiso es el factor que aporta permanencia, durabilidad y estabilidad a la relación. Hay gente muy buena que, no obstante, le teme al compromiso, consciente o inconscientemente y pasa la vida rehuyendo establecerse. Sin embargo, las relaciones con puramente compromiso no son comunes entre extraños, quizás la única relación sea la que mencionamos de la madre con su hijo, y no son todas las madres ni todos los hijos tampoco. 

El amor no fue tomado en cuenta por Sternberg para hacer esta clasificación, y es que el amor es asunto de otro tema y otro nivel de involucramiento. De él hablaremos probablemente la próxima, si es que la inspiración me lleva por esos caminos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

POR FAVOR REALIZA UN COMENTARIO SERIO