las personas en condición de discapacidad

En el departamento del Huila son 1.681 las personas en condición de discapacidad  que se encuentran inscritas al  proyecto de inclusión escolar, programa que busca promover la equidad y el acceso a la educación formal a  niños y jóvenes que padecen sordera profunda, baja visión, ceguera, síndrome de Down, autismo, retardo mental, entre otras limitaciones.

Actualmente, el Huila ha logrado avanzar en el proyecto de educación incluyente con una oferta pertinente para estudiantes que presentan diferentes tipos de discapacidad, transformando los procesos de enseñanza y aprendizaje en la capacitación a docentes en educación inclusiva.

Sin embargo, la falta de recursos por parte de los gobiernos Municipal y Departamental, se ha convertido en el principal obstáculo para garantizar a las instituciones que prestan el servicio educativo especial todos los estándares de calidad, debido a la carencia de herramientas pedagógicas que son parte fundamental para la atención y el aprendizaje de esta población

¿Qué es la educación inclusiva?

La educación inclusiva significa que los niños con discapacidad y necesidades especiales, sean educados en aula regular donde se les proporcione acceso a las mismas oportunidades de aprendizaje como a cualquier otro niño. Se trata entonces de hacer visible en quienes no presentan estas condiciones y que comparten los espacios de aprendizaje, el reconocimiento y la valoración por las diferencias, generando conductas de respeto, solidaridad, y equidad social.

La inclusión en el aula regular

¿Es incluyente la educación en el Huila?

Cinco son las instituciones en el municipio de Neiva que tienen articulados  programas de inclusión educativa para estudiantes en condición de discapacidad. Tal es el caso de la escuela Normal Superior de Neiva, que desde hace 14 años brinda formación a personas con limitaciones auditivas a través del proyecto educativo Bilingüe-Bicultural, con el que buscan  potenciar en los niños y jóvenes sordos la adquisición de su propio lenguaje, para que sean ellos quienes dirijan el futuro de su propia comunidad.

Actualmente la escuela ofrece formación a 108 estudiantes sordos, convirtiéndose en un modelo de inclusión a seguir.

El docente Jiovanny Córdoba Rodríguez considera que el proyecto de la Normal ha logrado avanzar a partir de sus diferentes momentos históricos, “pasamos de una mirada de educación especial,  a una de integración y   finalmente de inclusión. Cuando trabajamos para que el currículo de la Normal se desarrolle en dos lenguas eso ya es inclusión, porque estamos reconociendo que hay dos sujetos, dos comunidades. Por eso creemos en este programa para generar el reconocimiento por  la diferencia, la convivencia, y el respeto por el otro”.

Viviana Paola Arcila, madre familia, afirma que la formación que ha recibido su hija Natalia Aldana Arcila con discapacidad auditiva, ha sido fundamental para promover en ella su desarrollo intelectual. A su vez, asegura que la institución ha brindado un apoyo importante a padres de familia en la enseñanza de lengua de señas colombianas, con el único fin de mejorar  la comunicación y la relación entre padres e hijos.

No obstante, cree que la falta de compromiso por parte de los padres se ha convertido en uno de los mayores obstáculos para que muchos de estos jóvenes logren superarse.

Al respecto, la madre de familia Shirley Gutiérrez Góngora opina que se hace necesario que la institución garantice de manera permanente terapias de lenguaje, para que no se limite al niño solamente a la lengua de señas, sino que además se le estimule el desarrollo del habla, ya que mucho de ellos cuentan con restos auditivos.

Así mismo, la Institución Educativa Departamental Tierra de Promisión y la sede Enriqueta Solano llevan dieciséis años con el programa de inclusión escolar, vinculando hasta la fecha 24 niños entre primaria y secundaria con limitación visual y  ceguera. De esta manera construyen un  proceso de aprendizaje en conjunto, gracias al convenio con el Instituto Nacional para Ciegos (INCI) y al apoyo de profesionales capacitados en integración para la discapacidad.

El Programa de Artes de la Universidad Surcolombiana se ha vinculado a este proyecto educativo, por medio de  talleres pedagógicos, donde la danza, el teatro, la música, y la pintura, logran transformar la rutina de los estudiantes, al tiempo que les proporcionan habilidades en el aprendizaje de las diferentes expresiones  artísticas. “A diferencia de los estudiantes de otras instituciones, lo que más me llama la atención es el alto grado de interés que tienen estos niños con limitación visual por el arte; a pesar de su condición son  personas muy  talentosas, y eso es de admirar”, cuenta Diego García, estudiante de último semestre de la Licenciatura en Educación Artística y Cultural.

Por otro lado, en Instituciones educativas como El Limonar, Ricardo Borrero Álvarez, y El Ceinar, se ofrecen programas de atención especial a la población con discapacidad cognitiva leve. En estos espacios de formación los  niños conviven  a diario con los demás estudiantes mientras avanzan en los conocimientos de los planes curriculares.

A su vez la institución Renaciendo, sede del colegio Ceinar, se constituye como la única en el departamento con 170 niños en condición de discapacidad cognitiva, retardo profundo, severo, y moderado, entre otros síndromes asociados complejos. Con ellos la labor formativa juega un papel fundamental en el aprendizaje de normas de comportamiento, integración social y modos de convivencia, de tal manera que puedan ser aceptados socialmente, y así fortalecer sus habilidades técnicas en el aprendizaje de un arte útil para sus vidas. De esta manera se está contribuyendo a una mejor atención integral de la persona.

Nohora Coronado, directora de la institución, reconoce que se ha sensibilizado el respeto por la diferencia, y que uno de los grandes logros alcanzados ha sido que el Estado mire a esta población como su responsabilidad. Sin embargo, reitera, que aunque se ha avanzado en materia de inclusión, aun siguen existiendo falencias por las que hay que seguir luchando. “A mi me parece que hace falta organizar un proyecto de educación para el trabajo y el desarrollo humano, que significa que estos jóvenes pasen de acá a una propuesta que no les deje olvidar lo aprendido, y que por el contrario los preparen para ser independientes para que puedan desempeñarse en algo productivo mas adelante”, agrega.

Hacer realidad un derecho

La Ley General de Educación establece que la educación para personas con limitaciones es parte integrante del servicio público educativo y, por lo tanto, los establecimientos deben organizar directamente o mediante convenios, acciones pedagógicas y terapéuticas que posibiliten su inclusión educativa y social.

Para el caso de la población con discapacidad y capacidades excepcionales, se expiden la Resolución 2565 de 2003 y el Decreto 366 de 2009. Se busca con ello garantizar una educación pertinente a los estudiantes que presentan discapacidad cognitiva, síndrome de Down y otros retardos como autismo, limitación auditiva por sordera o baja audición, limitación visual por ceguera o baja visión, discapacidad motora por parálisis cerebral u otra lesión neuromuscular y discapacidades múltiples.

El propósito del Gobierno es avanzar en la consolidación de un sistema educativo que propicie el acceso a la educación de calidad sin ningún tipo de exclusión, que responda a las necesidades de la población con discapacidad, como un paso fundamental para asegurar el desarrollo personal y colectivo.

Discapacidad en el Huila

Se dice que una persona padece un tipo de discapacidad si ésta encuentra alguna dificultad o imposibilidad para realizar una o más actividades de la vida cotidiana.

Según las directivas de la fundación Síndrome de Down, a nivel del departamento se considera que 27 mil  personas padecen algún tipo de  discapacidad, de ellos 13 mil  presentan la cognitiva, retardo mental leve, moderado, severo y Síndrome de Down.

En Neiva, 8 mil  personas presentan condición de discapacidad y 4 mil  tienen que ver con la cognitiva.

Cifras del Sistema de Información de Matrículas  (Simat) de la Secretaría de Educación Departamental, de los 37 municipios que conforman al Departamento del Huila, a excepción de Neiva y Pitalito, por  estar  ya  Certificados, en 35 de los no certificados, tienen inscritos  en el sistema de matrículas 974 estudiantes en condición de discapacidad, de los cuales solo 23 tienen organizada la oferta educativa para la atención de la población en mención.

Según estadísticas del área de cobertura educativa de la Secretaría Municipal de Neiva, en lo que corresponde a los niveles de educación  preescolar, básica primaria y secundaria, dirigida a la población en condición de discapacidad, entre ellos niños, jóvenes y adultos, se encuentran inscritos al sistema de inclusión 707 personas.

Reflexión

Hoy nos encontramos con un modelo de educación incluyente que debe dar  respuesta a la diversidad y por tanto debe educar en la diferencia, reconocer y valorar al otro. Del mismo modo, tiene la responsabilidad de formar con pertinencia en una escuela abierta y flexible que acoja a todos los estudiantes independientemente de sus condiciones físicas y cognitivas.

De esta manera, niños, niñas y jóvenes podrán compartir una experiencia educativa común, permitiéndoles aprender juntos y desarrollar sus competencias básicas, ciudadanas y laborales. Además se busca sensibilizar a la comunidad educativa, especialmente a padres y madres de familia sobre la importancia de enviar a sus hijos a la academia desde la primera infancia.

Testimonio

Ejemplo de superación

Luis Alfredo Claros Rodríguez de 22 años ursa tercer semestre del ciclo profesional en la Escuela Normal Superior de Neiva, siendo el único de su familia con limitación auditiva, reconoce que el  apoyo que le han brindado desde pequeño ha sido fundamental para salir adelante. Dentro de sus metas profesionales está culminar sus estudios para ser docente de matemáticas y trabajar con niños.

Considera que hace falta el apoyo de profesionales en este campo para que puedan orientar la formación de estos jóvenes, ya que muchos de ellos no cuentan con el apoyo de sus familias, y este aspecto es fundamental para crecer como personas.

“Gran parte de la formación depende de nosotros mismos, porque los maestros cumplen con brindarnos unas herramientas y unos conocimientos básicos para nuestras vidas, pero de nosotros los que nos estamos formando, depende que esta población se haga visible y logre salir adelante”, dijo Luis Alfredo a través de su interprete Deyanira  Trujillo de la Escuela Normal Superior de Neiva.