El olor a metal fundido arropa a las 22 batalladoras y batalladores de la Gran Misión Saber y Trabajo (GMST) en el taller de herrería de uno de los tres centros de formación socialista (CFS) del Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces), ubicado en el sector Santa Elena de Mérida. A un lado suena el roce de la lija y el martilleo de 16 personas que pulen y arman trozos de madera en el taller de carpintería. En total, 38 mujeres y hombres de los municipios Libertador y Campo Elías ven renacer su esperanza con esta misión que busca formarlos durante 320 horas en un oficio para luego proporcionarles un trabajo liberador. No aprenden encerrados en cuatro paredes, como dice el facilitador en herrería Jacinto Contreras: "Nos vamos a las comunidades". Así, las y los estudiantes han arreglado las rejas y portones de la sede de Misión Sonrisa, harán el parque infantil del Hospital Universitario de Los Andes. "Ellos colocan los materiales y nosotros la mano de obra", totalmente gratuita, explica Contreras. Ya repararon sillas, bancos y puertas del centro cultural Carlos Febres Pobeda, sede de la sala de batalla social de la parroquia Domingo Peña. Abordarán las escuelas de la zona y, además, ayudarán a levantar 21 sustituciones de ranchos por viviendas en esta parroquia mediante el plan de Transformación Integral del Hábitat. Vestido con su braga roja, Hugo Vivas, de 33 años, quien reside en el sector Chamita, decidió cambiar su oficio de zapatero por el de herrero, porque "no me da". Como debe mantener a sus dos hijos, "apenas abrieron la misión, me inscribí". Su esperanza la comparte con sus compañeras y compañeros: crear una empresa socioproductiva. "Nadie será jefe de nadie y esperamos generar más empleos para otras personas", es decir, activar el punto y círculo en su comunidad. UN GRANITO DE ARENA Según Daviana Muñoz, miembro del equipo municipal de Libertador del PSUV, en Mérida existen tres CFS del Inces, en Santa Elena, Los Curos (municipio Libertador) y El Vigía (Alberto Adriani), donde se forman a las batalladoras y los batalladores de la GMST. Un gran contingente se incorporó a los frentes de la Gran Misión Vivienda Venezuela. La misión, aclara, busca acreditar saberes por medio de las universidades politécnicas territoriales. Javier Medina, del sector La Hechicera, suma 18 de sus 33 años como herrero. Aprendió de su padre y este a su vez de su abuelo, quien era forjador. Le toca certificarse. Pese a que mantiene a sus tres hijos con su oficio, decidió registrarse para intercambiar conocimientos: "Creo que el presidente Hugo Chávez ha abierto oportunidades. Con la Gran Misión Vivienda Venezuela es necesario dar un granito de arena, por eso me integré". Todas y todos reciben una beca estudio de 430 bolívares mensuales. La única mujer del grupo, Jessica Cerrada, de 22 años, oriunda de El Valle, decidió dedicar sus mañanas a formarse. Desde pequeña le gustó la herrería, aunque salió como bachiller técnico medio en turismo. "Me gusta participar, colaborar y aprender". Vestida con su braga colorada y con el cabello recogido, se coloca las gafas protectoras y la careta de soldar para romper el prejucio de que la herrería es sólo para hombres. "Trabajo como mototaxista en una cooperativa, porque hay que salir a buscar la papa. Comencé con una moto prestada, ahorré y me compré una propia. Me inscribí, porque creo en el Presidente", narra Cerrada, quien estudia Administración en la Misión Sucre. En el taller de carpintería el olor a pega y barniz inunda el espacio. Los 16 batalladores se forman en el manejo de herramientas y máquinas para convertir la madera en pizarras, Carlos Uzcátegui Estudiante de herrería, del sector La Pedregosa. "Trabajaba como herrero desde hace 10 años, a domicilio. Quiero especializarme en hacer planos y aprender otros tipos de soldadura. Tengo tres hijos de 15, 14 y 13 años. Quiero seguir creciendo y ayudar a otras personas". Rogelio González Estudiante de herrería, del sector Santa Juana. "He trabajado en hacer carrocería de buses desde hace 18 años. Soy colombiano, me vine para acá hace 10 años a buscar un mejor futuro. No me he podido nacionalizar. Uno quiere aportar ideas y aprender de los demás, es lo bonito de esta misión". Ramón Ramírez Estudiante de carpintería, del sector Los Curos. "Quería tener más conocimiento de carpintería y, como estaba sin trabajo me inscribí en la misión. La idea es trabajar con la misión Vivienda Venezuela en la fabricación de puertas entamboradas y ventanas". Voces del Pueblo Los datos personas se inscribieron en la Gran Misión Saber y Trabajo en Mérida. horas de formación sociopolítica reciben los participantes horas de beca−trabajo cumple cada batallador. 32.000 80 240 puertas entamboradas, marcos de cuadro y portarretratos. Según el instructor en carpintería de la misión, Eladio Rojas, en el año 2011 el Estado donó 26 metros cúbicos de planchones de pino al Inces−Mérida para que haga puertas con el fin de dotar a los Consejos Comunales que construirán casas. Tendrán un costo por unidad de 600 bolívares y las armarán estas y estos estudiantes.
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