La comunicación como pilar fundamental

Muchas veces,  el profundo amor de un padre hacia un hijo no es suficiente al momento de manejar la comunicación necesaria en la relación.

El mundo emocional del niño es tan o más complejo que el del adulto, lo que dificulta el entendimiento entre ambos y hace imprescindible que los padres reconozcan el arte de la comunicación para garantizar el entendimiento de ambas partes.

Tanto psicólogos, como psicopedagogos, trabajan diariamente en corregir los problemas que afectan la relación padre-hijo.

Jessica Latanzzi, se desempeña como psicopedagoga en un importante colegio del estado Anzoátegui. Ella ha dedicado parte de su vida en la educación profesional y personal de cada niño.  “Nosotros, como adultos, confiamos nuestros sentimientos, problemas y ansiedades solo a aquellas personas que sabemos que realmente nos prestarán toda su atención y nos escucharán más allá de las palabras. A los niños y a los adolescentes les ocurre lo mismo”, acotó.

Conversaciones

Las palabras que se escogen podrían dar o no una actitud de atención hacia el niño.

Según Latanzzi, existe una tipología de padres basada en las respuestas que ofrecen a sus hijos y que derivan en las llamadas conversaciones cerradas.

“Los padres autoritarios temen perder el control de la situación y utilizan órdenes, gritos o amenazas. Eso no está del todo bien”, dijo la psicopedagoga.

También agrega que existen los padres que hacen sentir culpa, los que les restan importancia a las cosas y los que dan largas charlas, pero que en ningún momento escuchan lo que tiene que decir la otra parte.

Intercambio

Frente a estas actitudes, los profesionales optan por recomendar un intercambio de información, es decir, una comunicación abierta.  Para Carmen Herrera, profesora infantil, es primordial dejar hablar al niño.

“Si recibe un regaño en el colegio hay que preguntarle su versión de los hechos. No solo prestarle atención a la de los profesores”, narra.

Asegura que de esta manera el niño se sentirá escuchado y ganará confianza para contar otro tipo de cosas.  Escuchar activamente es más que solo lo que los oídos perciben, es captar también los sentimientos y las emociones de la persona que está hablando.

Herrera apunta a que esto supone tratar al niño con respeto y aceptarlo tal cual es, cosa que también se podrá exigir luego de transmitirlo. “Escuchar es un arte que implica en la misma proporción a la razón y al corazón. Descuidar uno desnivelará la balanza y perderemos el equilibrio necesario entre la corrección y el ser padres”, recalcó la profesional en enseñanza.

A temprana edad

Los niños aprenden desde el ejemplo, por eso es necesario que los padres comiencen desde muy pequeños a interiorizar en los niños pautas o normas de una buena comunicación. Empezando con el escuchar.