Discurso del presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Chávez en el acto conmemorativo de los 200 años de la Academia Militar de Venezuela
POR MIGUEL HERNÁNDEZ
Familiares de nuestros cadetes, nos honran ustedes con su presencia. Quiero saludar de manera muy especial a las madres, hermanas y demás familiares de nuestros jóvenes cadetes. Queridos compañeros, queridos compañeras, quiero saludar especialmente a los nuevos. Los nuevos no están en el patio porque no les sale todavía. Tienen apenas tres semanas.
Buenos, hace 39 años estaba yo aquí y tenía tres semanas (…) Aquí se ha dicho casi todo. Hemos visto, hemos sentido en esta noche, en este acto sublime con nosotros los soldados y para ustedes que son como soldados ciudadanos, Elías, Nicolás, Nancy, Cilia, soldados de esta patria.
Claro que para los que por aquí pasaron, este acto tienen una significación muy especial, muy profunda. La inauguración de esta nueva fachada es un regalo a nuestra Academia Militar. Ese hermoso vitral, el Vitral Bolivariano y el Vitral de la Revolución. Allá está el mural tomado de Tito Salas, Carabobo, Araure, el Vitral de la Revolución.
Luego, las cinco raíces, ese monumento enrojecido como el amanecer. Las cinco raíces, yo recuerdo que sí, tiene razón general López Ramírez, desde que comenzamos a discutir las raíces del Movimiento Bolivariano eran cinco ¿Cómo vamos a dejar a Miranda por fuera de esas raíces? ¿Y cómo a Sucre?, el Gran Mariscal de Ayacucho, presidente fundador de Bolivia.
Saludamos desde aquí a los presidentes y pueblos y soldados de la Alianza Bolivariana de nuestros pueblos: Bolivia, Ecuador, Cuba, Nicaragua, el Caribe. Agradecemos mucho la presencia de los embajadores del Alba, el embajador de la República Popular China, ese gran aliado estratégico de la Revolución Bolivariana y de aquí saludamos a su presidente Hu Jintao y al pueblo chino.
Cinco raíces, luego en la evolución de las discusiones, la diegética y la concentración de ideas pasamos a tres raíces: Bolívar, Rodríguez y Zamora. Pero el general López Ramírez insistió y él tiene razón, porque son cinco raíces de nacimiento: Miranda, Sucre, Zamora, Bolívar, Simón Rodríguez.
Y luego este patio remodelado, sus luces y sus espacios es un regalo para ustedes jóvenes cadetes, sobre todo para ustedes, este regalo de la revolución, del gobierno revolucionario.
Ustedes saben oficiales todos que ya comenzaron las obras allí de la prolongación de ese monumental eje arquitectónico, histórico de Los Próceres en el Paseo de la Nacionalidad, del Patio de Honor y las columnatas. Hemos decidido continuar el eje hacia el sur y en pocos meses estaremos inaugurando la primera etapa.
Yo sé que se quedan pequeños estos espacios para los batallones de cadetes y ahora el personal femenino. Han entrado 110 nuevas (…) Que Dios me las bendiga y me los bendiga, muchachos que están entrando con esa juventud, con esa pureza en el alma. No hay nada más puro que la juventud. ¡Juventud divino tesoro! Bueno, después de los niños. Lo más puro de lo puro son los niños y lo más puro y sublime es despertar a la vida, a los sueños.
Miren muchachos, jóvenes, vean el pensamiento que hemos colocado en el frontispicio del teatro, por supuesto de Bolívar: ‘Volando por entre las próximas edades, mi imaginación se fija en los siglos futuros’. Terminaba Bolívar su sueño de Angostura, la utopía de Angostura, casi el delirio de Angostura. Hablamos del delirio sobre el Chimborazo, pero el de Angostura fue también como un delirio, un sueño, una utopía que ahora se va concretando. La utopía concreta de la que nos habla Ludovico Silva, la utopía que se está concretando ahora dos siglos después.
Así que estaremos inaugurando pronto esos nuevos espacios. Vamos a trabajar con el mismo ímpetu que trabajamos aquí, porque sabemos que ha sido mucho el batallón; son más de mil, mil 200 incluyendo los nuevos, y cuando estábamos nosotros aquí de cadetes éramos 400. Imagínense lo que hemos logrado y ya quedan pequeños los espacios de nuestra academia (…).
Debemos estudiar los espacios, dormitorios, patios, laboratorios de física, química, laboratorios endógenos para el desarrollo endógeno, porque yo ahora acabo de firmar el decreto creando la Universidad Militar Bolivariana y lo primero que vamos a hacer —y esto es mucho más que un cambio de nombre— es el cambio de la estructura. Va a incluir la Academia Militar, la Academia del Ejercito, vamos a tener la Academia Militar de la Guardia Nacional, la Academia Militar de la Armada, y la Academia Militar de la Aviación.
Esas academias militares van a conformar la primera estructura de la Universidad Militar, pero nuestra visión va mucho más allá. Serán escuelas de armas y escuelas de postgrado y así como un profesional de cualquier otra rama del conocimiento y de la ciencia más allá del ámbito militar puede decidir en cualquier momento hacer un postgrado a voluntad y sin que lo llamen, igual que estudiantes no pertenecientes a las academias, ustedes cadetes y cadetas deben hacer trabajos de investigación que ya se están haciendo. En estos 10, 11 años hemos avanzado mucho y eso nos obligaría a abrir el horizonte.
La Universidad Militar Bolivariana también podrá darles cabida a profesionales civiles en soberanía, seguridad, defensa y cuantas ramas del saber que tienen que ver con las tareas de la defensa nacional, del desarrollo nacional. Estamos a tiempo de hacer algunos ajustes en función también del bienestar de sus familiares cuando vengan a visitarlos, un mejor equipamiento, para mejorar la calidad de la instrucción civil, militar. La universidad militar bolivariana está naciendo ahora, 200 años después del nacimiento de la Academia Militar de Matemáticas un día como hoy. Podrá tener también rectorados, núcleos, en varias regiones del país.
Hoy se ha hecho una revisión histórica de la evolución de la Academia Militar, al ritmo de la revolución de independencia en la que vamos aquí y el señor general de división Pérez Arcay nos ha hecho como siempre profundas reflexiones, filosóficas que debemos tomar en cuenta (…) Una vez dijo: “en el año 2000 Venezuela deberá ser una república socialista”. Increíble pero cierto.
Esos días iniciales de la turbulencia dicen hasta dónde estaban resueltos aquellos hombres y aquellas mujeres, estaban resueltos a todo como lo demostraron durante 20 largos años. Bolívar, otra vez Bolívar. Esto es lo que le respondió al emisario yanqui que vino a amenazar al gobierno revolucionario que Bolívar había instalado en Angostura. Vino un emisario yanqui a amenazar la revolución y Bolívar le responde y le dice: “Señor Irving —que así se llamaba, Juan Bautista Irving— el enviado yanqui. Debe usted saber que en estos casi 10 años de guerra en Angostura, la mitad de la población venezolana ha dado su vida por nuestra independencia y nosotros, la otra mitad que aquí quedamos, estamos ansiosos de seguir su misma suerte se debiéramos seguir luchando contra el mundo entero”.
Hoy no nos queda que decir lo mismo, a nosotros los hijos y las hijas de Bolívar, ustedes mujeres, las hijas de Bolívar.
Estábamos recordando allá en el monumento inaugurado de las cinco raíces, a aquel filósofo griego Heráclito.
Heráclito antes de Cristo, como sabemos, aquel que Pérez Arcay cita bastante —‘nadie se baña dos veces en el mismo río’— Heráclito era defensor de la teoría de la transmutación permanente de la materia y de la tesis de que es el fuego su componente principal, su esencia, la esencia de la materia; el fuego y la transmutación de la materia.
Fíjense jóvenes cadetes, en esta frase de Heráclito: “El carácter en el hombre es lo que marca su destino”. Y recordemos lo que es el carácter; el carácter son los signos esenciales del hombre, del humano, de lo humano en este caso. De allí la palabra característica, caracteriza, el carácter en el hombre. El signo dominante en el hombre es lo que marca su destino.
Preguntémonos jóvenes cadetes de hoy, oficiales del mañana compañeros cadetes del ayer, oficiales de hoy y de siempre, preguntémonos ¿cuál es el carácter fundamental de nuestra academia militar de matemática, de nuestra escuela militar, de nuestra Academia Militar de Venezuela, de azul y tricolor? ¿Cuál es el carácter esencial? Remontémonos a nuestras raíces y allí conseguiremos cuáles son los signos dominantes que caracterizan a esta institución, la esencia de esta institución, de esta cuna, de este horno, de este nido.
Nació un día como hoy nuestra academia, en plena efervescencia revolucionaria, es decir nació para la revolución, es una escuela revolucionaria. No fue fundada por un rey, ni por un tirano, ni por una casta, ni por una elite social, no. Fue creada para forjar en el horno de la patria a los hombre y a las mujeres que desde hace 200 años han venido asumiéndose con altibajos, con largos paréntesis con largas oscuranas, pero que importa. Aquí estamos 200 años después, en revolución, como nacimos y como seremos de ahora en adelante y para siempre, escuela de revolucionarios, de patriotas de verdaderos patriotas.
El patriotismo, así lo dijo exactamente Bolívar, no me refiero al patrioterismo manejado por los fascistas, por los falsos nacionalistas para manipular a los pueblos y llevarlo como lo han hecho muchas veces a matanzas y holocaustos, no. El patriotismo bolivariano, decía Bolívar, es un fuego sagrado que no se puede esconder y que tanto y cuanto se extienda o se propague en el sentido más puro, en mayor medida logrará la felicidad de la patria. El pensamiento matemático de Bolívar.
Y la patria, sabemos, es el hombre, la patria humana. José Martí, querido embajador Rogelio, la patria es humana, patria es humanidad. Así que bueno, más que bueno maravilloso.
Doy gracias a Dios y al tiempo que nos ha permitido compañeros y camaradas de armas, jóvenes cadetes aquí en el día de hoy, celebrar como hemos celebrado en el marco de los 200 años del inicio de esta revolución de independencia que aún no ha concluido.
¡Qué bueno que nos hallamos visto esta noche fresca!, en nuestro inolvidable patio de armas refrescado y renovado, con el roble y con el samán, el monumento a los caídos y la lámpara emotiva.
Aquí con los signos viejos y los nuevos, que no son nuevos, es la vuelta del tiempo, el retorno de la historia. El imperialismo trató de borrar la historia y de decir se acabó la historia cuando cayó la Unión Soviética. No se cayó la historia, estamos en presencia del retorno de la historia para terror del imperialismo y para la lacaya, la podrida burguesía venezolana que tanto daño le hizo a nuestro país habiéndolo convertido, como lo convirtió, en una colonia yanqui.
La Academia Militar, cadetes de ayer y de hoy, sintámonos orgullosos del papel que les toco jugar cuando la patria caía hecha pedazos, del papel que le ha tocado jugar ahora en estos años de revolución bolivariana, y debemos seguir orgullosos del papel que seguirá jugando la Academia Militar en los años por venir, construyendo la patria socialista, defendiendo al pueblo bolivariano, defendiendo la revolución bolivariana.
Ese es nuestro carácter, es nuestra esencia, nacimos revolucionarios los cadetes venezolanos, nació antiimperialista nuestra Academia Militar. Y hoy, gracias a Dios, a los tiempos, a los hombres y a la conciencia hemos retomado nuestro carácter fundamental.
He aquí 200 años después, de gala vestida ella, la Academia Militar antiimperialista, revolucionaria, socialista, popular, patriótica, alma mater, salve mater alma. ¡Dios te salve! Felicitaciones muchachos ¡Que viva nuestra Academia Militar de Venezuela antiimperialista! ¡Que vivan los cadetes de siempre!
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