La moral es un sentimiento, es decir está mucho más allá de lo
emotivo, es un acto en su totalidad, no es parcial, es único en su esencia capta
toda su esencialidad, no es parcial, no está dividido, es un suceso
comprendido en toda su integridad.
Lo emocional pertenece al corazón por ello, es también una parte, una
división, es parcial no es integro.
Lo racional que su fundamento es la razón, forma parte del intelecto, ello es
también un suceso parcial no integro.
6El sentimiento que no es lo sentimental, no hay que confundirlo, es la
comprensión completa de la razón, y la emoción yendo mucho más lejos
hacia dentro, buscando la unidad, por ello la moral que no la ética, que es
otro concepto muy diferente, y que cambia según las diferentes normas
sociales al uso.
La moral comprendida desde su forma no religiosa ni ética ni ninguna otra
forma o estructura mental, es un suceso único de un valor incalculable, más
valioso que cualquier concepto.
La moral no es un concepto, no pertenece al reino de lo conceptual, es una
parte de la naturaleza de SER, incontaminada.
Hoy día, la moral que se practica, es una forma condicionada, conceptual, a
ello lo llaman ética, que se adapta a las necesidades del uso social del
momento, adecuandose a necesidades conceptuales, pero no de sucesos
vivenciales, por ello es que se cometen tantos sucesos sociales injustos.
La moral, auténtica como esencia y forma profunda, no puede ser motivo de
duda, o de trato conceptual, es vivencial, un suceso intrínseco en la
esencialidad del Ser.
Cuando sucede un acto moral, todo se percibe correcto, es acción correcta,
porque no pertenece a la vida cotidiana, es decir no es una construcción
social, no es un constructo mental, es un HECHO; un suceso que en si mismo
es causa y efecto.
Cuando las religiones o la filosofía o otras -ías han querido apropiarse de un
suceso como este, lo han conceptualizado y lo han condicionado a sus
intereses, ha habido pues una perversión de la manifestación esencial de la
existencia; se ha limitado su calidad intrínseca esencial.
La moral, es esencialmente la manifestación del SER en su máxima expresión,
cualquier intento de aprisionar, de colocar límites es transformarla en otra
cosa.
La moral no entiende, de formas, de creencias, no se condiciona de nada que
7nosotros le proporcionemos como individuos sociales, pertenece al SER en
toda su expresión libre de límites, si consideraciones sociales.
Al no ser parcial es completa, es íntegra, por ello cuando se manifiesta la
acción moral, que no es una acto premeditado, porque entonces dejaría de ser
una manifestación de la unidad del SER, como manifestación incondicionada.
En la actualidad todo tiene la tendencia a ser justificado, ello es motivado por
la falta de moral, el único modo de recuperarla es abandonando muchas de
las razones que están imperando en este momento en nuestro entorno social,
y que no nos permite la manifestación auténtica del suceso de la moral.
Cuando uno de nosotros, ve en peligro a alguien, y su impulso incontrolado
es salvarlo, sin pensar en consecuencias, arriesgando nuestra propia
existencia, entonces es la auténtica manifestación, esas otras probables
expresiones de ayuda, que siempre están valorando los pros y los contras, no
son más que conceptualizaciones sin valor de la moral.
Muchos son los que tratarán de justificar o de argumentar, lo expresado, pero
la manifestación de la moral no tiene resquicios, no hay dobles
comprensiones, no hay truco posible, es un suceso real de la expresión del
SER y cuando sucede, el tiempo se detiene, la naturaleza comprende el
suceso, y se expresa una auténtica alegría, una celebración de todo el
universo en su conjunto.
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