LAS MOTIACIONES DE LAS PERSONAS.

En ocasiones nos vemos convocados abordar y a responder preguntas sobre las motivaciones del ser humano. La Psicología se origina cuando estas preguntas fundamentales se tornan ineludibles, esto es, cuando en lugar de soslayarlas perdiéndonos en las ocupaciones cotidianas, nos cuestionan en toda la magnitud de sus problemas. Estas preguntas nos dirigen un llamado. En cierto modo, somos invocados por ellas y requeridos por la tarea de pensamiento que inauguran. Pero la psicología no se agota en el llamado que viene hacia nosotros desde ese fondo de interrogantes propios del individuo. La psicología es posible allí donde correspondemos a la vocación de este llamado. De este modo, la psicología supone siempre una disposición, una actitud, un temple de ánimo peculiar en virtud del cual prestamos oídos y acogemos lo que nos interpela. Llega a ser psicólogo quien se dispone y recibe preguntas fundamentales como su más íntima pertenencia, y quien se confía desinteresadamente a la tarea de su resolución. Sólo quien comprende(orientación comprensiva) la conducta humana logra desprenderse de dogmatismos, de orgullos olímpicos y sentencias lapidarias. Sobre todo, sabe amar lo que conoce: no tanto explicarlo y analizarlo como aprehenderlo e iluminarlo hasta en sus signos más secretos y contradictorios. Los conceptos y expresiones psicológicas tienen un origen histórico y un significado, no siempre exacto, en el vocabulario de las ciencias de la conducta humana. Esta imprecisión conceptual, desde luego, no ayuda mucho a la psicología. Por lo tanto, si se quiere conocer, el desafío psicológico consiste en utilizar los instrumentos conceptuales en relación con los contextos históricos que le son propios, dado que los conceptos al ser removidos del espacio y tiempo en que se originaron tienden a perder su potencia explicativa.

Nos enorgullecemos de haber creado el mundo de las Ideas, pero nada podría estar más lejos de la verdad. La idea “entra” en el cerebro desde el exterior(¿transferencia de ideas?). Cambia los muebles de sitio para adaptarlo más a sus gustos. Encuentra otras ideas que ya “viven” allí, y pelea con ellas o establece alianzas. Estas construyen nuevas estructuras para defenderse de los Intrusos. Y entonces, siempre que se presenta una oportunidad, la Idea envía a sus “tropas de asalto” en busca de nuevos cerebros que colonizar. La Idea triunfadora “viaja” de mente a mente reclamando nuevos territorios, mutando a medida que avanza. Ahí fuera hay una jungla. Muchas Ideas se pierden. Sólo sobreviven las más fuertes. Ésa es la lección que hay que aprender, pero me temo que nos supera. Nuestra debilidad(condición) como ser humano hace que nos veamos como el centro: Ego(centro); Ego(centrismo). Seguiremos teniendo las mismas penas y luchas cotidianas, las exigencias y los sueños del ego. Esas cosas jamás desaparecerán del todo; lo que podemos cambiar es la forma como nos relacionamos con ellas.