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Rendimiento escolar bajo
¿Qué es?
El rendimiento escolar bajo se puede definir como un retraso significativo en los aprendizajes del niño respecto a otros compañeros de su edad. Estos problemas suelen afectar a las habilidades instrumentales (lectura, escritura y cálculo), es decir, aquellas áreas que son imprescindibles para una correcta progresión en el resto de asignaturas escolares.
¿Cuál es el origen de estos problemas?
El origen puede ser diverso:
- Escolarización deficiente del niño, debida por ejemplo a numerosos cambios de escuela o residencia.
- Problemas de atención e hiperactividad.
- Problemas de naturaleza emocional que dificultan la concentración y el trabajo del niño.
- Falta de estimulación y directrices por parte de la familia.
- Trastornos de aprendizaje (dislexia, disortografía, discalculia), probablemente de origen biológico, que afectan a la adquisición de habilidades para leer, escribir y manejar números y operaciones matemáticas.
¿Cómo se trabaja con estos niños?
El plan de trabajo dependerá de un correcto diagnóstico de los problemas de aprendizaje.
Si existe algún trastorno de aprendizaje será necesario establecer medidas reeducativas y trabajar de forma continua e intensa las dificultades específicas del niño. Si el niño no padece ningún trastorno de aprendizaje será necesario trabajar los siguientes objetivos:
- Enseñanza de técnicas y métodos de estudio (subrayado, resumen, esquema).
- Planificación y organización de la actividad del niño (agenda, horario de estudio, materiales).
- Preparación de exámenes y trabajos.
- Mejorar la motivación y la autoestima.
- Mejorar los hábitos de autonomía y hacer progresivamente responsable al niño de sus aprendizajes.
Trastornos del Aprendizaje
¿Qué son y cuál es su origen?
Hablamos de trastornos del aprendizaje cuando un niño no adquiere las habilidades instrumentales (lectura, escritura y cálculo) acordes con su edad y su rendimiento en pruebas estandarizadas es sustancialmente inferior al esperado por su edad.
De cara al diagnóstico, el niño o niña ha de poseer una capacidad intelectual normal y no padecer ningún tipo de problema sensorial, motriz o emocional. A su vez, los problemas de aprendizaje han de provocar graves interferencias en su rendimiento académico.
Los trastornos del aprendizaje más importantes afectan a la lectura (dislexia), a la expresión escrita (disortografía) y a las habilidades de cálculo y manejo de operaciones matemáticas (discalculia). Hoy en día está bastante admitido que el origen de estos trastornos está relacionado con factores biológicos (predisposiciones genéticas, lesiones perinatales o enfermedades neurológicas).
Los trastornos del aprendizaje no tratados pueden provocar a lo largo de los años toda una serie de consecuencias negativas añadidas. Los problemas de lectura y escritura pueden acarrear que estos niños eviten o se demoren en este tipo de tareas, por esta razón a menudo son calificados de perezosos. También es común que desarrollen una conducta impulsiva en su vida escolar y que desdeñen conseguir un mínimo de calidad en sus trabajos.
DISLEXIA
Los problemas de lectura en la dislexia provocan déficits en la precisión, el reconocimiento, la velocidad y la comprensión. Los errores pueden ser numerosos, algunos de ellos son:
- Substitución de una letra, una sílaba o una palabra por otra.
- Rotación de letras (p-q, d-b, p-d).
- Inversión de sílabas (el-le, casa-saca, pal-pla).
- Omisión de una letra, una sílaba o una palabra.
- Adición de una letra, una sílaba o una palabra.
- Rectificación: El niño lee de forma incorrecta una palabra aunque seguidamente la corrige.
- Silabeo: El niño descompone las palabras en sílabas.
- Errores sintácticos: cambio de género (masculino-femenino) o número (singular-plural)
- y falta de concordancia (verbo-sujeto, artículo-sustantivo).
Los problemas de comprensión lectora son habituales en los niños que padecen dislexia. Algunos de estos problemas son las dificultades para recordar lo leído, para extraer conclusiones y para responder a preguntas sobre el texto (responden recurriendo a sus conocimientos generales más que a la información obtenida de la lectura).
DISLEXIA FONOLÓGICA Y DISLEXIA SUPERFICIAL
Es importante de cara al diseño de los programas de reeducación conocer la naturaleza de las dificultades de lectura. Aunque en la investigación y la literatura sobre dislexia podemos encontrar un gran número de términos y clasificaciones, los subtipos de dislexia fonológica y superficial gozan de gran aceptación actualmente.
La dislexia fonológica se caracteriza por un déficit en el proceso de decodificación (transformación de letras en sonidos). Los niños que muestran este problema son lentos e inexactos, muestran dificultades en leer pseudopalabras (palabras sin significado), cometen errores derivativos y su comprensión puede estar bastante afectada.
La dislexia superficial se caracteriza por el déficit específico en el reconocimiento de la palabra, muestran dificultades para reconocer palabras más o menos comunes recurriendo al léxico mental donde se almacenan. Este almacén mental es necesario para la correcta escritura de la palabra, sobretodo para aquellas con alguna dificultad ortográfica. Aunque estos niños no suelen presentar problemas de decodificación, acostumbran a ser lentos en la lectura y presentan repeticiones, rectificaciones y silabeo.
DISORTOGRAFÍA
La Disortografía suele ir asociada a otros trastornos del aprendizaje, como la dislexia, pero también se puede presentar de forma aislada. La Disgrafía es otro trastorno que suele ir asociado a otros problemas del aprendizaje y que se caracteriza por la presencia de una caligrafía deficiente y difícilmente legible. La Disgrafía por sí sola, en ausencia de otras dificultades, no puede justificar un diagnóstico de trastorno de la expresión escrita.
Las principales dificultades mostradas son las siguientes:
- Numerosos errores de ortografía natural (correspondencia entre sonido y letra escrita) y arbitraria (corresponde a las normas ortográficas consensuadas, por ejemplo el uso de mayúsculas, B/V, H, etc.).
- Errores gramaticales en la redacción (masculino/femenino, singular/plural, tiempos verbales, preposiciones, etc.).
- Uso deficiente de los signos de puntuación.
- Uso limitado de oraciones complejas, coordinadas y subordinadas.
- Vocabulario limitado, sobretodo en el uso de adjetivos, adverbios y enlaces.
- Organización pobre de los párrafos.
- Ritmo lento de trabajo en tareas que requieran escribir.
DISCALCULIA
La discalculia es un trastorno donde aparecen dificultades en las habilidades lingüísticas, atencionales y matemáticas. Dentro de las habilidades lingüísticas se ven afectadas la denominación de términos matamáticos, operaciones o conceptos, así como la comprensión de problemas y su decodificación en operaciones.
En el ámbito de las habilidades matemáticas, estos niños pueden mostrar dificultades en tareas de ejecución de secuencias, escritura de números o cifras, contar objetos, memorizar las tablas de multiplicar, contar hacia atrás, utilizar correctamente el sistema decimal (unidades, decenas, centenas, etc.), y realizar cálculos aproximados o estimaciones.
También pueden existir asociadas dificultades de atención. Estos niños pueden mostrar dificultades en el recuerdo de reglas (por ejemplo los números que se llevan) y en la atención prestada hacia los signos matemáticos.
Estos niños también pueden compartir otras dificultades asociadas a los Trastornos del aprendizaje. La experiencia continua de fracaso o dificultad puede provocar la aparición de conductas de evitación hacia este tipo de tareas, por esta razón estos niños pueden parecer perezosos. También es frecuente que dediquen mucho tiempo a las tareas escolares sin que los padres o cuidadores vean un aprovechamiento proporcional al tiempo empleado. Su forma de trabajar en ocasiones es descuidada y parece que tengan prisa por terminar las tareas.
¿Cómo se trabaja con estos niños?
La intervención en los trastornos del aprendizaje requiere diseñar medidas reeducativas adaptadas a las dificultades concretas del niño, y en los casos más graves volver a iniciar los aprendizajes de la lectura, la escritura o el cálculo. En todos los casos la intervención requerirá la utilización de técnicas específicas más allá de la enseñanza convencional de estas habilidades.
Los objetivos del trabajo reeducativo son:
- Recuperación de los aprendizajes afectados de lectura, escritura y cálculo.
- Planificación y organización de la actividad del niño (agenda, horario de estudio, materiales).
- Enseñanza de técnicas y métodos de estudio (subrayado, resumen, esquema).
- Preparación de exámenes y trabajos.
- Mejorar la motivación y la autoestima.
- Potenciar las conductas adecuadas (reflexión, responsabilidad, constancia).
- Generalización de las conductas a la escuela y a casa.
- Mejorar los hábitos de autonomía y hacer progresivamente responsable al niño de sus aprendizajes.
Escala de inteligencia de Wechsler para niños (WISC-IV)
Población
Niños y adolescentes, de 6 a 17 años.
Administración
Tiempo: Dos horas aproximadamente.
Lugar: En consulta o en el domicilio de la familia interesada.
Lugar: En consulta o en el domicilio de la familia interesada.
Descripción de los TESTS Y LOS ÍNDICES
CI Total
Niños y adolescentes, de 6 a 17 años.
Comprensión verbal
SEMEJANZAS. El niño debe explicar en qué se parecen dos palabras dadas. Mide el razonamiento verbal y la formación de conceptos, pero también se relaciona con la comprensión auditiva, la memoria, la expresión verbal y la capacidad para distinguir entre características esenciales y secundarias.
VOCABULARIO. El niño debe nombrar diversos dibujos y dar la definición de las palabras que el examinador lee en voz alta. Mide el conocimiento que el niño tiene de las palabras y su nivel de formación de conceptos, pero también el bagaje de conocimientos, la capacidad de aprendizaje, la memoria a largo plazo y el nivel de desarrollo del lenguaje.
COMPRENSIÓN. El niño debe responder una serie de preguntas destinadas a evaluar la comprensión de los principios generales y las situaciones sociales. Mide el razonamiento, la comprensión y la expresión verbales, la capacidad de evaluar y utilizar la experiencia y la aptitud para manejar las informaciones prácticas. También mide el conocimiento de las normas de conducta convencionales, la madurez, el juicio y el sentido común.
Razonamiento perceptivo
CUBOS. Requiere que el niño vea un modelo y lo reproduzca en un tiempo limitado mediante el empleo de cubos de colores rojo y blanco. Esta prueba está concebida para medir la aptitud de analizar y sintetizar estímulos visuales e implica capacidades tales como formación de conceptos no verbales, organización y percepción visuales, coordinación visomotora, aprendizaje y separación de la figura y el fondo.
CONCEPTOS. El niño observa dos o tres filas de dibujos y debe seleccionar un dibujo de cada fila para formar un grupo que tenga una característica común. Mide el razonamiento abstracto y la formación categorías.
MATRICES. El niño debe completar una matriz incompleta seleccionando una entre cinco opciones de respuesta. Desde hace mucho tiempo se ha demostrado que las tareas de matrices son muy adecuadas para medir el razonamiento fluido y que permiten una estimación fiable de la inteligencia general.
Memoria de trabajo
Este índice mide la capacidad de mantener información activa en la conciencia, realizar algunas operaciones manejando dicha información y producir con ello ciertos resultados. Diversos estudios han mostrado que la memoria de trabajo es un componente esencial del razonamiento fluido y está estrechamente relacionada con el aprendizaje y el rendimiento.
DÍGITOS. Se compone de dos partes. En la primera el niño debe repetir una lista de dígitos en el mismo orden que los dice el examinador, en la segunda los debe repetir en el orden inverso al que sigue el examinador. Dígitos en orden directo requiere capacidad de aprendizaje y memoria rutinarios, atención y procesamiento auditivo. Dígitos en orden inverso requiere memoria de trabajo, la transformación de la información y la imaginación visoespacial.
LETRAS Y NÚMEROS. El examinador lee una lista de números y letras, el niño debe repetir la lista ordenando los números de menor a mayor y a continuación las letras ordenadas alfabéticamente. Mide la capacidad de formación de secuencias, el manejo mental de la información, la atención, la memoria auditiva a corto plazo, la memoria de trabajo y la imaginación visoespacial.
Velocidad de procesamiento
Este índice aporta una medida de la capacidad del niño para explorar, ordenar o discriminar información visual simple de forma rápida y eficaz. Diversos estudios señalan que la velocidad de procesamiento está relacionada con la capacidad mental, con el uso eficaz de la memoria de trabajo y con el desarrollo y la capacidad de lectura.
CLAVES. El niño debe emparejar cada número con el símbolo que le corresponde en un periodo de 2 minutos. Además de la velocidad de procesamiento, esta prueba requiere memoria a corto plazo, capacidad de aprendizaje, percepción visual, coordinación visomanual, aptitud de selección visual, flexibilidad cognitiva y atención.
BÚSQUEDA SÍMBOLOS. El niño debe señalar si alguno de los dos símbolos que ve se repite en el grupo de búsqueda. Además de velocidad de procesamiento, esta prueba requiere memoria visual a corto plazo, coordinación visomotora, flexibilidad cognitiva, discriminación visual y concentración.
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